«Modo viajero»: eligieron esa forma de vida y revelan sus amores de verano en Bariloche

Paula Streppone y Claudio López hace un año dejaron sus trabajos y su ciudad en Monte Grande y decidieron cambiar de vida. Compraron una Fiat Ducato del 2000, que convirtieron en su casa y llegaron a la Patagonia.

Cuando les preguntan, Claudio y Paula sostienen que «vivir de viaje nos genera motivación, entusiasmo, adrenalina, ideas, nos acompaña como pareja, porque estamos juntos hace 15 años y este viaje forma parte de una nueva etapa en la que nos redescubrimos». Paula Streppone tiene 32 años, Claudio López, 36, y sí, le dicen Piojo. Están por cumplir un año por los caminos de la Patagonia y desde Bariloche, dónde se encuentran actualmente, celebran y recomiendan algunos de los lugares que se convirtieron en sus amores de verano.

Esta aventura que bautizaron Modo Viaje Random comenzó en marzo del 2022. Los dos son de Monte Grande, en la zona sur de Buenos Aires y en noviembre del 2021 compraron una Fiat Ducato del 2000, la convirtieron motorhome y al poco tiempo en su hogar.

La Fiat Ducato del 2000, que convirtieron en motorhome. Fotos: @modoviajerandom

Todavía era verano y decidieron arrancar por toda la costa atlántica, pararon en varias playas bonaerenses, camino hacia el sur. Después llegaron a Viedma, Las Grutas, Playas Doradas y Puerto Madryn, donde apagaron el motor por un rato.

“Puerto Madryn es una ciudad muy amigable con los motorhome, estábamos en la costanera, hay wifi libre, baños públicos, canillas para cargar agua. Esa fue nuestra primer estadía larga», dice Claudio y agrega que en mayo, decidieron cruzar a la cordillera.

Fueron por la ruta 25, pasaron por Gaiman, Dolavon, hasta Tecka, avanzaron con un frío patagónico que se comenzaba a sentir fuerte, no les perdía pisada y llegaron a Esquel. «Un amigo de Trevelin nos ofreció lugar. Fue increíble porque el viaje nos va permitiendo conocer a personas que de manera amorosa, honesta y generosa te ofrecen lo que pueden desinteresadamente», afirman.

Paluli y el Piojo comparten su historia viajera en Instagram. Buscalos como @modoviajerandom

Sebastián les abrió la puerta de su casa durante tres semanas. «Supimos lo que es que las cañerías se congelen, lo que es salir a buscar leña. Vivimos la experiencia de vivir el invierno crudo de la Patagonia como lo vive una persona del lugar, oriunda, y es diferente».

De ahí, se fueron a El Bolsón, donde estuvieron un mes y medio en el Hostel la Casa del árbol, con Fabri y Clari, quienes también se convirtieron en sus amigos. Pau y el Piojo se dedican a la creación de contenidos y gestión de redes sociales, él es operador de drone y cuando el frío aflojó y comenzó a llegar la primavera, consiguieron un trabajo en Bariloche.

“Llegó una propuesta para trabajar Parques Nacionales, como operadores de drone para la prevención de incendios, búsqueda de personas, cazadores furtivos y emergencias y desde diciembre estamos en Bariloche», relatan.

Por los caminos de la Patagonia

Se subieron a su motorhome y como hacen cada vez que llegan a una nueva ciudad, buscaron un lugar tranquilo y seguro. Si bien habían estado en Bariloche antes, siempre había sido «en modo vacaciones».

«Tenemos equipada la camioneta, con paneles solares, lo único que en nuestra rutina diaria tenemos que gestionar es el tema del agua y de la ducha. Salimos a viajar y a trabajar. En estos tiempos de trabajo remoto tenemos la posibilidad y la gracia de poder trabajar mientras viajamos», aseguran.

Antes de dejar sus trabajos y embarcarse en esta andanza, solían hacer viajes de mochileros por 14 o 15 días para conocer lugares, refugios, lagos. Estuvieron varios campings de la zona, pero gracias al nuevo modo de vida, pueden meterse en lo profundo, descubrir cada rincón y compartirlo.

Los Piletones el Manso tomados por el drone. Fotos: @modoviajerandom

«Sacamos fotos, hacemos videos, nos encanta mostrar cada lugar al que vamos, su esencia, los paisajes, los colores, los caminos, para que la gente que conoce recuerde el lugar y el que no, que tenga una opción el día de mañana de venir a estos lugares fantásticos».


Piletones del Manso, Villa Tacul, Valle Encantado, Dina Huapi y algunos recomendados


«A los Piletones del Manzo desde que estábamos el El Bosón nos los recomendaron muchísimo. Un fin de semana no teníamos que trabajar así que nos tomamos sábado y domingo para estar allá. Es una experiencia súper linda y agradable», dice el Piojo.

Piletones del Manso. Fotos: @modoviajerandom

Se quedaron en un camping agreste que hay allá y les salió unos $1200 por persona. Aclaran que si solo querías estacionar la camioneta eran $800. No hay luz, ni duchas calientes pero ellos están muy acostumbrados y les gusta que sea así porque se puede conectar con la naturaleza.

«Hay muchas opciones de cosas para hacer. Queremos repetir porque se puede caminar mucho, a lugares más solitarios y los piletones son el atractivo del lugar, aunque se llenan de gente».

Si tienen que elegir otros lugares, también suman Dina Huapi, porque allí están seguido. «En ese lugar nos recibieron muy bien, es sumamente tranquilo, podés estar en paz y tiene unas playitas muy lindas. Además en el barrio tenés todo».

Dina Huapi desde el motorhome. Fotos: @modoviajerandom

A Villa Tacul no la conocían pero fueron un fin de semana y les encantó. Tiene colores, rodeado de montañas, lagos. Está en el corazón del Parque Municipal Llao Llao y permite recorrer senderos de poca dificultad que conducen a playas de arena, lagos y miradores, entre bosques de arrayanes, lengas y coihues que superan los 30 metros de altura.

También Valle Encantado los eclipsó. Cuando llegaron de Buenos Airespasaron por ahí y les quedó anotado en la lista de «pendientes». Una vez asentados en Bariloche volvieron y se encontraron con la orilla del río Limay llena de pescadores y belleza. Un paraje que tiene una magia especial, rodeado de montañas y formaciones rocosas que si dejás volar la imaginación, cobran vida.


Modo viaje Random


El diccionario define «random» como aquello que depende del azar; que no obedece a ningún método o criterio y de eso se trata la continuidad del viaje.

Muy cerca del centro de Bariloche, se pueden recorrer 1200 hectáreas de bosque andino patagónico en Villa Tacul. Fotos: @modoviajerandom

«A veces nos preguntan como van a continuar el viaje, pero la realidad es que Argentina es tan grande y hermosa que no se puede planificar. El 80% de un viaje así es más incertidumbre que otra cosa, pero la motivación nos lleva a disfrutar», dicen los chicos.

Internamente saben que seguirá para el norte. Desde que salieron, le dijeron a Sabrina, una amiga de Buenos Aires que se fue a vivir a Mendoza, que la irían a visitar y los espera. El frío los llevará a salir de la Patagonia pero están tranquilos, sin apuro, porque viven cosas interesantes en cada lugar.

Valle Encantado. Fotos: @modoviajerandom

«Vivir de viaje es incertidumbre, valorar cosas que antes pasaban a simple vista, encargarse del agua, la ducha diaria, el cargador solar, otro estilo de vida que disfrutamos mucho». «Para nosotros es un sueño vivir así. Somos personas que nos encanta viajar, conocer nuestros lugares», concluyen y disfrutan.

Fotos: @modoviajerandom

Pauli y el Piojo comparten su historia viajera en Instagram. Buscalos como @modoviajerandom


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