Crecen las hectáreas de maíz y cebolla en Río Negro: las claves de una producción diversificada

La fruticultura ya no es el único sinónimo de la actividad productiva en la provincia. El maíz y la alfalfa concentran miles de hectáreas y la cebolla tuvo un explosivo crecimiento en los últimos años. El riego en cantidad y calidad es clave para las nuevas actividades.

La producción de Río Negro es cada vez más diversificada. La provincia ya no es solo sinónimo de peras y manzanas, también empezó a ser referente en la producción de cebolla y en los últimos años se acentuó la producción de maíz (cada vez más frecuente en el Alto Valle) y la alfalfa.

Con más de 200 mil hectáreas bajo riego gracias principalmente al río Negro, que a lo largo de 635 km con un caudal medio de 762,5 m3/s garantiza el suministro de agua para las actividades productivas.

A su paso, este potente río atraviesa valles, mesetas, costas atlánticas y corredores andinos. Y reúne dos condiciones que no abundan en otras provincias: tiene cantidad y calidad en su agua.

Los cambios en la matriz productiva quedan más que claros en un relevamiento realizado por el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, que preside Carlos Banacloy, en el que por ejemplo las hectáreas plantadas de maíz (24.500 hectáreas) y alfalfa (26.500 hectáreas) superan a las frutales de pepita y carozo con 37.873 hectáreas.

Las plantaciones de alfalfa y maíz, normales la zona del Valle Medio, comenzaron a extenderse hacia el Alto Valle de Río Negro. Al desandar la ruta 22 entre Chichinales y Cipolletti, el paisaje nos trae reiteradamente imágenes de rollos de alfalfa y cientos de hectáreas de maíz, sembradas al costado de la vía nacional.

También es notorio el crecimiento de la plantaciones de cebolla, con una ventana de mercado de enero a septiembre. La superficie de siembra de dicha hortaliza tuvo un incremento del 100% en los últimos cuatro años, alcanzando 7.800 hectáreas en la presente temporada. En volumen son unas 350.000 toneladas, distribuidas en 450 productores. La cebolla se destina tanto al mercado interno como a la exportación, generando una cadena de valor desde su producción, cosecha, clasificación y empaque.

Frutales con malla antigranizo y un campo de maíz, apenas separados por una calle rural en la zona de Allen. (Foto: Juan Thomes)

Su producción se concentra en el Valle Inferior y es producto de una llamativa migración de productores desde las zonas irrigadas en el Río Colorado, en el sur bonaerense, que por la escasez y la salinidad del agua decidieron trasladarse a la zona de Viedma, Conesa y Guardia Mitre.

Los principales datos de la fruticultura en Río Negro


En frutas de pepita y carozo hay más de 37.873 hectáreas implantadas con esta producción, 34.761 de fruta pepita y 3.112 de frutas carozo. Hay aproximadamente 1.383 productores y 2.808 establecimientos.

Dentro de la estructura productiva figuran 262 empaques de fruta y 173 frigoríficos.

Como referencia de la producción local, más del 85% de las peras y manzanas del país las produce Río Negro y la provincia aporta el 26% de la producción de fruta orgánica al país.

A nivel mundial, segundo exportador mundial de pera

Entre otros datos a destacar, hay más de 500 hectáreas en cerezas, con un crecimiento del 15% anual, lo que llevó a la provincia a ser el segundo exportador de Argentina.

La agricultura avanza en Río Negro


En producción forrajera, se cultivan 24.500 hectáreas de maíz destinado a balanceados en Río Negro.

Frutales con malla antigranizo y un campo de maíz, apenas separados por una calle rural en la zona de Allen. (Foto: Juan Thomes)

Por otra parte hay 26.500 hectáreas de alfalfa para rollos, fardos y megafardos. La particularidad en este caso que parte de la producción se exporta. El destino: países árabes.

La cebolla es una de las variedades más importantes que se plantan en la provincia: con 7.800 hectáreas en la presente temporada, representando un volumen de alrededor de 350.000 toneladas y reúne a 450 productores. Creció 100% la superficie cultivada en los últimos cuatro años. Se destina tanto al mercado interno como a la exportación

La producción de verduras también crece en Río Negro. (Foto: Juan Thomes)

El zapallo es el segundo cultivo hortícola a cielo abierto en importancia. Las principales variedades son Tetzukabuto, con 2.400 hectáreas y el Anco con 600 hectáreas, representando entre ambas variedades un volumen anual de 60.000 toneladas anuales.

Otros cultivos importantes a destacar y con gran proyección de crecimiento en la provincia son la zanahoria y la papa.

En frutos secos se destaca la producción de avellanas


Hay 3.685 hectáreas de frutos secos y 326 productores. Río Negro tiene el primer puesto como productor de avellanas del país con más de 650 hectáreas. En tanto hay 2672 hectáreas de nuez y 170 de almendras.

Los números de la actividad ganadera


En ganadería bovina, la provincia cuenta con cerca de 3.000 productores, 700.000 cabezas, un índice de destete del 60% y un promedio de 170.000 animales faenados por año.

En ganadería porcina, hay 26.979 cabezas, con 3.849 madres y una faena anual de 48.264 animales.

Verduras de distinto tipo en las chacras del Alto Valle. (Foto: Juan Thomes)

La ganadería ovina reúne 1.030.000 cabezas y produce 4.000 toneladas de lana sucia al año. En el caso de los caprinos, se contabilizan 90.000 cabezas y una producción de 30 toneladas de mohair. Este sector incluye a 2.000 productores.

En producción aviar, se generan 47.448 toneladas anuales de carne, mientras que en huevos se producen 145.845 cajones de 30 docenas cada uno.

Cultivos bajo cubierta


Hay 90 hectáreas en producción. Los cultivos mas importantes son pimiento, tomate y berenjena en primavera-verano y hortalizas de hoja en otoño-invierno

Apicultura


En apicultura, se producen 1.545.000 kilos de miel al año, con el 80% exportado a granel. Este sector cuenta con 51.000 colmenas, 14 salas de extracción registradas y dos cabañas reconocidas internacionalmente como productoras y exportadoras de reinas.

Vino y cerveza


Río Negro es la única provincia con vinos elaborados en las tres regiones: cordillera, valles y mar. Más de 30 bodegas producen vinos de calidad, incluyendo opciones artesanales con alta demanda.

En cervezas, las producciones utilizan lúpulo rionegrino, con 160 hectáreas dedicadas a su cultivo. Río Negro es la primera provincia productora de lúpulo en Latinoamérica.

En sidras y jugos, se destaca como principal elaboradora de sidras, combinando tradición e innovación. Además, exporta jugos de manzana y pera, alcanzando 23.860 toneladas entre 2019 y 2023.

Pesca y acuicultura


En pesca y acuicultura, la provincia cuenta con establecimientos habilitados por SENASA para el procesamiento y agregado de valor de productos como merluza, salmón de mar, mero, pez gallo, lenguado y pejerrey.

En crustáceos, se procesan 20.000 toneladas de langostino y cangrejo nadador. En moluscos, la producción incluye 5.000 toneladas de almejas, panopeas, navajas, mejillones, cholgas, vieiras, caracoles y pulpitos.

Rotación de cultivos y agua en cantidad y calidad, las claves para crecer


Germán Cariac es el director de la Estación Experimental Agropecuaria Valle Inferior del Río Negro y viene siguiendo la transformación productiva de la provincia, principalmente la que se desarrolla en el este del territorio.


Allí la producción de cebolla creció con fuerza en los últimos años de la de productores desde las zonas irrigadas en el Río Colorado, en el sur bonaerense (como Pedro Luro), que por la escasez y la salinidad del agua decidieron trasladarse a la zona de Viedma, Conesa y Guardia Mitre.


Allí generaron un polo productivo que reúne a 3000 hectáreas en producción. La cantidad de agua disponible es clave para desarrollar la actividad. Aunque aclara que es clave para esta variedad la rotación de suelos por cuestiones sanitarias relacionadas con el desarrollo de hongos. No se pueden plantar más de dos años seguidos. Y allí entra en juego la constante rotación de variedades con el maíz y alfalfa, lo que sirve para diversificar los suelos.


En el caso del maíz, que prolifera en distintos lugares de la provincia, se destina a picado o silaje para forrajes.


También se cosecha en granos para feed lots.


El cuidado en este caso pasa por el desarrollo de malezas, que pueden proliferar si se repiten los ciclos sin variación.

El vuelco a la producción de maíz, según Cariac, tiene como explicación que su ciclo es anual y con costos considerablemente más bajos que por ejemplo la fruticultura, golpeada por el aumento constante de esta parte de la ecuación económica.

Además tanto la alfalfa como el maíz tiene un destino asegurado como es el alimento de animales, un mercado que no decrece.

Cariac ve al Valle Medio como una zona de la provincia que ha logrado diversificar su producción y tiene un potencial de crecimiento importante.


La producción de Río Negro es cada vez más diversificada. La provincia ya no es solo sinónimo de peras y manzanas, también empezó a ser referente en la producción de cebolla y en los últimos años se acentuó la producción de maíz (cada vez más frecuente en el Alto Valle) y la alfalfa.

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