El opositor ruso Navalny fue detenido al volver a Moscú

En agosto último, había acusado a Putin de envenenarlo. Pasó cuatro meses en Alemania y a su vuelta, tras la recuperación, fue interceptado por los agentes.


El dirigente opositor ruso Alexey Navalny fue detenido hoy en un aeropuerto de Moscú, al regresar a su país procedente de Alemania, donde pasó más de cuatro meses recuperándose de un cuadro severo de envenenamiento del que responsabilizó al gobierno del presidente Vladimir Putin, que rechazó la acusación.

Navalny, «quien enfrenta una sentencia condicional y desde el 29 de diciembre de 2020 era buscado por numerosas infracciones del período de prueba», fue «detenido» en el aeropuerto de Sheremétievo, en Moscú, informó el Servicio Penitenciario Federal (FSIN) de Rusia en un comunicado, según las agencias de noticias Sputnik y AFP.

El dirigente, de 44 años, incumplió mientras estuvo en Alemania la obligación de presentarse al menos dos veces por semana ante la autoridad penitenciaria, impuesta en una condena de 2014, y ahora «continuará detenido hasta la decisión del tribunal», agregó la nota del FSIN.

El regreso de Navalny provocó un esperado revuelo político en Moscú, a tal punto que a último momento se resolvió que el avión aterrizara en un aeropuerto diferente del que estaba programado para ese vuelo.

Policías antidisturbios ingresaron al aeropuerto Vnukovo, donde estaba previsto que aterrizara, y obligaron a todas las personas que esperaban a Navalny a salir del edificio. Fuentes opositoras denunciaron también detenciones, que fueron filmadas y reproducidas por las redes sociales por periodistas extranjeros.

Mientras los dirigentes opositores y simpatizantes de Navalny forcejeaban con la policía frente a las puertas cerradas del aeropuerto Vnukovo, el vuelo procedente de Berlín en el que viajaba Navalny fue redirigido y aterrizó en Sheremetievo.

Navalny había anunciado su vuelta a Rusia hace cuatro días y dio tiempo a que decenas de periodistas extranjeros coparan el vuelo en el que viajó y a donde se subió solo minutos antes de que cerraran la puerta de la nave, manteniendo la incertidumbre y la tensión hasta el último momento.

Tras abordar, Navalny aseguró ante la prensa que lo rodeó que no temía ser detenido cuando llegara a Moscú porque es «una persona inocente».

El 20 de agosto pasado, Navalny, opositor acérrimo de Putin, se sintió mal repentinamente en un vuelo desde Tomsk, Siberia, hacia Moscú, por lo que el avión realizó un aterrizaje de emergencia en la ciudad rusa de Omsk, donde estuvo hospitalizado 48 horas.

Tras reunirse con Putin, la pareja de Navalny logró que lo trasladaran a Berlín, donde estuvo internado -incluso en coma- y logró recuperarse.

Tres laboratorios europeos concluyeron que había sido envenenado con una sustancia neurotóxica de tipo Novichok y el dirigente opositor acusó desde el principio al Gobierno ruso. Sin embargo, Rusia siempre negó que Navalny haya sido envenenado y sostuvo que la sustancia tóxica de tipo Novichok no estaba presente en su organismo cuando fue tratado en Rusia.


– Con información de Agencia Télam.-

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