Chacareros molestos por el robo de fruta en Río Colorado

Ccurre cada temporada pero en los últimos años se agravó la situación. El daño no es solo por lo que se llevan, sino también las plantas rotas.

Con el comienzo de la temporada frutícola, también retorna el malestar -histórico- entre los productores frutícolas por los constates robos de fruta que luego termina siendo comercializada en el “mercado negro” de la localidad.

Aunque el monto económico por cuadros frutales no logra ser cuantificado, la preocupación mayor se enfoca en los daños que sufren las plantas, que son irreversibles.

Aunque las quejas se multiplican puertas adentro de la mayoría de los cuadros, las denuncias policiales no se concretan. Solo en ocasiones alertan de posible “gente extraña” recorriendo en horarios sospechosos a las patrullas policiales que realizan rondas o en las cadenas internas entre los productores utilizando el Whatsapp.

Todos los chacareros consultados coinciden en que “el robo hormiga”, de dos, tres, cuatro cajones con fruta, en algunos cuadros, ocurre desde siempre en las colonias de Río Colorado. La “mercancía” obtenida mayormente durante las últimas horas del día o de noche, finaliza en comercios, o verdulerías locales. Otras son fraccionadas para comercializarlas personalmente o por redes sociales.

También surgieron comentarios que señalaron que “vemos también a gente que para al costado de la calle con autos cero kilómetro, de donde bajan corriendo chicos con bolsas y se cuelgan de las plantas para sacar la fruta y hacen más daños que otra cosa. Es lamentable, porque esa gente no tiene necesidad y si vienen a pedirme y no la pueden pagar se las doy. Pero eso no se debe hacer”, dijo uno de los productores consultados.

Por estos días, con el comienzo de la temporada de cereza y de los primeros duraznos, varios fueron los afectados con los robos, inclusive algunos terminaron detectando que “sus cajones eran exhibidos en verdulerías.”

Por su parte el presidente de la Cámara de Productores de Río Colorado, Víctor Pardo, señaló que “siempre existió el robo de frutas. Pero en los últimos años se generó un comercio local que agravó la situación aumentando la cantidad de robos. Sumado a los daños que hacen a las plantas quebrando ramas para sacar fruta”.


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