Boliche de Cipolletti deberá pagar más de 3 millones a un joven por una brutal golpiza

Los dueños cerraron sus puertas en 2017. El cliente fue a una fiesta que terminó en un violento descontrol, y fue atacado en la vereda, cuando el personal de seguridad estaba desalojando el local. Recibió un golpe en la cara.

La sociedad que administró un pub que cerró sus puertas en 2017 fue condenada en el fuero Civil por los daños que sufrió un cliente, que asistió a una fiesta que terminó en un violento descontrol. El hombre fue atacado en la vereda, cuando el personal de seguridad estaba desalojando el local, y recibió un golpe en la cara que le causó múltiples fracturas y debieron colocarle una placa con tornillos. Cobrará más de tres millones.

La sentencia es del Juzgado Civil 1 y aún no está firme porque puede ser apelada. El fallo tuvo en cuenta el daño físico y moral.

El damnificado tuvo que ser operado y estuvo 17 días internado por una fractura malar con hundimiento. El perito dictaminó que el hombre presenta secuelas anatómicas y funcionales con una incapacidad laborativa parcial y permanente del 15%.

En cuanto al daño moral, valoraron que las lesiones incidieron de forma negativa en la calidad de vida del damnificado, que ahora tiene trastornos del humor, quejas y ánimo depresivo en cuanto a lo ocurrido. También manifiesta extrañamiento en cuanto a la sensorialidad en la zona del rostro, pérdida de su vida social y recreativa, dolores y molestias que también afectan a su estado anímico.

El pub finalizó su actividad en 2017, pero el predio sigue funcionando como bar. (Foto: Facebook)

La seguridad en la entrada

La sentencia sostuvo que el concesionario de la discoteca debe velar porque, ni los servicios que brinda, ni el lugar, la actividad, el desorden o lo que genere esta actividad provoquen daños en las personas o los bienes de sus clientes.

“Como derivación de la obligación legal de seguridad impuesta por el citado», puntualiza el fallo, y precisó que «el titular de la disco debe asegurar la salida de sus cocontratantes sanos y salvos, esto es, en la misma forma que ingresaron al local”, dice la sentencia.

También se consignó en la resolución, que la obligación del “deber de seguridad” incluye también la zona de ingreso y egreso, como en este caso, ya que el episodio ocurrió en la vereda.

La demanda prosperó por los rubros de incapacidad sobreviniente, es decir daño físico y psíquico, por $3.233.180,84, daño moral, por $ 220.000, tratamiento psicológico por $13.749.96. El total da $3.466.930,80.


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