Las asombrosas fotos de la crecida y la nieve en el norte de Neuquén

El fotógrafo Martín Muñoz recorrió su tierra, el norte neuquino, en plena crecida y cuando nevó después en Los Bolillos. Aquí el impactante registro de su paso por las rutas y los puentes acosados por el agua y los maravillas de la zona cuando cayeron los copos blancos.

Así estaba la pasarela de Pichi Neuquén a 20 km de Manzano Amargo cinco días atrás. Fotos: Martín Muñoz.

En los últimos días Martín Muñoz recorrió el norte neuquino para registrar el impacto de las crecidas en la zona tras el temporal. Y el martes a la mañana, mientras iba hacia Los Bolillos, lo sorprendió la nevada que caía sobre esos tótems naturales esculpidos por el viento durante miles y miles de años. Ahí nomás se crió antes de radicarse en Varvarco, a 19 kilómetros, ahí vuelve cada vez que puede, acompaña a los arrieros y sus piños, registra el vuelo de los cóndores, se sorprende otra vez por tanta naturaleza entre picos nevados, ese cielo puro y los puestos de los crianceros, mientras busca los mejores ángulos para hacer lo que más le gusta: compartirle al mundo la belleza de su tierra, esa que conoce a fondo, primero como guardafauna y después como fotógrafo. Ahí también fue el martes pasados y terminó filmando otra maravilla: la nevada tras las lluvias. Pero antes, sorprendido por la furia extrema, hizo un registro impresionante de las consecuencias del temporal. «Pasamos de la sequía al aluvión», dice.

El puente sobre el río Neuquén en Chos Malal cuatro días atrás. Fotos: Martín Muñoz.

Puente sobre el río Neuquén en Varvarco, en una imagen del 25 de junio. Ruta 43. Fotos: Martín Muñoz

¿Cómo están las rutas en el norte neuquino?


«El martes en Las Ovejas cayó un poco de nieve, a la mañana recomendaban andar con cadenas o en 4×4 porque la ruta estaba resbaladiza. De Varvarvo a Aguas Calientes estaban abriendo. A Colomichicó no se llegaba. Para Manzano Amargo y Pichi Neuquén estaban trabajando las máquinas, ya que había familias aisladas y el camino resbaladizo, como en la zona de El Llano. Por eso aconsejaban quedarse en casa sino había nada indispensable que hacer», señala.

Así estaba Manzano Amargo tras la crecida del río Neuquén. Fotos: Martín Muñoz

La ruta 54 cortada en Pichi Neuquén, en una imagen del 24 de junio. Foto: Martín Muñoz.

Y continúa: «El martes por la mañana en los Bolillos había entre 5 y 10 cm de nieve pero ya para el medio día no quedaba nada por los suelos mojados y el viento, se fue enseguida», describe.

Así estaba la cascada Escondida en Manzano Amargo.

Martín en la cascada La Fragua en Manzano Amargo

Los Bolillos, volcán Domuyo y cajón del Atreuco: postales después de la crecida y la nieve


«Después fui a la zona del Cajón del Atreuco, donde solo se llega en vehículos 4×4 por los caudales de los arroyos que atraviesan la ruta. A Los Bolillos se llega también en 4×4. Ayer en la zona las máquinas arreglaron solo para paso de emergencia, para el turismo está cortado», agrega.

El martes nevó en Los Bolillos, a 19 km de Varvarco en el norte de Neuquén. Fotos: Martín Muñoz.

Impresionante. Así estaba el martes el volcán Domuyo. Fotos: Martín Muñoz.

«Ayer las rutas 43 hasta Varvarco y la 54 hasta Manzano Amargo están transitables con precaución por hielo», continúa.

El cajón del Atreuco el martes. Fotos: Martín Muñoz.
El espectacular cajón del Atreuco ayer. Fotos: Martín Muñoz.

Y se despide así: «De la sequía al diluvio. Fue extremo el cambio. Están reparando todo a mil se viene la nieve ahora. Así que deben arreglar rutas, pasarelas, puentes. Aún así, ayer fue impresionante fue ver nevar en Los Bolillos y las vistas del Atreuco y el Domuyo».


Cómo llegar a Los Bolillos en el norte neuquino

Los Bolillos el martes. Foto: Martín Muñoz.

Cuando queden atrás las consecuencias del temporal y se pueda ir, al final de un camino de ripio que serpentea entre puestos de invernada y piedras, Los Bolillos invita a viajar en el tiempo en ese santuario de los tótems naturales del norte neuquino.

Para llegar a ese territorio donde cayeron fragmentos de erupciones volcánicas hay que hacer unos 15 kilómetros desde Varvarco por la Ruta Provincial 43, a esa altura un camino de ripio que zigzaguea entre montañas. Y desviarse donde indica el cartel unos cuatro kilómetros hacia la izquierda.

Ya desde donde dejás el auto, sobre una loma, la vista es estremecedora: una sucesión de rocas con forma de agujas, conos y domos que viran del rojo al ocre. Detrás, los campos de los crianceros y los álamos y pinos que protegen los puestos en el valle del río Varvarco. Más allá, entre las nubes, se recortan los picos nevados de la cordillera. Una panorámica incluye más maravillas en forma de piedra tallada a derecha e izquierda, bajo el cielo celeste de una soleada mañana otoñal en la Patagonia.

Sólo hay que descender unos 100 metros por la leve pendiente de tierra y arena para empezar la recorrida entre pequeños arbustos, mientras el viento que baja de las montañas mece las matas y el eco de su soplido es la banda sonora de un paseo de película.

Un cálculo aproximado indica que las rocas y los macizos de arenisca están esparcidos en unos 400 metros de largo por unos mil de ancho, sobre una pequeña porción de las 92.000 hectáreas del Área Natural Protegida Domuyo.

Los Bolillos desde otra perspectiva.

La primera parada es la formación conocida como Los Monjes, gigantes de unos 15 metros de altura que se ganaron su mote por la semejanza con un grupo de religiosos parados con capucha y sotana. Ocupan el centro de la escena y es inevitable que concentren las miradas iniciales.

Vale la pena caminar hasta una pequeña colina para contemplar el lugar desde un punto panorámico opuesto al del acceso. Desde ahí los monjes parecen estar en procesión y la perspectiva de ese valle de apariencia lunar es aún más asombrosa.

A partir de allí no hay un orden preciso: hacia donde vayas te vas a sorprender con las geoformas de los macizos.

Además de en vehículos, hasta aquí llegan viajeros en bici y otros aventureros como parte de un trekking.

Todos destinan un buen rato a perderse entre esos gigantes o se organizan para verlos con la luz del amanecer, la puesta del sol y las noches estrelladas.

Los Bolillos ayer por la tarde, cuando se derretía la nieve.

También es tierra de leyendas: los lugareños cuentan que en el siglo XIX famosos bandoleros chilenos que buscaban un refugio aislado enterraron un fabuloso botín.

Si está oculto debajo nadie pudo comprobarlo aún, pero sobran evidencias de que sobre la superficie hay un verdadero tesoro.


Cómo llegar a Varvarco


Si vas a ir, siempre hay que chequear el pronóstico y el estado de las rutas en el parte diario de Vialidad Provincial Neuquén. Y en especial después del temporal.

¿Cómo llegar? Si tomamos como referencia Neuquén capital, hay que ir por la ruta nacional 22 hasta Zapala, empalmar con la mítica ruta nacional 40 hasta Chos Malal (podés cargar combustible) y ahí tomar la espectacular ruta provincial 43, pasar por Andacollo (también podés cargar combustible), Villa Nahueve y Las Ovejas, donde termina el asfalto. Seguís por el ripio y unos 18 km más adelante, la 43 dobla a la derecha hacia Varvarco. En ese punto nace la también espectacular Ruta 54. Son 21 km más hasta Manzano Amargo, también un gran plan.


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