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Cede la inflación en alimentos, pero en medio de una caída del consumo

Cinco consultoras que relevan precios ven un menor ritmo de aumento, mientras que las que miden volúmenes de venta perciben una retracción  

La suba de precios de los alimentos se amortiguó en las últimas semanas en coincidencia con una caída en los volúmenes de venta producto de la inflación acumulada que se acerca al 120% anual. Así se desprende de una serie de informes privados difundidos en las últimas horas que permiten bosquejar un panorama de cómo estarán los bolsillos de la sociedad en el inicio de la campaña electoral. 

Desde el Ministerio de Economía procuran instalar como dato alentador la desaceleración que viene mostrando el precio de la comida desde finales de mayo y que se estaría extendiendo a junio, pero al incorporar más datos al análisis el escenario es diferente. 

Cinco consultoras que miden precios de alimentos confirmaron un menor ritmo de aumentos, sosteniéndose la tendencia que reflejó el INDEC cuando informó que en mayo habían subido 5,8%.  

Para LCG en las dos primeras semanas de junio los productos básicos tuvieron un incremento promedio de 1,3% y si se suman las dos últimas semanas de mayo la inflación “punta a punta” se ubica en 5,2%.  

En este estudio se destaca que “carnes” (-1%) junto a “frutas” (-1%) y “verduras” (0.7%) aplanaron el índice en la última semana, frente a los aumentos que mostraron lácteos (2,2%), azúcar (2%) y panificados (1,7%). 

En tanto, para la consultora Eco Go dirigida por Marina Dal Poggetto, en la segunda semana de junio la variación de los alimentos fue de 0,7%   

“Con este dato y considerando una proyección de variación semanal del 1,6% para las próximas dos semanas del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en junio treparía a 7,3% mensual”, explicó Eco Go. 

En tanto, para Libertad y Progreso su rubro “alimentos y bebidas” tuvo un avance de 4,7% en la primera quincena de junio “desacelerándose 2,7 puntos con relación a mayo”. 

Un panorama similar publicó recientemente Ecolatina cuyo rubro “‘alimentos’ creció 6,9%, marcando una desaceleración de 1,2 puntos respecto al mismo período del mes anterior”.  

“El menor incremento responde a una menor evolución de los productos de consumo masivo, que crecieron 6,9% luego del elevado registro de la primera quincena de mayo (8,4%), en conjunto con una moderación en frutas (2,8%) y carnes (1,6%). Los mayores aumentos se vieron en verduras (16,4%), Condimentos (9,1%), Comidas para llevar (9,3%), Infusiones (9,0%) y Azúcar, miel y dulces (8,1%).  

Por su parte, para Consumidores Libres en los primeros quince días de junio la canasta básica registró un alza de 3,08%. 

Si bien los porcentajes pueden variar de acuerdo a como cada consultora conforma su canasta de estudio lo relevante es que todos los trabajos apuntan en el mismo sentido. 

Para la conformación de este escenario coadyuvaron una serie de factores, entre los que se destaca la estabilidad del tipo de cambio, luego del salto de fines de abril que lo instaló en la zona de $ 480/490. 

A su vez, todos los analistas coinciden en que el piso general de inflación de la Argentina seguirá en niveles altos, con algunos meses con bajas puntuales, como por ejemplo junio, que se compara contra un mes de mayo en el que impactaron con fuerza los aumentos en las tarifas de los servicios públicos. 

La contracara de este escenario como punto de preocupación es la que desaceleración de los precios se combina con una caída en el consumo. 

El último informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) reveló que en abril las ventas crecieron apenas 1,5% muy lejos de las subas de dos dígitos que se registraron hasta finales de 2022. “Todo parece indicar que los números de mayo serán negativos”, adelantó la entidad en su último relevamiento. 

Con respecto a las ventas por el “Día del Padre” la CAC informó una caída en las ventas de 1,2% interanual, lo cual coincide con la baja general del consumo de las familias. 

Por su parte, en análisis de la consultora Scentia especializada en consumo reflejó que en abril hubo una merma general de 0,3% en la medición interanual. Esta contracción fue producto de una disminución en los comercios de proximidad que no pudo ser compensada por el alza en supermercados de grandes superficies.  

Dada esa situación el gobierno lanzó el programa “Precios Justos Barriales”, cuyo impacto aún no fue captado por las mediciones, aunque se sospecha que será marginal. 

En un estudio más profundo un trabajo de la consultora NIQ que publica la Cámara de Supermercados mostró que seis de cada 10 argentinos creen que estamos viviendo una recesión y que cuatro de cada 10 consumidores manifiesta tener ingresos solo para poder cubrir sus gastos de alimentación y vivienda. 


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