“Uruguay se convirtió en socio de la industria de celulosa”

Así lo afirmó el fiscal uruguayo Enrique Viana al denunciar que su país “cedió soberanía y república” al permitir la instalación de la pastera finlandesa UPM-Botnia.

CONFLICTO

El fiscal uruguayo Enrique Viana denunció hoy que su país “cedió soberanía y república” al permitir la instalación de la pastera finlandesa UPM-Botnia, en su territorio y advirtió que ese Estado “se ha convertido en un socio de la industria de celulosa” y por eso, afirmó, allí “es difícil que prosperen las demandas en defensa del medio ambiente”.

“Somos un país celulósico”, alertó el letrado uruguayo, tras sostener que en Uruguay “la Justicia está condicionada (en este tema) porque la industria de la celulosa ha sido declarada poco menos que una cuestión de Estado”.

El fiscal Viana remarcó que no solo “toda pastera contamina”, sino que “no hay plantas de celulosa de un millón de toneladas en ríos interiores en el mundo, ni siquiera en Finlandia, que vuelca todos sus vertidos tóxicos a mares abiertos y mares congelados”.

Viana, quien recordó que desde 2003 viene presentando demandas en su país contra la instalación de pasteras por el impacto ambiental, renovó sus críticas luego de que el presidente José Mujica autorizara a UPM el aumento de la producción, lo que tensó la relación con la Argentina.

El funcionario señaló que si bien esas demandas “están en trámite”, tienen “pocas posibilidades de prosperar porque en el Uruguay -recalcó- no tenemos jurisprudencia de protección del medio ambiente”.

“El Estado se ha convertido en un socio de esa industria y esto hace muy difícil que prosperen demandas en defensa del medio ambiente”, aseguró en diálogo con radio América.

El fiscal de Montevideo subrayó que “cuando el Estado se vuelve socio, una suerte de socio gestor de estas empresas, mediando tratados y contratos de inversión, es muy difícil pensar que el Poder Judicial tenga independencia en este tipo de decisiones”.

En este escenario, Viana advirtió: “Cuando usted firma tratados y contratos de inversión, lo primero que hace es ceder soberanía y república”.

“Cuando usted cede los tres poderes del Estado, es muy difícil que ese Estado, condicionado y convertido en un socio de esa industria, le diga que no; es por eso que a este pedido de aumento de la producción era evidente que se le iba a contestar que sí”, analizó.

En tal sentido, reflexionó que “si el Estado uruguayo le hubiera dicho que no, tendría que pagar el lucro cesante, es decir, lo que hubiera dejado de producir Botnia por producir más”.

Al preguntársele si tenía la certeza de que la pastera UPM contamina, Viana dijo no estar en condiciones de responder a eso porque, explicó, “la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) se ha negado a dar la información”.

“Nosotros pedimos eso como prueba (de sus demandas), pero la CARU ni siquiera se ha dignado a contestar, se ha mantenido en un silencio absoluto”, se lamentó. (DyN)


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