Los Saltillos, la cascada a metros de la mina de oro: cómo llegar a este tesoro escondido en el norte neuquino

Entre Huinganco y Andacollo hay unos cinco km por la ruta 39. Y en el medio hay un sendero que lleva a esta maravilla que vale la pena descubrir. Ricardo Kleine Samson estuvo allí esta semana y aquí comparte sus fotos y su relato. Seguro que te va a dar ganas de ir...

Si hay algo que a todos nos gusta, es descubrir aquello que nunca imaginábamos encontrar. A la mayoría, por no decir a todos, los que transitan entre Huinganco y Andacollo en el norte neuquino, sean parroquianos o turistas, no se les ocurriría desviarse por el sendero que va a Los Saltillos que está justo antes o después, dependiendo de hacia dónde este yendo, del puente del arroyo Huaraco.

Los Saltillos, un tesoro escondido a metros de la mina de oro de Andacollo en el norte neuquino. Fotos: Ricardo Kleine Samson

Casi a mitad de camino entre ambas localidades por la ruta 39. En parte porque algunos lo conocen y otros, la gran mayoría quizás lo único que saben de este es del cartel que, desprolijamente atado con alambre cuelga de un poste de energía eléctrica.

Por el desvío que indica el cartel en cuestión (colgado con alambre en un poste de energía) habrá que recorrer… más o menos, unos mil quinientos metros con el vehículo por la misma calle que lleva a la mina de oro hasta llegar a otro cartel que, desprolijamente apoyado en la tierra y respaldado sobre un viejo alambrado indica: Bienvenidos.

A la izquierda del cartel desprolijamente apoyado en la tierra y respaldado sobre un viejo alambrado, está la entrada a uno de los senderos pedestres más bonitos que hay en el norte neuquino. Repito: Uno de los senderos pedestres más bonitos y desaprovechados que hay en el norte neuquino y que con más voluntad que dinero se podría dejar de maravillas.

El sendero muestra las evidencias de que en algún momento estuvo muy bien delimitado y rastrillado haciendo más amigable caminar por él, con puentecitos de madera, carteles con los nombres de las especies nativas, bancos, etc. etc…

El sendero. Fotos: Ricardo Kleine Samson

Pero no solo el sendero, toda el área muestra las evidencia de que en algún momento alguien lo jerarquizó y puso a toda esa área en valor porque vio uno de los paisajes más bonitos, caprichosos y pintorescos de este norte. Pero eso es historia, porque hoy, apenas se ven los senderos, los puentecitos fueron abandonados y hasta son peligrosos de cruzar sin correr el riesgo de que sus descuidadas maderas se quiebren, los bancos están tirados y rotos y los caños del riego por goteo totalmente quemados y sueltos.

Una sorpresa tras otras en El Saltillo.

Solo algunas piezas han resistido heroicamente el abandono…Como en la Roma actual, quedaron los restos de lo que antaño fue un imperio que viene a terminar en una de las cascadas más curiosas que hay por aquí… Y aquí, disculpe la redundancia, quería llegar… olvidemos por un momento el estado de abandono en el que está ésta área, agradezcamos al EPEN (Ente Provincial de Energía de Neuquén) que haya puesto un poste sobre el que desprolijamente colgaron con alambre el cartel de Los Saltillos y a quien tan gentil como desprolijo apoyó el cartel de Bienvenida en la tierra y el alambrado y acompáñeme por los maltrechos mil… mil trescientos metros de sendero que van hasta aquella piedra que está allá…¿La ve…? ¡Le prometo que se va a sorprender…!

Aquella que está allá es la mina de oro…aquel de abajo es el cañadón por el que corre el arroyo Huaraco, aquellos son pinos, esos coirones… ¡Cuidado…! no pise esas maderas, se pueden romper y este es el cielo que a la noche se estrella como una fiesta… ¡¿Escuche, escuche…?! Sssshhh.. .es el agua de la cascada que viene bajando por aquellas piedras de allá arriba…¡ ¡… Qué le dije…!! ¿Vio qué belleza…? Y sigue para allá…Venga, venga…

Los Saltillos son de esos lugares que a todo el mundo le gustaría tener cerca, para caminar, para recorrer, para desenchufarse, para conocer, para sacar fotos, para pasar la tarde o pegarse un chapuzón, para promover el turismo o las visitas de los parroquianos y deslumbrarse, además de con su entorno, con esa maravillosa cascada que irrumpe contra la piedra y la horada desde hace millones de cosas y que viene cayendo casi desde la vieja mina de oro que está allá arriba llevándose los secretos que esconden sus viejas cuevas…¿La ve…?


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