Chano con Juana Viale: «Dios sabe por qué hace las cosas y ese balazo me sirvió”

El cantante habló en una entrevista. Contó qué recuerda y cómo se siente.

Chano Charpentier le concedió una íntima entrevista a Juana Viale. La charla pudo verse en Almorzando, el programa de Mirtha Legrand. Allí, el músico explicó cómo está luego del violento episodio que protagonizó en julio pasado.

“Estoy mejor que nunca, yo se que parece extraño. Estamos en Gens, una comunidad terapéutica. Estoy hace dos meses. Vine a hacer un tratamiento con internación, que lo necesitaba de verdad. No podía parar”, confesó Chano en el inicio de la entrevista.

“¿Si no hubiese pasado lo que pasó, hubieses parado?”, le consultó Viale. “Tal vez no, lo voy a tomar como una tocada de fondo para que no pase nunca más”, respondió el músico, quien también describió cómo son sus días en la comunidad terapéutica: “Tenemos una rutina muy firme, inquebrantable. Me ayudan a trabajar los límites. Te dejan fumar solo 8 cigarrillos por día, vamos a pedirlos en fila. También hay momentos de meditación. Es raro. Parece bizarro pero es uno de los mejores lugares en los que estuve en mi vida”.

El cantante también explicó que en el lugar hace música y que lo llaman por su nombre. “Soy Santi acá. Es raro porque a mí me dicen Chano desde chico”, indicó.

Poco después, Juana le preguntó sobre cómo fueron los días previos al violento episodio. “Me acuerdo que estaba en una semana… Yo estaba en tratamiento con mi psiquiatra desde siempre, pero era ambulatorio. Con la pandemia lo dejé y eso me mató. Empecé a manipular mi medicación: primero empecé a dejar mi terapeuta y después consumía una sustancia blanda que todo el mundo la toma como blanda, pero es psicótica cuando la fumás”, recordó.

“Durante la pandemia estuve solo en una casa gigante y consumía solo- reveló Chano- Ya no podía soportar que hubiera gente y era muy triste porque la verdad es que la estaba pasando muy mal. Días antes del accidente empecé a consumir alcohol y sustancias, y no me acuerdo de nada”.

Luego confesó: “Te juro que iba a comprar sustancias llorando, no podía parar. No tenía un consumo de boliche, social. Consumía solo, en casa, paranoiqueando”.

Sobre la noche del violento episodio, Chano señaló que recuerda muy poco. “Me acuerdo de mi llamado al 911 porque mi mamá vino a mi casa queriendo internarme y yo no me quería internar. Mi psiquiatra le había dicho que si yo no quería no se podía”, rememoró.

Y amplió: “Me despierto en el Otamendi, atado. No sabía nada. No tengo ningún recuerdo de nada, ni del ruido del disparo ni nada. Me lo contaron”.

“Creo que Dios sabe porqué hace las cosas y ese balazo me sirvió. Más allá de que haya perdido el riñón, parte del páncreas, el bazo…”, concluyó Chano.


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