Derecha chilena, ante el dilema de continuar o trabar el proceso

Miguel Sánchez *


Opositores a la nueva Constitución aplauden mientras escuchan resultados parciales, el domingo 4 de septiembre de 2022. ( AP/Matías Basualdo)

La derecha chilena, triunfante en el plebiscito que enterró el proyecto de Constitución progresista, se tensiona este lunes entre un sector moderado que se abre a seguir el proceso constituyente, y otro más extremo que rechaza realizar reformas sociales.

Tras el contundente triunfo de “Rechazo” a la nueva Constitución por más de 20 puntos frente al “Apruebo”, algunos partidos de derecha reafirmaron su intención de apoyar las reformas que comprometieron durante la campaña electoral.

“Nosotros cumplimos nuestros compromisos y vamos a refrendar la voluntad de que el proceso constituyente continúa”, dijo Javier Macaya senador y presidente del ultracoservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI).

Bajo el lema “rechazar para reformar”, partidarios de esta opción se comprometieron en avanzar en enmiendas a la actual Carta Magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) o apoyar un nuevo proceso constitucional, aunque no han sido tajantes en cómo éste se realizaría.

Tendencias antagónicas


La opción de reformas choca sin embargo con la posición más dura del ultraderechista Partido Republicano del excandidato a la presidencia José Antonio Kast, quien celebró haber “derrotado una propuesta constitucional que le hacía mucho daño a la patria y a todos los chilenos”.

La nueva Constitución “intentó de manera inexplicable refundar nuestro querido país. Con su voto, millones de chilenos le han cerrado la puerta a este proceso constituyente que ha fracasado”, afirmó.

La posición de Kast muestra que “hay una derecha que no va a estar dispuesta a ningún cambio. Va a querer seguir manteniendo todo tal como está y no va a querer habilitar ningún proceso constituyente”, dijo Marco Moreno, cientista político de la Universidad Central

“La derecha queda tensionada entre los sectores más moderados, que han comprometido cambios y reformas, y la posibilidad de continuar un camino de nueva Constitución, y los sectores más extremos, que creo no están dispuestos para ese cambio”, manifestó, por su parte, Cecilia Osorio, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile.

Compromisos débiles


La derecha ha comprometido varios cambios pero son todavía “un listado de intenciones que no queda claro cómo lo van a articular”, explicó Osorio.

Para realizar las reformas que promueve la derecha más moderada, se impulsó en el Congreso una ley que rebaja el quorum para poder modificar la Constitución.

Para Moreno, los cambios que proponen los conservadores requerirían de acuerdos transversales con las bancadas de izquierda en el Congreso y “no se requeriría de los parlamentarios republicanos” de ultraderecha.

Ambos expertos sostienen que la divergencia dentro de la derecha deja en “incertidumbre” cómo se abordarán las posibles reformas y a qué acuerdos llegarán en un Congreso con fuerzas equilibradas y una izquierda fraccionada por el resultado del referéndum del domingo.

Empezar de cero


El presidente Gabriel Boric anunció antes del plebiscito que de ganar el rechazo convocaría a empezar desde “cero” una nueva Convención y la redacción completa de un nuevo texto. De acuerdo a Boric, el plebiscito que habilitó en 2020 el primer proceso constitucional, en el que un 78% de los chilenos aprobó reformar la Carta Magna, terminó por sepultar definitivamente la Constitución de Pinochet.

“Me comprometo a poner todo de mi parte para construir, en conjunto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo itinerario constituyente que nos entregue un texto que, recogiendo los aprendizajes del proceso, logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana”, afirmó en un discurso a la Nación tras el resultado electoral. Boric anunció que espera reunirse con los presidentes de ambas cámaras del Congreso y con otras autoridades de la República para avanzar en una nueva propuesta.

El diálogo político


Los líderes de los partidos políticos chilenos, tanto opositores como de gobierno, iniciaron el miércoles la primera reunión para delinear un nuevo itinerario Constitucional.

En uno de los salones del Congreso, dos días después de la abultada victoria electoral de la opción “Rechazo”, los presidentes de los partidos políticos se sentaron a la mesa para acordar las fechas y la estructura destinadas a generar un nuevo itinerario constitucional.

“Lo que está claro es que nadie dijo que no iba a haber una nueva constitución”, comentó al final del encuentro el senador opositor Manuel José Ossandón.

El acuerdo debería quedar zanjado antes del 18 de septiembre, afirmó de su lado el senador oficialista Jaime Quintana. Una próxima reunión se llevaría a cabo el lunes.Más temprano, en el centro de Santiago hubo por segundo día consecutivo protestas de estudiantes, disconformes con la no aprobación de la propuesta de nueva Constitución, que consagraba un amplio catálogo de derechos sociales.

* Periodista de AFP


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