Murió Chingolo Casalla
El historietista, percusionista y músico falleció esta madrugada. Tenía 90 años. Profundo dolor en Bariloche. Desde esta tarde se podrá despedir sus restos en la municipalidad. El sepelio será mañana 10:30.
El dolor se transformó en un sentido homenaje, con música, canto, fotografías y anécdotas, como le hubiese gustado a Carlos “Chingolo” Casalla, un talento que se cultivó en Bariloche y que vivió intensamente hasta ayer a la madrugada cuando dio su último respiro en su casa de la calle Belgrano.
El historietista, dibujante, percusionista y músico de pura cepa murió tras una larga vida de nueve décadas donde no le faltaron publicaciones, distinciones y, sobretodo, el reconocimiento de la comunidad artística y de la ciudad que lo cobijó desde 1969 cuando se radicó de manera definitiva a orillas del lago Nahuel Huapi.
Los restos de Chingolo comenzaron a ser despedidos ayer mismo en una sala velatoria de la ciudad pero el profundo pesar que generó la noticia de su muerte y su trayectoria, obligaron a la Municipalidad a abrir las puertas de la Sala de Prensa, en el Centro Cívico, donde sus restos ingresaron pasadas las 13:30 y comenzaron a ser despedidos por la comunidad, entre música y recuerdos.
Una velada artística con los músicos que lo conocieron y acompañaron en algún momento de su vida, y la exhibición de fotografías suyas con el lápiz en la mano trazando alguna de sus historietas, con su batería, con la mirada transparente y la sonrisa que lo caracterizó, fueron parte de la despedida del artista.
Nacido el 1 de mayo de 1926 en el barrio del Abasto, en Buenos Aires, Chingolo estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes. Su primera ilustración se recuerda en 1947 cuando mientras cumplía el servicio militar, publicó en la revista El Soldado Argentino una versión ilustrada del Martín Fierro, según indicó la Biblioteca Nacional que bautizó con su nombre el concurso nacional de historietas dos años atrás. Fue declarado Ciudadano Ilustre de Bariloche y de Río Negro y obtuvo el premio Domingo Faustino Sarmiento del Senado de la Nación.
“Con eso ya estoy hecho”, dijo hace algunos meses Chingolo, al repasar sus distinciones, en la última entrevista que ofreció a “Río Negro” donde durante muchos años publicó una tira diaria de la historieta “Los pioneros del sur”.
Su creación más recordada es “El Cabo Savino” que publicó entre 1951 y 1984. Además ideó “Perdido Joe”, “El Cosaco”, “Alamo Jim”, “Larsen”, “Chaco”, “Finch” y “Memorias de un porteño viejo”. Trabajó en los diarios La Razón y Democracia, publicó libros e ilustraciones y fundó la banda de jazz Bop Club Argentino.
El año pasado, en abril, tras recuperarse de una cirugía y con el empuje de su esposa, Carlota von Gebhardt, presentó su libro “Martín Fierro en historietas pa’ principiar”. En el rubro musical integró diversos grupos y brilló a mediados de febrero por última vez con su batería junto a “Los 5 leones”, banda que compartía con su hijo y percusionista Carlos, en una presentación en la Biblioteca Sarmiento.
Nacido en Buenos Aires, Carlos Casalla se radicó de una vez y para siempre en Bariloche en 1969.
Murió Chingolo Casalla
Archivo

El “Cabo Savino” publicó entre 1951 y 1984, además ideó “Perdido Joe”, “El Cosaco”, “Alamo Jim”, “Larsen”, “Chaco”, “Finch” y “Memorias de un porteño viejo”.
En la década del 40, cuando trabajaba en los diarios La Razón y Democracia cofundó su banda de jazz Bop Club Argentino y luego integró varias bandas incluso con su hijo Carlos que heredó la pasión por la percusión.
Finalmente en 1969 se radicó en Bariloche donde vivió con intensidad hasta los últimos días.

Fue declarado ciudadano ilustre por el libro “El gran lago”, recibió el premio Domingo Faustino Sarmiento del Senado de la Nación y un homenaje en la Biblioteca Nacional. “Con eso ya estoy hecho”, dijo meses atrás en una entrevista con “DeBariloche”.
En febrero había participado junto al grupo “Los 5 leones” de un espectáculo en la Biblioteca Sarmiento, en lo que fue su última presentación como percusionista.

“El Cabo Savino”
y mucho más
Su creación más recordada es “El Cabo Savino” que publicó entre 1951 y 1984. Además ideó “Perdido Joe”, “El Cosaco”, “Alamo Jim”, “Larsen”, “Chaco”, “Finch” y “Memorias de un porteño viejo”. Trabajó en los diarios La Razón y Democracia, publicó libros e ilustraciones y fundó la banda de jazz Bop Club Argentino.
Aunque nacido en el Abasto porteño, Chingolo Casalla se hizo ciudadano de Bariloche dejando una profunda huella en la vida social y cultural de la ciudad.
Datos
- Aunque nacido en el Abasto porteño, Chingolo Casalla se hizo ciudadano de Bariloche dejando una profunda huella en la vida social y cultural de la ciudad.
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