Esquiar en el cerro más austral del mundo: Cerro Castor abrió la temporada 2025
El Cerro Castor, es está ubicado en Ushuaia, y allí se vive una de las temporadas más largas del país.

En el aire se siente el frío, y las máquinas pisan el terreno con la paciencia de quien conoce cada rincón de la montaña. En el extremo sur del continente la temporada acaba de empezar. “Estoy acá mismo, trabajando a full. Abrimos el viernes 27”, dice Juan Carlos Begue en una entrevista con RÍO NEGRO RADIO. Es fundador del centro de esquí Castor, el más austral del mundo y mientras supervisa los últimos detalles, la voz suena apurada, pero firme.
Escuchá Juan Carlos Begue, fundador del centro de esquí Castor, en Marca Patagonia, por RÍO NEGRO RADIO.
La idea de levantar una estación de esquí en Ushuaia nació en 1983, cuando Begue respondió a una consulta del gobierno. Le preguntaron cómo potenciar el invierno fueguino. “Con una estación de esquí”, dijo sin dudar. “El resto, trineos con perros, esquí de fondo, suman, pero no alcanza para atraer turismo sostenido”, cuenta que les explicó.
Entonces buscaron una ladera que mirara al sur, que conservara bien la nieve, con buen desnivel y pendiente, y una zona amable para principiantes. La encontraron en el Cerro Castor. Así empezó todo.

Pasaron diez años antes de ver resultados. Fueron tiempos de inversiones silenciosas, de apuestas sin certezas, de trabajo a largo plazo. Hoy, Cerro Castor cuenta con seis telesillas, cuatro telesquíes, cuatro magic carpets, ocho restaurantes distribuidos en la montaña y una potente red de nieve artificial que garantiza la experiencia incluso si el clima se pone esquivo. Su frase de cabecera lo dice todo: “sin prisa, pero sin pausa”.
Novedades y pistas de elite
“Apenas cae nieve, salimos con las máquinas a ‘orugar’, que es pisar con máquinas orugas, apretando, para después frezar. Y si hay temperaturas adecuadas, fabricamos para reforzar. En general, generamos una capa de 40 o 50 cm de nieve artificial”, relata Begue.
Este invierno, el cerro estrena la telesilla cuádruple Del Valle, ubicada en el sector este de la montaña. Es de última generación y con un diseño que permite disfrutar vistas únicas, panorámicas completas de la montaña, mientras se asciende.

Con sus 650 hectáreas esquiables y 34 pistas, Cerro Castor recibe no solo a esquiadores de todos los niveles, sino también a equipos de Copa del Mundo que eligen entrenar aquí por encima de destinos como Nueva Zelanda. La calidad de la nieve, la logística, la atención son reconocidas a nivel internacional, y ese movimiento se traduce en beneficios directos para la economía local y nacional.
Las expectativas para esta temporada son razonables. “Ya no es como antes, cuando la gente compraba en caliente para ganarle a la inflación. Hoy se espera hasta último momento. Es una realidad que creo que tendremos por varios años. Es otro panorama, pero igual confiamos en que será una buena temporada”, dice.
Las tarifas en temporada promocional (del 27 de junio al 4 de julio y del 20 al 28 de septiembre) para adultos son de $86.300; para menores, $60.300. En temporada regular (del 5 de julio al 19 de septiembre), para adultos: $121.500; para menores: $85.000. Las tarifas están sujetas a modificaciones sin previo aviso.
Un gran destino de invierno
El invierno en Ushuaia no se resume en esquiar. “Tenemos una pista de patinaje de 20 x 40 metros, mantenida con Zamboni, ideal para las familias”, cuenta Begue. También hay opciones para quienes buscan algo distinto: caminatas con raquetas, tubing, trineos, gastronomía de montaña y refugios que ofrecen cenas inolvidables entre bosques nevados.
Para quienes no suben al cerro, el invierno en el Fin del Mundo tiene propuestas para todos.

En el Valle de Tierra Mayor, centros como Las Cotorras, Husky Park, Haruwen o Llanos del Castor invitan a paseos en motos de nieve, excursiones nocturnas, degustaciones de cocina fueguina y hasta esquí de fondo entre lengas y arroyos helados.
A solo minutos del centro de Ushuaia, la Reserva Natural del Glaciar Martial ofrece trekking, alojamiento, una escuela de esquí ideal para quienes se inician y el Parque Fin del Mundo, con pistas para trineos, snowboard y culipatín. Y claro, el Refugio de Montaña, donde una comida caliente al final del día se convierte en parte de la experiencia.
Además, la ciudad mantiene sus clásicos: navegaciones por el canal Beagle, el histórico Tren del Fin del Mundo, excursiones 4×4, kayak en lagos espejados, sobrevuelos y propuestas gastronómicas que celebran los sabores del sur: cordero fueguino, centolla, chocolates artesanales. Todo con el sello de un destino que sabe que su mayor virtud es ser diferente.
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