Gallardo eligió el silencio después de la nueva derrota de River y el cruce con Lamolina

La derrota frente a Godoy Cruz, por 2 a 0, generó mucha preocupación en el cuerpo técnico de River, algo que quedó de manifiesto no sólo con la fuerte reacción que el entrenador Marcelo Gallardo tuvo con el árbitro Nicolás Lamolina en el final del partido, sino con la decisión del Muñeco de elegir el silencio por segunda vez en la Liga Profesional.

Como pasó contra Huracán, el Muñeco decidió no hacer declaraciones después del partido ante el Tomba en el Monumental. Está claro que el rendimiento del Millonario se encuentra lejos de los deseos del entrenador ya que, al margen de algunas cuestiones arbitrales que generaron enojo en el cuerpo técnico, su equipo acumula cuatro partidos en fila entre el certamen local y Copa Libertadores sin conocer la victoria.

Para colmo, la bronca del entrenador es tal que terminó explotando contra el árbitro Lamolina sobre el final del partido. Es que, después de quejarse por una expulsión a instancias del VAR para Rodrigo Aliendro, terminó insultando al juez por el poco tiempo adicionado.

“Tené los huevos para echarme, pelotudo”, le gritó en la cara a Lamolina cuando el árbitro le mostraba la tarjeta roja, en medio de un enojo de Gallardo, quien se mostró bastante fastidioso en buena parte del partido.

La sala de conferencias de prensas estaba lista pero finalmente quedó en silencio. El entrenador no se sentó ante los micrófonos y volvió a retirarse solo con sus pensamientos, buscando la manera de que su equipo reaccione y salga del estancamiento en el que se encuentra.