El GNL no tiene quien lo compre: Enarsa sigue sin poder revender el gas importado
Las subastas de gas importado hechas a pedido de Enarsa no recibieron ofertas. Se explica por el alto costo que después no puede ser trasladado a las tarifas.
La empresas de generación térmica fueron convocadas para presentar ofertas. Foto: gentileza.
Enarsa, la empresa energética estatal que va camino a privatizarse, lanzó una subasta para vender el gas importado a generadoras, comercializadoras e industrias, pero no obtuvo ofertas. El alto precio al que lo comprarían y la imposibilidad de trasladarlo a las tarifas marcan la negativa en la decisión de las distribuidoras.
La firma energética pidió al Mercado Electrónico del Gas (Megsa), una plataforma controlada por la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que viabilice la subasta. Se trata de un proceso que se repite desde el año pasado: consiste en ofrecer gas natural en firme importado que parte de la regasificación del GNL que ingresa por Escobar, donde está el buque receptor.
Estaba previsto obtener ofertas de generadoras, comercializadoras e industrias para que reciban gas desde el 15 de al 31 de mayo y paguen el costo total. El precio mínimo de la compulsa era de 14,86 dólares por millón de BTU, pero no hubo oferta de compra y se declaró desierta.
Desde el año pasado, Enarsa solicita subastas a realizar a través del Megsa que no obtienen compradores, por lo que la empresa estatal debe continuar con su operación histórica que comprende la importación y la posterior venta del gas importado a las distribuidoras.
El Gobierno nacional había planteado el objetivo de traspasar el costo total a los privados que incluye el valor promedio de la importación de gas, más la regasificación y costos financieros. En la actualidad, la estatal absorbe casi la totalidad del costo del gas durante los picos de demanda del invierno.
Pese a lanzar estas compulsas, el año pasado se presentó el mismo escenario: Enarsa no pudo adjudicar compras de gas y tuvo que afrontar gran parte de los costos, lo que se traduce como subsidios a la energía. Según datos de la consultora Economía y Energía (E&E) durante los dos primeros meses de 2025, los subsidios cubrieron el costo 83% del costo mayorista eléctrico, y el 82% del PIST.
En invierno, el mercado interno paga a Enarsa alrededor de 4,50 dólares el millón de BTU, apenas un tercio del total del precio mínimo de reventa establecido en las subastas. En tanto los usuarios residenciales pagan por el PIST (precio al punto de ingreso al sistema de transporte) 3,1 dólares la unidad, según los últimos cuadros tarifarios aprobados por el Enargas.
Las empresas, al no tener una garantía de que los costos van a poder ser traspasados (passthrough) a «las tarifas que paga la demanda residencial, ningún Distribuidor osará levantar la mano (en las subastas) ante el riesgo de mayores pérdidas«, se lee en el último informe de la consultora especializada Paspartú.
El GNL no tiene quien lo compre: el rol de Enarsa en los subsidios a la energía
Iniciada la privatización de la empresa, las subastas desiertas no son un detalle menor. Enarsa funciona como instrumento para la secretaría de Energía al concentrar los subsidios del gas, que parten de grandes erogaciones para cubrir la diferencia de precios entre la compra de GNL y la venta en el mercado interno.
Por lo que el desafío para avanzar de forma definitiva con la privatización es «limpiar su Balance comercial», indicaron desde Paspartú. Este objetivo va en línea con la exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de reducir subsidios a la energía llegado octubre.
Sin embargo, es un desafío complejo de cumplir. Desde Nación estiman que se necesitarán importar unos 1.600 millones de metros cúbicos de gas natural en 2025. Esto equivale a la importación de 29 barcos de GNL para 2025, mientras el año pasado se compraron 30 cargamentos y se devolvieron dos.
El nivel similar de importaciones en términos de buques indica que las erogaciones a través de Enarsa se mantendrán, y podrían ser incluso mayores al 2024.
Enarsa, la empresa energética estatal que va camino a privatizarse, lanzó una subasta para vender el gas importado a generadoras, comercializadoras e industrias, pero no obtuvo ofertas. El alto precio al que lo comprarían y la imposibilidad de trasladarlo a las tarifas marcan la negativa en la decisión de las distribuidoras.
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