Crimen del ingeniero: declararon culpable a Fontán Guzmán

La decisión la tomó un jurado popular por unanimidad. Matías Lozano fue apuñalado  a fines de noviembre  en su vivienda.

Un jurado popular declaró por unanimidad responsable a Marcos Fontán Guzmán (20) por el crimen del ingeniero Matías Lozano (34). Se lo acusó por el delito de homicidio simple, robo y estrago doloso.

Se lo imputó por un hecho ocurrido el 28 de noviembre en el domicilio de la víctima. En el lugar se encontraban reunidos Matías Lozano y Marcos Fontán Guzmán y se supo que discutieron. El acusado le dio 17 puñaladas a la víctima, quien murió por una hemorragia interna.

Según la teoría de la fiscalía el joven robó diversas pertenencias, roció con líquidos el departamento y el cuerpo de la víctima, y produjo un incendio que puso en peligro la vida de las personas que estaban en el edificio.

Para salir del lugar el acusado rompió la puerta del ingreso del complejo, fue hasta un colegio secundario cercano y dejó las valijas y bolsos en los que tenía los bienes robados.


Detalló que esa noche se habían reunido en un edificio en calle Castelli. Allí consumieron bebidas, tuvieron relaciones sexuales, y luego Fontán Guzmán le asestó 17 puñaladas en todo el cuerpo.

La fiscalía pidió que se lo declare culpable por homicidio, robo y estrago doloso. El fiscal jefe de Homicidios, Agustín García, argumentó que durante el juicio se mostraron “pruebas sólidas” que acreditaban los tres delitos.

García dijo que uno de los oficiales cuando llegó se encontró con “un cadáver preparado para incendiarse” y las evidencias mostraron que “se llevó los elementos y lo escondió”.

Marcó que nunca “la defensa comprobó el brote psicótico” y dijo que los peritos y profesionales explicaron que “tiene trastorno de personalidad, pero no entra en lo patológico”.

Además dijo que se comprobó que “el paciente comprende lo que está pasando y lo que va a pasar” contrariamente a lo que sostuvo la defensa que no era consciente de sus actos.

El abogado defensor, Gabriel Gutiérrez subrayó que “nunca pudimos saber lo que realmente pasó ahí” en referencia al homicidio y afirmó que el acusado “no se encuentra en condiciones de declarar y la otra persona lamentablemente ya no está”.

Subrayó que “Marcos no comprendía lo que hacía” y expuso que uno de los psicólogos durante el juicio aseguró que “era una persona que no pudo controlar sus emociones y que no pudo descartar que haya tenido un brote psicótico”.

Destacó el testimonio “espontáneo e inmediato” de un vecino que escuchó la pelea entre ambos hombres.

Por otra parte, negó que el homicidio haya sido “premeditado” y expuso que la fiscalía no presentó “ninguna prueba certera” que llevaba una navaja y sobre el estrago.

Gutiérrez narró el paso del acusado por establecimientos de salud mental y recordó que sufrió un abuso a los seis años. “Marcos requería de ayuda, y el estado en el sistema de salud lo soltó”, responsabilizó el abogado.

El miércoles finalizaron los testimoniales y esta mañana fueron los alegatos donde las partes expusieron sus argumentos finales previo a la decisión del tribunal.


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