Vuelta de página en la política neuquina

Federico Aringoli

Editor responsable. Nació en 1982 en General Roca, Río Negro. Es licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Realizó tareas de investigación académica entre 2005 y 2007 como becario de la UNCo. Luego se formó en periodismo digital. En RÍO NEGRO fue editor de la sección Energía (2017-2018), jefe de la agencia Neuquén (2018-2022) y Prosecretario de Redacción (2020-2022). Reside actualmente en Neuquén capital. En Diario RÍO NEGRO desde 2005.

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El gobernador Omar Gutiérrez confirmó, tras las elecciones, que el maquillado gabinete se preparaba para el proselitismo.


Con el brindis de anoche se cerró un año conflictivo y complicado para todas las fuerzas políticas neuquinas. Como pocas veces pasó, no hubo quien no se aliviara con la vuelta de página en el calendario. El 2021, que pareció una continuidad ininterrumpida del 2020 por la pandemia, fue un hervidero que comenzó con las protestas de los elefantes de Salud, donde quedaron enredados los gremios tradicionales, la justicia y la Legislatura, que terminó reviviendo y ganando volumen político. Después vinieron las internas, los armados electorales y las intromisiones partidarias y, finalmente, las elecciones generales. Pero no hay buenas noticias: el 2022 amenaza con traer más convulsión.

El gobernador Omar Gutiérrez tomó otro semblante tras el proceso electoral. Si bien siempre las fotos del MPN son más sonrientes cuando el precio del barril es alto y el gobierno cierra un año con una caja que no imaginaba en las Fiestas pasadas, lo que cambió para el mandatario fue el centro de gravedad de la política.

Pese a que la cuenta regresiva para su salida del sillón de Rioja y Roca está en marcha, parece aparecer en el horizonte una transición más liviana para el gobernador. Por un lado, porque no pone en juego capital político propio, claro, porque seguramente será una deuda que se anotará a la salida de su mandato. La Lista Azul, de la que es uno de los pilares, es una creación de Jorge Sapag y los candidatos que corren por esa escudería tienen un mayor costo para el exgobernador.

Gutiérrez confirmó, tras las elecciones, que el maquillado gabinete se preparaba para el proselitismo. El primer golpe lo tuvo con la muerte de un niño de dos años que fue abusado y golpeado en un contexto de violencia intrafamiliar. Una de sus figuras políticas se llevó el costo. Sin embargo, el resto del plan sigue en marcha: obra pública, peregrinaciones a Buenos Aires y recorridas por el interior.


La prueba que le falta superar a Darío Martínez, y al PJ neuquino, es la de querer ser gobierno en la provincia.


Por el momento Marcos Koopmann, el vicegobernador, tiene la pista libre para intentar instalarse y tratar de competirle al diputado Rolando Figueroa, quien frenó antes de la rotonda de la interna del MPN y analizará hasta último momento si entra o busca el camino alternativo.

Koopmann, a diferencia de Figueroa, se presenta con un perfil diferenciado para el partido provincial y arma una carpeta con una veintena de proyectos que, cree él, deben ejecutarse mientras dure la transición energética que -en algún momento- dejará a Neuquén sin casi el 60% de su recaudación: el mundo después de Vaca Muerta, que además mira con celos lo que se habla del potencial off shore frente a Mar del Plata.

Pero no serán los proyectos productivos de Koopmann ni los encendidos discursos legislativos de Figueroa los que harán del brindis del 2022 un trago amargo o dulce.

En frente el secretario de Energía, Darío Martínez, a quien no se le auguraba una extensa gestión en la cartera nacional, aprobó sus exámenes y salvó la ropa en noviembre con la banca que obtuvo Tanya Bertoldi. La prueba que le falta superar a Martínez, y al PJ neuquino, es la de querer ser gobierno en la provincia. Siempre termina siendo una evaluación de costos para el peronismo local.

El reunificado Juntos por el Cambio tiene una figura que proyecta acumular los votos del espacio y hasta una ampliación de esa. El diputado y empresario Pablo Cervi parece ser la rara avis que preocupa al partido provincial porque llega hasta sectores cada vez más amplios de una sociedad neuquina que, en apenas dos décadas, vino consolidando una mutación en base a sueldos petroleros y usos, costumbres y deseos de una clase media más despojada de los grandes relatos que forjaron la opinión pública neuquina.

Cuando todo parece indicar que la política interna del MPN marcará el 2022, habrá que esperar a ver cuán convincente es el enfrentamiento y qué réditos dará sino es que algunas de sus figuras aprovecha ese impulso para escribir la página que recordará su carrera política.


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