Cómo es el plan de intercambio de gas con Chile que analiza el gobierno

Desde Ieasa se analiza realizar swaps durante los meses cálidos para recuperar ese gas en el invierno. Apuntan a reducir el fuerte costo que este año tendrán las importaciones.

El gobierno nacional se encuentra analizando a través de Integración Energética Argentina (Ieasa), la exEnarsa, una maniobra de intercambio de gas con Chile para tratar de reducir lo más posible las abultadas boletas de importación de gas natural licuado (GNL) y líquidos que ya se anticipan que el país deberá afrontar en el invierno del año que viene.

La maniobra no es nueva, sino que se trata de un swap, un intercambio de gas que en este caso desde Ieasa se busca que fluya hacia Chile en los meses cálidos que quedan hasta mayo, para que al contrario, retorne ese volumen hacia la Argentina durante el invierno.

Como se sabe la demanda de gas de Argentina tiene una marcada estacionalidad: en los meses como los actuales el consumo disminuye por el incremento de las temperaturas. Esto hace que la producción nacional exceda el nivel de consumo y por eso desde el gobierno se autorizan exportaciones.

Durante los inviernos sucede todo lo contrario. El nivel de consumo de gas crece hasta un 70%, la producción nacional no alcanza a cubrir la demanda y es necesario por ello la importación de GNL e incluso de líquidos como el gasoil y el fuel oil, algo que ocurrió en este invierno.

El plan de Ieasa es aprovechar la mayor producción nacional de gas que se logró por el Plan Gas Ar y el contexto internacional de altos precios, para que desde Chile se compre una mayor cantidad de gas argentino.

Un segundo buque regasificador volverá a funcionar en Bahía Blanca en el próximo invierno.

“El GNL en estos momentos está en torno a los 30 dólares por millón de BTU en los contratos que no son de largo plazo, digamos en los contratos de tipo spot. Entonces el objetivo es que los compradores chilenos opten por el gas argentino que sería mucho más económico para ellos porque ellos están necesitan gas en estos meses de verano pero es el pico más caro del GNL por la demanda del hemisferio norte”, explicaron fuentes del gobierno nacional.

La maniobra del swap se completaría durante el invierno cuando esos compradores trasandinos deberán devolver la misma cantidad de gas que compraron. La reducción del precio del GNL que actualmente se prevé en torno a los 17 dólares para el período de mayo a septiembre del año que viene, sería el incentivo de ahorro que los compradores chilenos tendrían.

Para Argentina nos permitiría tener otra boca de ingreso de gas para el invierno que es cuando nosotros lo necesitamos, aunque con un tope por la capacidad del gasoducto”, detallaron desde Nación.

Es que el plan en estudio contempla que el punto a partir del cual regresaría el gas al país es el gasoducto Norandino, que tiene una capacidad de transporte de entre 2 y 2,5 millones de metros cúbicos por día.


Números ajustados y costosos


El cálculo que hace el gobierno nacional parte para cubrir el pico de demanda del próximo invierno contempla por un lado que desde Bolivia se entregará una menor cantidad de gas, en función de cómo se vienen desarrollando las discusiones por la nueva adenda, y que a la vez en el próximo invierno volverá el segundo buque regasificador.

De hecho, fuentes al tanto de las gestiones, indicaron que desde Ieasa e YPF ya están elaborando el pliego de licitación para contratar un nuevo buque regasificador que volverá a operar en el puerto de Ingeniero White, en la zona de Bahía Blanca.

El ingreso de unos 2 millones de metros cúbicos de gas por día desde Chile permitiría compensar la menor inyección de Bolivia.

Los dos buques regasificadores -el que se contratará y el que opera en Escobar- tienen en conjunto capacidad para inyectar hasta 36 millones de metros cúbicos por día, un volumen que el gobierno espera no tener que alcanzar gracias a la reciente Ronda 3 del Plan Gas Ar.

En esa subasta las empresas comprometieron una producción adicional para el invierno que viene de 3 millones de metros cúbicos que Nación espera que sirvan para reducir lo más posible las importaciones.

“Para el invierno que viene sabemos que los subsidios se nos van a disparar porque el precio del GNL se espera que tenga una suba del 100% y el de los líquidos de al menos el 50%”, indicaron fuentes del gobierno y agregaron que “por eso toda molécula que se pueda ahorrar ayuda”.

Si bien el plan de Nación parece claro, las negociaciones con Chile no son tan fáciles. Por un lado, a diferencia de lo que sucede en Argentina en donde la importación de gas es realizada por Ieasa, en Chile el comprador no es el gobierno sino clientes particulares, en su mayoría del sector de la generación eléctrica.

El dato

2,5
millones de metros cúbicos por día es el máximo volumen que podría llegar al país a través del gasoducto Norandino.

Pero además, si bien trascendió que el gobierno buscaría formar una especie de Cammesa del gas, que se encargue de las exportaciones, en realidad ese fue el pedido de los potenciales clientes chilenos y aún no se ha avanzado con las empresas productoras de gas para definir si les interesa sumarse al swap y bajo qué modalidades.

Es que pese a los altos precios internacionales, la mayoría de los contratos de exportación que se están aplicando en estos días se han pactado a precios de entre 2,94 y 5 dólares por millón de BTU a raíz no solo de que se trata de contratos interrumpibles -en el caso de los menores precios- sino en especial porque el mercado chileno aún sigue desconfiando de la capacidad de Argentina de mantener sin cortes los envíos hacia el otro lado de la cordillera de Los Andes.


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