“Controles positivos”
A nivel municipal, y en distintos puntos del país, se están realizando controles de alcoholemia que tienen por objeto concientizar a los ciudadanos sobre el peligro que significa tener una proporción muy alta de alcohol en la sangre. Si superamos ciertos parámetros, corremos el riesgo de poner en peligro nuestra propia vida y la de terceros. Algo similar podría ocurrir con las pymes. Estamos pasando momentos difíciles y necesitamos que las autoridades que correspondan realicen controles de “consecuencias” sobre las empresas. Esta carrera de aumento de costos laborales y de la inflación con un mercado que no crece será nuestro fin como pequeñas empresas. Se debería establecer un parámetro (en porcentaje) que no supere determinado valor proporcional al ingreso de cada una de ellas. Un control de “consecuencias” ayudaría a mantener las empresas en pie y evitar que los empleados se queden sin trabajo. En mi caso, pagar los aumentos sin subir los precios significa tener que producir un 40% más, en un mercado cerrado, más competitivo y que no crece, algo parecido a lo que ocurre con las estaciones de servicios, muchas de las cuales debieron cerrar por falta de rentabilidad. Parece que los sindicatos no se dan cuenta de lo peligroso de esta situación y atan los aumentos de sueldos de sus afiliados solamente a la inflación, olvidándose de la realidad que padecen los generadores de empleo. Cada empresa tiene su propia realidad y ésta debería ser tenida en cuenta para aumentar. Los empresarios chicos también sufrimos la inflación y nos encontramos cada día más apretados entre “piso y techo”. Los mensajes intimidatorios hacia los empresarios sobre los días de cobro de sus afiliados también son frecuentes; se olvidan de que sin empresarios tampoco habrá trabajadores. Quienes arriesgamos continuamente con nuestras pequeñas empresas, pagamos todos los impuestos, quisiéramos crecer y no podemos y a quienes pagar los sueldos nos significa tener deudas previsionales o con proveedores, debemos ser defendidos en pos de mantener las fuentes de trabajo. ¿No somos trabajadores también? “¿Qué sería de mí sin ti?”, expresa Serrat en una de sus canciones. No podemos prescindir el uno del otro, nos necesitamos, nos complementamos, pero si las empresas quiebran para los emprendedores será mucho más fácil “rebuscársela” que para los que sólo van a cobrar un sueldo. Para ellos el panorama será mucho más difícil y la situación en general también degenerará en conflictos de toda naturaleza. Debemos salir de esta espiral negativa que nos está llevando a un camino sin salida. Deberíamos reflexionar sobre el modo de tomar decisiones trascendentes que beneficien a todos. Debemos encontrar una solución consensuada entre los principales actores de esta sociedad. Faltan ideas, sobran confrontaciones. Falta capacidad intelectual, sobra fuerza. Falta ética, sobra corrupción. Si seguimos así, este país es inviable. Es necesario que participemos aportando ideas, generando cambios… ¡no nos quedemos dormidos! Ricardo Dougall, DNI 10.532.537 Neuquén
A nivel municipal, y en distintos puntos del país, se están realizando controles de alcoholemia que tienen por objeto concientizar a los ciudadanos sobre el peligro que significa tener una proporción muy alta de alcohol en la sangre. Si superamos ciertos parámetros, corremos el riesgo de poner en peligro nuestra propia vida y la de terceros. Algo similar podría ocurrir con las pymes. Estamos pasando momentos difíciles y necesitamos que las autoridades que correspondan realicen controles de “consecuencias” sobre las empresas. Esta carrera de aumento de costos laborales y de la inflación con un mercado que no crece será nuestro fin como pequeñas empresas. Se debería establecer un parámetro (en porcentaje) que no supere determinado valor proporcional al ingreso de cada una de ellas. Un control de “consecuencias” ayudaría a mantener las empresas en pie y evitar que los empleados se queden sin trabajo. En mi caso, pagar los aumentos sin subir los precios significa tener que producir un 40% más, en un mercado cerrado, más competitivo y que no crece, algo parecido a lo que ocurre con las estaciones de servicios, muchas de las cuales debieron cerrar por falta de rentabilidad. Parece que los sindicatos no se dan cuenta de lo peligroso de esta situación y atan los aumentos de sueldos de sus afiliados solamente a la inflación, olvidándose de la realidad que padecen los generadores de empleo. Cada empresa tiene su propia realidad y ésta debería ser tenida en cuenta para aumentar. Los empresarios chicos también sufrimos la inflación y nos encontramos cada día más apretados entre “piso y techo”. Los mensajes intimidatorios hacia los empresarios sobre los días de cobro de sus afiliados también son frecuentes; se olvidan de que sin empresarios tampoco habrá trabajadores. Quienes arriesgamos continuamente con nuestras pequeñas empresas, pagamos todos los impuestos, quisiéramos crecer y no podemos y a quienes pagar los sueldos nos significa tener deudas previsionales o con proveedores, debemos ser defendidos en pos de mantener las fuentes de trabajo. ¿No somos trabajadores también? “¿Qué sería de mí sin ti?”, expresa Serrat en una de sus canciones. No podemos prescindir el uno del otro, nos necesitamos, nos complementamos, pero si las empresas quiebran para los emprendedores será mucho más fácil “rebuscársela” que para los que sólo van a cobrar un sueldo. Para ellos el panorama será mucho más difícil y la situación en general también degenerará en conflictos de toda naturaleza. Debemos salir de esta espiral negativa que nos está llevando a un camino sin salida. Deberíamos reflexionar sobre el modo de tomar decisiones trascendentes que beneficien a todos. Debemos encontrar una solución consensuada entre los principales actores de esta sociedad. Faltan ideas, sobran confrontaciones. Falta capacidad intelectual, sobra fuerza. Falta ética, sobra corrupción. Si seguimos así, este país es inviable. Es necesario que participemos aportando ideas, generando cambios... ¡no nos quedemos dormidos! Ricardo Dougall, DNI 10.532.537 Neuquén
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