Uno de los policías de Allen acusados de abuso tenía prohibición de acercamiento

La joven señaló que en agosto pasado había acusado a su expareja, por violencia de género pero la seguía acosando. Otro de los señalados es quien estaba a cargo de realizar los rondines en su vivienda y el tercero es el amigo que la llevó hasta la casa donde habría ocurrido el ataque.

La mujer de Allen que denunció a tres policías por abuso sexual, dio su versión de los hechos y contó detalles del caso: dijo que uno de los imputados, su expareja, ya había sido acusado por violencia de género en agosto del año pasado. Recién a mediados de diciembre, un día antes del ataque -y después de reclamar acompañamiento- la Justicia dispuso rondines. El uniformado que la custodió durante la noche del ataque, es otro de los acusados de violarla.

En diálogo con Río Negro, la joven (de la que no se brinda datos para preservar su identidad) contó detalles del caso y de los padecimientos que sufrió en la Justicia, previos al abuso sexual, que se habría cometido la noche del sábado 19 de diciembre. Por ese hecho están acusados tres policías. Dos cumplían funciones en la Comisaría Sexta y el otro en la Subcomisaría 56 del barrio Costa Oeste.

“Hace tiempo le venía reclamando a la fiscal Norma Reyes que le dieran el traslado porque me lo cruzaba. Él decía que estaba patrullando, pero lo veía sin el arma reglamentaria. La fiscal me dijo que lo iban a trasladar, pero no fue así”, contó la denunciante.

Los policías fueron imputados por abuso sexual agravado y privación ilegítima de la libertad y se les dictó la prisión preventiva por tres meses mientras avanza la investigación. Pero el jueves pasado fueron beneficiados con la prisión domiciliaria y desde entonces la mujer está muy preocupada por miedo a represalias.

Relató que un día antes del presunto ataque, había ido a ver a la fiscal Reyes para reclamarle que su expareja no cumplía la ley 3040 de violencia familiar. “No me atendió la fiscal, solo la secretaria me dijo que me quedara tranquila que me iban a colocar rondines”, recordó.

Reyes confirmó, a través del área de prensa del Ministerio Público, que la joven fue a la fiscalía “porque tenían denuncias 3040 cruzadas con su expareja y no quería ser notificada. No denunció ningún hecho nuevo, la atendió el equipo técnico de la Oficina de Asistencia a la Víctima y le pusieron rondines policiales para custodia y se fue”.

La joven contó que pasadas las 23 de esa noche se presentó un policías a cargo de estos rondines. Luego, cerca de la 1 un amigo que también es policía, la invitó a su casa y cuando subió a su auto le convidó una cerveza. “Le metió algo, porque me sentía mal, no sentía movilidad en mi cuerpo. Después me dijo que íbamos a ir a pasar a la casa de otro amigo”, recordó. Una vez en esa vivienda se dirigió al baño y al salir vio que estaba el policía a cargo de los rondines que horas antes se había presentado en su casa junto a su expareja.

“El policía de los rondines me agarró de los pelos y me puso el arma en la panza. Me dijo que si denunciaba me iba a matar”, relató. Luego dijo que los tres policías la violaron, y que cerca de las 6 regresó a su casa, pero no recuerda cómo lo hizo.

“Le conté a mi mamá, después vino otra vez el policía que estaba a cargo de los rondines y que me había violado, con la excusa de que tenía que firmar de vuelta una planilla. Mi mamá le dijo que se fuera”, contó. Enseguida se dirigieron a realizar la denuncia en la Comisaría de la Familia de Allen y se activó el protocolo para casos de abuso.

Amenazas e investigación

La denunciante que es representada por el abogado Marcelo Hertzriken Velasco, dijo que tras realizar la presentación contra los policías recibió amenazas por parte de uniformados de la Comisaría Sexta en donde cumplían funciones dos de los imputados.

“Tengo miedo, los policías me increpan que dicen que retire la denuncia que los estoy ensuciando a todos y me dicen que estoy loca”, dijo.

Señaló que desde que ocurrió el presunto ataque no vio más uniformados realizar rondines afuera de su casa.

“Los policías que me atacaron tienen que estar presos, mi expareja violó la 3040, la ley debe ser pareja para todos”, reclamó. Contó que el viernes pasado hizo una denuncia en fiscalía por amenazas y escraches. Los imputados siguen con prisión domiciliaria y separados de la fuerza. La decisión se tomó desde la Jefatura de Policía horas después de que comenzó la investigación de la fiscalía.


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