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Plantas autóctonas: el cardoncito de fuego

Endémica de Argentina, se trata de una planta de globosa a cilíndrica, y suele alcanzar una altura de hasta 15 centímetros.

Una vez más, como todas las semanas, junto al ingeniero agrónomo Gustavo Manzor de Choele Choel, repasamos nuestra flora argentina. En esta ocasión hablaremos de esta espinosa, que es dueña de una floración de absoluta belleza.
Llamada comúnmente como “cardoncito de fuego”, cardoncito o cactus de barril es un Pyrrhocactus strausianus, de la familia de las Cactaceae y pertenece al género “Pyrrhocactus” y pertenece a la especie: strausianus.


Al igual que muchas cactáceas – aclara Manzor – esta especie de Strausianus es endémica de Argentina y se la encuentra en ambientes secos, pedregosos y arenosos. La podemos observar habitando desde Jujuy hasta el sur de Río Negro, entre los 200 a 1000 metros sobre el nivel del mar.
Según la descripción botánica, se trata de una planta de globosa a cilíndrica, y suele alcanzar una altura de hasta 15 centímetros. En cuanto a su tallo presenta un color verde grisáceo y con un diámetro de 9 centímetros aproximadamente.


Según explica el profesional, esta especie es brevemente columnar, sin ramificaciones, con 13 o 14 costillas formadas por tubérculos redondeados, de 2 centímetros de altura, a partir de los cuales nacen espinas.
En biología, columnar se refiere a la forma de las células epiteliales que son más altos que anchos.
La forma sigue a la función en la biología, y la morfología columnar sugiere las funciones de la célula. Las células columnares son importantes en la absorción y el movimiento del moco.
En cuanto a las espinas, esta autóctona presenta alrededor de 20 por areola, de hasta 3 centímetros de largo, rojizas a grises, rectas o un poco curvadas, unas 4 centrales las cuales son más fuertes. Nacen del ápice de los tubérculos, en areolas elípticas con lanosidad amarillenta a grisácea.


Su flor, es acampanada, de color amarilla, de unos 4 centímetros de largo, el estigma con alrededor de 12 lóbulos.
También muestra estambres numerosos – explica el experto – llegando a la base de los tépalos, estilo algo más largo, con lóbulos estigmáticos, pero nunca rojos.
Cada flor abre con días soleados ante altas temperaturas y se cierra de noche, así durante 2 a 3 días, señala Manzor que además sostiene que esta nativa posee de 2 a 3 flores abiertas al unisonó. Por esta razón es polinizada por insectos diurnos.


Esta especie silvestre también da un fruto, el cual es pequeño, globoso con lana y cerdas, que se abre por un poro basal y las semillas son de color castaño.
Este cactus es fácil de confundir con otras especies de las llamadas “cactus de barril”, indica Manzor.


También es una especie de uso ornamental, por su gran belleza en la floración. Además, este cactus requiere muy poco mantenimiento, y como todas las plantas de este tipo, no se debe pasar de agua y debe darle sol pleno.
“Del desierto a tu casa y para acompañarla de cosas buenas”, señala el experto y asegura que “los cactus son una planta muy demandada, fáciles de cuidar, de especies muy variadas, con multitud de tamaños que se ajustan a cualquier espacio y, además, están de moda”.


Cada vez cuentan con más adeptos y se han convertido en una de las tendencias “deco” con más permanencia en los primeros puestos.


Además de encontrar en las tiendas especializadas y viveros las clásicas macetas pequeñas con cactus diferentes para colocarlas en composición, cada vez se ven más grandes cactus en maceta –o cestos de fibra, maceteros de macramé, entre otros recipientes – que, en interiorismo, sustituyen a los tradicionales ficus, kentias o la gigante strelitzia, por poner algunos ejemplos, argumentó Manzor.
Según Manzor, los cactus son muy agradecidos, no necesitan casi riego y con regar cada dos meses o un poco más en verano, solo si ve el sustrato muy seco, porque siempre será peor el exceso de agua que, ante la duda, no regar, por lo que se aconseja contar con un buen drenaje.
Por otro lado, además de ser dueños de flores muy bellas aguanta muy bien las altas temperaturas por lo que los cactus son perfectos para la época estival, ya que no se quejarán del calor en verano.
También necesitan mucha luz por lo que les encanta estar junto a la ventana, y no les afectará la luz directa como puede ocurrir con otras plantas de interior, culminó el profesioanal.


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