Cervecerías y chocolaterías de Bariloche quieren vender por ventanilla

Son las dos industrias artesanales más distintivas de la ciudad. Esta semana retomaron la modalidad de delivery pero analizan otras estrategias.

La posibilidad de vender a través de delivery a partir de este lunes, luego de una flexibilización de las medidas para frenar los contagios de coronavirus, conformó solo en parte al sector cervecero y chocolatero de Bariloche, que mira otras estrategias de venta y apuntan al retiro por ventanilla.

Un grupo de propietarios insistió con la modalidad del take away (retiro en el punto de venta) para poder sostener “mínimamente” las estructuras comerciales. Se trata de recibir a los clientes a través de una pequeña ventana -al igual que las farmacias-, desde donde podrían retirar los pedidos.

El delivery no es para la estructura que tenemos. Quizás le sirve al que tiene tres o cuatro empleados. Nosotros tenemos 25”, indicó Martín García, propietario de Manush.

“Soy ingeniero –agregó- y como tal, uno estudia volúmenes. El delivery nos genera un movimiento del 10%. Con el sector gastronómico, estamos negociando el take away para que el 10 de mayo, podamos ofrecer una vianda a través de una ventanilla con la misma normativa que un almacén”.

Manush con el delivery vende un 10% de su producción pero con el take away calcula que multiplicará los ingresos. Foto: Alfredo Leiva

De esta forma, afirmó García, el movimiento aumentaría en un 40% y requiere menos logística que el reparto a domicilio. Por lo pronto, no se necesita material de embalaje, ni vehículos, ni gastos en combustible. “En Europa, en el peor momento de la crisis, el take away estuvo habilitado”, afirmó.

García explicó que la entrega sería a través de “turnos espaciados para que no haya acumulación de gente” y coordinando las entregas cada 10 minutos.

Luis Brogger, presidente de la Asociación de Chocolateros de Bariloche, consideró la necesidad de reconvertirse ante la crisis.

“Hoy el delivery nos genera una ventanita para tener algo de comercialización. Otras chocolaterías más grandes tienen bocas de expendio en Buenos Aires donde nunca cortaron el delivery”, planteó.

Al igual que García, consideró primordial “la posibilidad de vender en el local aunque sin abrirlo”. “La gente podría acercarse y atendemos por una ventanita similar a la que tienen las farmacias para hacer el expendio por ahí. Esperemos que aprueben el take away”, dijo el propietario de Tante Frida.

El empresario chocolatero admitió que cada empresa deberá idear “estrategias para captar al cliente local” porque “recién se podría pensar en turistas para la temporada de verano”.

El presidente de la Cámara de Comercio de Bariloche, Eduardo Caspani, consideró que “después de la situación de restricción total, el delivery o cualquier medida nueva para evitar estar sin ingresos, ayuda”. Anunció el lanzamiento de “Bariloche sale”, una plataforma web que desarrolló la Cámara de Comercio, junto con el municipio, que ya cuenta con más de 38 comercios adheridos y otros 30 más “en situación de espera” para ser aprobados.

“Está pensada para hacer delivery o take away -retiro en punto de venta-. ¿Vamos a volver a la normalidad solo con el delivery? Claramente no”, enfatizó Caspani.

Admitió que la entidad que preside trabaja con la municipalidad y el gobierno provincial “en la reapertura de actividades en distintas fases para volver a la normalidad cumpliendo con todos los protocolos de seguridad”. Pero todavía no hay anuncios oficiales.

Las chocolaterías y heladerías artesanales como Mamuschka, desde el lunes realizan envíos a domicilio. Foto: Alfredo Leiva

El titular de Chocolatería Framton, Gabriel Di Tulio, dijo que medidas como el delivery “son como una albóndiga para un oso”. “Puede servirle a algunos colegas. No a nosotros que vendemos un 90% a turistas y un 10% a barilochenses (del cual el 6% es por la cafetería que está cerrada)”, dijo.

Cuestionó que pese a la “buena predisposición”, no recibieron asistencia ni del gobierno nacional ni de la provincia. “Ahora se nos viene el pago de sueldos”, recordó.

“Nuestra estructura –planteó- no está para vender por delivery ni a los barilochenses. La economía está paralizada y no somos un producto esencial. Lo último que hacés es comprar bombones”, señaló Di Tulio quien de todos modos, modificó la página web de su empresa para vender a través de e-commerce.

“Entiendo que no se pueda abrir pero si no tenemos ayuda de Nación para sostener al personal, muchos vamos camino a quebrar. No hay mucha alternativa”, concluyó.


Un alivio para los más chicos


Angel Perticará, el propietario de la microcervecería Konna consideró que el delivery “significa salir del ingreso cero para pagar sueldos”.

Ángel Perticará, de Konna, celebra que le permitan el envío a domicilio para reactivar los ingresos. Foto: Alfredo Leiva

“Ya teníamos pedidos desde hace 20 días atrás que obviamente no pudimos satisfacer. Este lunes arrancamos con máximo cuidado. No queremos que los casos de coronavirus repunten ni mucho menos”, aseguró Perticará quien admitió que ya se piensa en la temporada de verano porque el resto del año “está perdido”.

Reconoció que los locales más chicos “somos los que mejor estamos. No tenemos deuda con el fisco y tenemos reserva como para aguantar dos meses más pagando sueldos. Hay otras cervecerías que habían apuntado a otros mercados y no pagaron”.

Perticará afirmó que hoy, cualquier cervecería para ofrecer un producto de calidad tiene “más del 80% de los costos en dólares”. “De modo que todo esto va a afectar al sector. Varios van a quedar en el camino”, dijo.


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