El Estado, la sociedad y sus deudas con la discapacidad

La herramientas para una inclusión real son insuficientes en las instituciones, las organizaciones no gubernamentales. Sostienen que también se requiere un mayor compromiso social y familiar. Educación, deportes y prevención son claves.

 

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(Foto archivo)

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Ramón Oscar Soto y los obstaculos que se presentan en la ciudad. (Foto: Marcelo Ochoa)

Ramón Oscar Soto y los obstaculos que se presentan en la ciudad. (Foto: Marcelo Ochoa)

La temática de la discapacidad trasciende esquemas socioeconómicos, educativos, geográficos y gestiones de gobierno. Sin embargo, en ocasiones, ni el Estado, ni las familias, ni las ONG cuentan con las herramientas necesarias para integrar realmente y que las brechas entre las personas que tienen discapacidad y aquellas que no la tienen, se acorten.

En Río Negro, la provincia cuenta con un Consejo Provincial que es consultivo y resolutivo. Ley de su creación (2055) y su decreto reglamentario (5287) establecen que debería contar con presupuesto propio y autarquía funcional, pero van a cumplir 34 años y no la consigue ya que depende del Ministerio de Desarrollo Social.

A su vez, de los 39 municipios sólo Bariloche y Cipolletti tienen áreas específicas de discapacidad con facultad para resolver, mientras que el resto, en el mejor de los casos, tiene Consejos Consultivos que en muchas ocasiones son solo el espacio en que hacen catarsis quienes padecen las barreras sociales, económicas, educativas y hasta arquitectónicas que pone la discapacidad y no superan las políticas públicas.

Ramón Soto perdió una pierna y transitar las calles rionegrinas en silla de ruedas es para él una mala aventura diaria. “En Viedma las veredas están rotas, las rampas son muy altas, hice gestiones hasta para que corten árboles porque hay paradas de colectivos que por más que sean adaptados no están en condiciones de que el micro estacione”, relató.
No sólo se trata del funcionamiento de las instituciones. “Mucha gente no respeta rampas ni espacios y cuando reclamamos nos dicen que no tienen otro lugar para estacionar”.

Números y realidades

De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI) del INDEC de 2018, en todo el país el 10% de la población tiene algún tipo de discapacidad. La Patagonia es la región menor porcentaje, con el 9%. En ese contexto, en Río Negro el 2,53 % de la población tienen algún tipo de “alteración funcional”, es decir poco más de 21 mil rionegrinos.

Por cuestiones poblacionales, el Alto Valle concentra la mayor cantidad de Certificados Únicos de Discapacidad (CUD), el 42 por ciento. Le siguen la región Andina con 27% y la Atlántica con 19 %.
Del universo provincial las principales alteraciones funcionales son la visual (28%), auditiva (24 %), múltiple (17%) y motora (14%). La interrelación ministerial es clave porque la discapacidad se puede prevenir.

La estadística marca que el 80% de las discapacidades son adquiridas y los factores son múltiples, desde accidentes hasta carencias alimenticias o enfermedades crónicas pueden evitar la discapacidad.
La discapacidad visual entraña dificultades a la hora de la convivencia y el uso del espacio público. Rubén Petruccelli la padece y tiene contactos con personas ciegas de todo el país. Afirmó que “en todos lados es difícil movilizarse por las veredas. Hay personas ciegas que circulan por la calle, pegados al cordón cuneta, cosa que no tenemos que hacer pero no nos queda otra”.

Sin embargo, Petruccelli diferenció la ventaja de vivir en la capital de la provincia respecto de las demás ciudades. “Tenemos beneficios por la cercanía de las reparticiones públicas para hacer gestiones”, sostuvo.
Trabajador de la biblioteca de la Legislatura, renegó de la mirada de los demás. “Hay frases que quieren suavizar la cuestión, como el término capacidades diferentes. Las personas con discapacidad no somos especiales. Tenemos miedos, resentimientos, egoísmos, como cualquier otra persona”, dijo y puso el acento en que lo importante es que se respeten sus derechos.

Dejar de ser consultivo para dar respuestas

El Consejo local de personas con discapacidad de Viedma busca dejar de ser consultivo para lograr ampliar el alcance y mediante un presupuesto propio lograr soluciones.

La presidenta del Consejo, Silvia Calvo, relató que la idea es jerarquizar el espacio. Para eso buscan incorporar a Patagones, para ampliar la base de sustentación en función de las problemáticas comunes a ambas ciudades.

Calvo expuso a la salud y la educación como claves a la hora de pensar la discapacidad. Ejemplificó que la diabetes o los trastornos de alimentación generan dificultades, al igual que factores de riesgo que pueden llevar a un ACV con sus secuelas.

“No sintamos que tenemos una normalidad como exentos de tener una discapacidad en el futuro”, reclamó. Para cerrar, la presidenta reflexionó: “El lugar más difícil de insertarse para una persona con discapacidad es su propia familia”, y argumentó que “muchas veces es difícil que la familia respete, acompañe y contenga” a la persona con discapacidad.

Los porcentajes de discapacidad adquirida son muy altos

La presidenta del Consejo provincial de personas con discapacidad, Laura Balmaceda, indicó que es clave hacer más difusión de la prevención ya que los porcentajes de discapacidad adquirida son muy altos y están vinculados con la falta de concientización en temas de salud, accidentes de tránsito, consumo de sustancias, y otras cosas que se pueden evitar.

La funcionaria mostró disidencias con el gobierno nacional en la temática de la discapacidad, fundamentalmente a partir de la baja indiscriminada de pensiones que se realizó en 2017 bajo la excusa de que un alto porcentaje de beneficiarios no cumplía los requisitos exigidos.

“Las provincias son autónomas pero a veces hemos sentido un avasallamiento de las autonomías provinciales por parte de las normativas de Nación. Hay decisiones políticas que van en desmedro de los derechos de las personas con discapacidad”, relató.
Balmaceda señaló que cuando ocurrió lo de la baja de pensiones Río Negro y muchas provincias hicieron el reclamo y se revisó esa decisión. Finalmente pidió que “antes de dar de baja una pensión deben cerciorarse de que no corresponde, porque a veces es el único ingreso que tiene una familia”.

Por otra parte, fuera del Estado, alrededor de 60 organizaciones no gubernamentales trabajan con personas con discapacidad en territorio rionegrino. Sin embargo, sólo una decena cumplen con los requisitos para la categorización y para facturar los servicios a las obras sociales.

Talleres y deportes aportan calidad de vida

El deporte y tener actividades para realizar, son cosas básicas que aportan calidad de vida. Desde el año pasado se realizan en Viedma cursos de tenis para formar profesores para personas con discapacidad visual y en días más se disputará un torneo nacional en El Cóndor. “A mí, el deporte me sacó del sedentarismo. El deporte es una manera de ver la autonomía”, explicó Rubén Petruccelli.

El Consejo Provincial de Personas con Discapacidad, en este sentido, generó el programa de Gestión de Oportunidades Sociales (Gestos) en noviembre de 2016. El programa consiste en servicios sanitarios, educativos, laborales, deportivos, recreativos y de contención. El año pasado se desempeñaron 104 talleristas con un presupuesto de 15 millones de pesos .


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