Coronavirus e imagen: ganadores y perdedores entre los gobernadores

Un estudio de CB Consultora en las 24 jurisdicciones del país en septiembre, definió cómo está la imagen de los mandatarios provinciales. Algunos perdieron y otro mejoraron su posición. Los casos de Carreras y Gutiérrez.

La pandemia visibilizó el mal estado de algunos sistemas de salud, y las peleas entre algunos gobernadores con los intendentes generaron un cierto desencanto de las personas que los habían votado hace poco”, señaló a C5N Cristian Buttié, encargado de la consultora.

La situación dicta que también está comenzando a tener mayor incidencia la situación de algunas economías regionales, que han resultado muy afectadas durante el largo periodo de cuarentena, con el correlato de problemas sociales que se agravan.

A esto se agregan problemas internos en cada provincia, con disputas prorreformas políticas o judiciales intentadas en algunas jurisdicciones, como Catamarca, o las peleas entre niveles de gobierno provincial como está sucediendo en Salta.

“La pandemia mostró fortalezas y debilidades de algunas gestiones. En algunos mostró problemas de gestión que impactaron negativamente en la imagen del mandatario y en otros al revés, contribuyó a posicionarlos”, señaló Buttié.

Entre las tendencias figura la aparición de nuevos temas en la agenda política de los gobernadores más allá de la situación sanitaria, que podrían tener impacto no solo en la imagen de sus gestiones, sino en su futuro electoral.

En la encuesta, cuatro líderes provinciales terminaron con una imagen positiva sobresaliente en septiembre: Horacio Rodríguez Larreta de CABA (68,4%), Oscar Herrera Ahuad de Misiones (68,1%), Sergio Ziliotto de La Pampa (66,9%) y Sergio Uñac de San Juan (66,5%).

En tanto, en el fondo de la tabla asoman Mariano Arcioni de Chubut (40,4%), Gerardo Morales de Jujuy (40,7%) y Alicia Kirchner de Santa Cruz (43,6%).

Arabela Carreras está apenas delante de estos tres, en el puesto 21 con 45,9% y el neuquino Omar Gutiérrez mantiene una consideración alta con el 57,5% (en junio tenía 55%), aunque hay que aclarar que en esta etapa todavía no se habían disparado los casos ni se había producido la saturación actual del sistema sanitario.

En el caso rionegrino, lo que se ve es una merma en el apoyo al oficialismo, señala Rodolfo Lasse Paniceres.

“En julio, el partido provincial JSRN tenía un alto grado de aceptación de alrededor del 50% y en el actual cayó al 35%. Sigue siendo la primera opción electoral, pero el grueso de la gente que le seguía se fue al sector indeciso. El Frente de Todos no cambió su nivel, se mantiene en un 19%. La gobernadora tenía una intención de voto del 27% y ahora cae al 11%. ¿Estos números son definitivos? No, son muy reversibles, se pueden profundizar o retrotraer, porque la opinión pública cambia muy fuertemente, como vimos antes. Vivimos épocas de consensos políticos muy precarios, agarrados con alfileres, las tendencias pueden cambiar o profundizarse fácilmente”.

Para Paniceres el principal mensaje político para los gobernadores e intendentes es que la evaluación de cómo gestionaron la pandemia y sus consecuencias va a definir buena parte de su futuro en las urnas. “Un 35% de los encuestados creen que la responsabilidad está en los tres niveles de gobierno. Todavía todos tienen oportunidad de cambiar su estrategia política, su sistema de control sanitario, su sistema de comunicación” para revertir estos números negativos.

“Algunos candidatos van a ser castigados y otros modestamente premiados. Yo creo que el voto del año que viene será un voto más negativo que propositivo. El candidato que gane en el próximo turno será aquel que logre crear escenarios donde pierda menos, hoy no hay mucho lugar para ganar”, concluye.


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