El gobierno adjudicó 52 cargamentos de GNL para este año
En total se realizaron cuatro licitaciones con precios que van desde los 6,87 dólares el millón de BTU a 10,86 dólares. Los volúmenes varían en cada caso y la mayoría fueron para la terminal de Escobar.
Repuntaron las ventas al exterior de carburantes y de hidrocarburos gaseosos. (Foto: gentileza)
El lanzamiento del Plan Gas Ar. muy sobre el cierre del 2020 y los bloqueos de rutas en abril en Neuquén son algunos de los factores que explicaron el retraso en el aumento de la producción nacional de gas. Por esto es que el gobierno nacional adjudicó 52 cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL) para este año.
A priori es una situación tanto que desde el sector privado como desde el público anticipan que no se repetirá el próximo año. En gran medida porque el segmento que comenzó a reactivarse este año venía con al menos dos años de parate.
Según datos oficiales del ministerio de Economía, Argentina realizó cuatro licitaciones para la compra de GNL y no se planifican nuevos pedidos.
En la primera se adjudicaron 24 cargamentos para la terminal de Escobar, con un precio promedio de 6,87 dólares el millón de BTU y un volumen total de 1.344 millones de metros cúbicos (m3). En la segunda se adjudicaron otros 13 cargamentos, esta vez para la terminal de Bahía Blanca, con un precio promedio de 7,61 dólares por millón de BTU y un volumen de 1.092 MMm3.
Para la tercera licitación se adjudicaron 10 cargamentos para la terminal de Escobar para un volumen de 560 millones de m3 por un precio promedio de 8,55 dólares el millón de BTU. Por último, en la última licitación se adjudicaron 5 cargamentos -4 para Escobar y 1 para Bahía Blanca– con un precio promedio de 10,86 dólares el millón de BTU por un volumen total de 308 MMm3.
Vale recordar que para el período invernal entre junio y septiembre de este año también está pactado el suministro de gas desde Bolivia. En detalle, se importarán 13,5 millones de metros cúbicos por día a 5,77 dólares el millón de BTU.
Queda claro lo caro que le salió a la administración nacional salir a licitar los últimos cargamentos de GNL para parchar el déficit de la producción de gas que, pese a estar subsidiada, no pudo revertir el declino de la producción nacional.
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