El Obelisco: ver a Buenos Aires desde su emblema, punto de encuentro y brújula emocional
La experiencia de subir al Obelisco combina patrimonio, tecnología y una nueva forma de mirar a la ciudad desde adentro. Además, un espacio verde en el medio de la ciudad y un hotel recomendado con una gastronomía única.
Desde la vereda de la 9 de Julio, el Obelisco parece el mismo de siempre: blanco, erguido, eterno. Pero algo cambió puertas adentro. Por primera vez en su historia, el monumento emblema de Buenos Aires abre su mirador al público de manera regular, invitando a descubrir la ciudad desde otra perspectiva, la que mira hacia abajo, desde los 67,5 metros de altura que lo convirtieron en símbolo.
Buenos Aires y la 9 de Julio desde más de 67 metros de altura
La experiencia, que comenzará el 1 de noviembre, promete mucho más que una postal. Todo empieza con un ascensor nuevo, diseñado especialmente para no alterar la estructura original.
Uno de sus lados es vidriado, una especie de túnel del tiempo vertical, y otro incorpora una pantalla que narra datos y curiosidades del Obelisco mientras el visitante asciende.

El lanzamiento tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional de Turismo, uno de los eventos más importantes del mundo para la industria que reunió a más de 140 mil visitantes en el predio de La Rural.
En apenas un minuto, el recorrido te deposita en el nivel 55.
Desde allí, una escalera caracol de 35 peldaños lleva al mirador, donde cuatro ventanas orientadas a los puntos cardinales regalan una panorámica única. Por primera vez, Buenos Aires se deja ver desde adentro de su propio ícono: las avenidas que se cruzan, el pulso del tránsito, las luces que se encienden cuando cae el sol.

Cada año, Buenos Aires recibe a más de nueve millones de turistas, y el Obelisco es parada obligada, punto de encuentro, brújula emocional. Pero esta vez no se trata solo de mirarlo: se trata de mirarnos desde él.
La visita, que dura unos 20 minutos, combina patrimonio y tecnología. Y en una próxima etapa, se sumará una propuesta de realidad virtual pensada para quienes tienen movilidad reducida, para que también puedan “ascender” y conocer su interior. La tarifa será de $36.000 para extranjeros, y de $18.000 residentes argentinos (con acreditación de documento).

Un respiro verde en Buenos Aires: el Patio Andaluz
Y si querés seguir de paseo, esta época del año es perfecta para disfrutar de los espacios al aire libre de Buenos Aires. Los Bosques de Palermo invitan a caminar, remar o simplemente detenerse a mirar el reflejo del cielo en el lago.
Entre sus rincones más emblemáticos, el Patio Andaluz acaba de ser completamente restaurado. Este jardín histórico, construido en 1929 con materiales llegados desde Sevilla, recuperó su brillo original tras una restauración completa que respetó cada detalle: desde las mayólicas y los relieves hasta los bancos de hierro forjado. El resultado es un paseo que parece detenido en el tiempo, donde cada azulejo cuenta una historia.

La fuente central, regalo de la ciudad de Sevilla a Buenos Aires, vuelve a ser el punto de encuentro. En su base aún puede leerse la dedicatoria que unió a ambas ciudades hace casi un siglo: “A la caballerosa y opulenta Ciudad de Buenos Aires, en testimonio de comunicación espiritual. Restaurada con precisión artesanal, hoy vuelve a latir en el centro del patio como lo hizo en su inauguración, el 13 de octubre de 1929.
Caminar por el Patio Andaluz hoy es volver a los años en que Buenos Aires soñaba con ser la París del sur y, al mismo tiempo, abrazaba su raíz española. Entre fuentes, flores y bancos esmaltados, el Rosedal vuelve a ofrecer uno de los paseos más románticos y fotogénicos de la Ciudad. Se puede visitar de martes a domingos, de 10 a 18 en el Parque El Rosedal. Un paseo que combina arte, naturaleza y memoria.
Elegancia porteña con sello internacional: un hotel recomendado
La ciudad de Buenos Aires es un destino de experiencias que durante todo el año tiene sus puertas abiertas para que los visitantes prueben sus más de 7.000 locales gastronómicos, visiten sus 287 teatros, conozcan sus 380 librerías y recorran sus 150 museos, además de poder disfrutar de una gran agenda de espectáculos musicales y culturales.
A metros de la Av. 9 de Julio, el Esplendor by Wyndham Buenos Aires Tango se posiciona entre los hoteles más recomendados de la capital argentina. Recientemente elegido como N.º 1 en relación calidad-precio por los usuarios de TripAdvisor, combina diseño sofisticado, atención personalizada y una ubicación ideal para disfrutar del pulso urbano.

Cuenta con 42 habitaciones, terraza con piscina climatizada e hidromasaje, jardín, sala de reuniones, desayuno buffet y Wi-Fi en todo el edificio. Su restaurante Bernardino, a cargo del chef Germán Ruberto, es un nuevo referente gastronómico de la ciudad. Además, el servicio de concierge, integrado por miembros de Les Clefs D’Or, garantiza una estadía a medida.
“Queremos ofrecer una experiencia inspiradora que conecte con la cultura local”, afirma su gerente, Pablo Marchese. El hotel integra el programa Wyndham Rewards®, que permite acumular puntos y canjearlos por noches en más de 30.000 propiedades del mundo. Con su estilo contemporáneo y porteño, el Esplendor Tango se consolida como una opción ideal para quienes buscan vivir Buenos Aires con confort, arte y hospitalidad genuina.
Desde la vereda de la 9 de Julio, el Obelisco parece el mismo de siempre: blanco, erguido, eterno. Pero algo cambió puertas adentro. Por primera vez en su historia, el monumento emblema de Buenos Aires abre su mirador al público de manera regular, invitando a descubrir la ciudad desde otra perspectiva, la que mira hacia abajo, desde los 67,5 metros de altura que lo convirtieron en símbolo.
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