Es cada vez más difícil sostener a los hijos que se van a estudiar
La inflación golpea los bolsillos de los padres, que tienen hijos que cursan sus estudios superiores en otras ciudades del país. Se necesitan unos 20.000 pesos por mes.
Agencia Bariloche | Con una economía en crisis y de bolsillos flacos, las familias que tienen la posibilidad de enviar a sus hijos a estudiar fuera de Bariloche deben afinar el lápiz.
La inflación es como una espada de Damocles que amenaza, sobre todo, a los padres asalariados. El año pasado, la inflación anual trepó hasta el 47,6 por ciento, según los datos del Indec. Y la de enero pasado alcanzó el 2,9 por ciento.
Esa inestabilidad repercute en el precio de los alquileres, de la alimentación, de los gastos de transporte y de la carrera que cursan. Sin contar los servicios que tuvieron alzas superiores a la inflación.
Varios padres y madres señalaron a “Río Negro” que deben enviar unos 20.000 pesos mensuales para cubrir los gastos de sus hijos que estudian en otras ciudades. Otras estudiantes se las arreglan con 17.000. Y, por supuesto, que están los jóvenes que trabajan para cubrir sus gastos.
Que tengas que salir a laburar para poder seguir cursando tus estudios porque no alcanza la guita es jodido”.
Abril Percio, estudiante de la UBA.
Silvana tiene a su hija en Cipolletti, donde estudia Medicina. La carrera depende de la Universidad Nacional del Comahue.
El año pasado, el departamento que alquilaban para su hija costaba 6.800 pesos. A partir de enero pasado subió a 9.000 pesos.
“El año pasado le mandábamos alrededor de 4 mil pesos para los gastos de comida. Este año iniciamos con 5 mil pesos”, explicó. “Es sólo para comer, no incluye ni libros ni ropa”, aclaró la madre. Tampoco los gastos por los viajes hacia Bariloche.
Las fotocopias de un libro cuestan por lo menos 1.400 pesos. Su hija tiene la posibilidad de ir en bicicleta hasta la facultad. Silvana dijo que este año comenzaron destinando 20 mil pesos mensuales para los estudios de su hija.
Alejandra relató que su hija Tamara cursó el año pasado Medicina en la Fundación Favaloro. La cuota costaba 15.000 pesos mensuales. Pero este año optó por ingresar a la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde cursará el CBC con el objetivo de acceder a la carrera de Psicología.
Su hija vive en Recoleta y explicó que el padre de Tamara paga por el alquiler de un monoambiente, con todos los servicios, 19.000 pesos mensuales. Para comer le mandan 10.000 pesos por mes. “Buenos Aires es un poco más barato el supermercado que en Bariloche”, acotó Alejandra. Los gastos de transporte son aparte, junto con el material de estudio. Dijo que Tamara para cursar debe hacer cuatro viajes en colectivo.
“Es todo un presupuesto y la inflación repercute en todos los aumentos”, indicó.
Números duros
- 9.000
- pesos es el costo del alquiler de un departamento pequeño en Cipolletti, con servicios incluidos, cerca de la facultad.
- 5.000
- pesos necesita aproximadamente un estudiante para comer en la ciudad de Buenos Aires.
Durante varios meses del año pasado, Abril Percio compartió una residencia estudiantil mixta, en el barrio Belgrano de Buenos Aires con alrededor de 25 jóvenes de varias nacionalidades.
Abril contó que compartía la habitación con una amiga. Cada una pagó 11.000 pesos mensuales. La única ventaja es que la pieza tenía baño privado. Pero optaron por mudarse en noviembre pasado a un departamento de 3 ambientes en Recoleta. Cada una abona 10.000 pesos mensuales, con expensas y servicios.
Empezó en julio del año pasado el CBC en la UBA para ingresar a Derecho, tras una breve experiencia en la Universidad de Belgrano. “Salí despavorida. Era carísima y el adoctrinamiento”, contó Abril.
Dijo que en los meses últimos el costo de vida en Buenos Aires aumentó bastante. “Los estudiantes sabemos de eso porque siempre nos manejamos con la misma plata”, afirmó.
Indicó que el costo de los servicios influye mucho. “Hay edificios donde las cocinas no tienen horno a gas o no tienen caldera”, señaló.
Dijo que para ahorrar en el departamento tienen todas luces led. Además, como el departamento está ubicado en el último piso tiene luz natural durante más horas. Por eso, pagan unos 500 pesos mensuales de luz.
Estimó que sus padres le giran unos 17.000 pesos por mes para cubrir sus gastos. “Son diez mil de alquiler y servicios, 5 mil en comida y unos mil y pico en transporte y otros gastos”, detalló.
Abril dijo que de los 24 compañeros que egresaron a finales de 2017 del exCEM 46, “fui la única que tuvo la oportunidad de salir a estudiar afuera de Bariloche”. “Si no tenés una familia que te ayude, no podés irte afuera”, sostuvo. “No es el caso de egresados de colegios privados y eso se visualiza”, opinó. Abril tiene amigas de colegios privados de Bariloche que no tuvieron problemas para irse a estudiar a Buenos Aires.
Dijo que hay chicos de Bariloche que deben trabajar para solventar sus gastos. Varios son empleados en la sucursal que tiene una reconocida chocolatería de Bariloche en Buenos Aires o en las cadenas de comidas rápidas.
Jana viajó días atrás para ayudar a su hija Candela a instalarse en el departamento que alquiló el padre de la joven. Está ubicado en Recoleta-Balvanera a 6 cuadras de la Facultad donde su hija quiere estudiar Licenciatura en Obstetricia. Este año cursará el CBC.
Su hija comparte el departamento con una amiga de Bariloche. Sólo para alquiler, expensas y servicios deben aportar 10.000 pesos por familia. Y otros 10.000 para cubrir los gastos de comida y de la carrera. “Sabemos que es un esfuerzo grande, pero esta opción de compartir los gastos del alquiler lo hace más llevadero”, valoró la madre. Para visitar a su hija la clave será estar atentos a las ofertas de vuelos low cost.
La situación se puso cuesta arriba para Jorge, que tiene hace varios años a su hijo Leandro estudiando Ingeniería Naval en la Universidad Austral de Valdivia.
Cuando su hijo comenzó a cursar la carrera, el dólar estaba a unos 15 pesos. Pero con la devaluación del peso argentino, los costos se fueron por las nubes y hubo que duplicar el esfuerzo.
Jorge explicó que su hijo debe pagar alquiler, la cuota de la Universidad y la comida. Por eso, le tiene que girar mensualmente unos 600.000 pesos chilenos, con un dólar a 42 pesos. “Está complicadito”, resumió Jorge que tiene varios años de construcción sobre las espaldas.
Camila estudia en la Facultad de Psicología de la UBA. Empezó el año pasado pagando 9.125 pesos más casi 2.000 pesos de expensas. Hoy, paga de alquiler 12.067 pesos. Dijo que las expensas se mantienen casi igual todos los meses. Vive con su hermano que estudia otra carrera en la UTN.
El año pasado gastaban alrededor de 8000 ó 9000 entre comida, servicios (luz, gas, wifi compartido) y la tarjeta SUBE.
Camila dijo que ahora los gastos están entre los 12.000 y 13.000 pesos “estando siempre muy justos”.
“El año pasado cada uno gastaba alrededor de 800 pesos en pasaje de colectivo, con lo que aumentó la SUBE ahora, gastamos alrededor de 1.200 pesos cada uno contando básicamente viajes a universidad y trabajo nada más”, contó la joven.
Trabajar
Gastón Lamela viajó a finales de diciembre pasado decidido a ahorrar lo que ganara durante la temporada de verano en Bariloche. Ese dinero le permitirá pagar el alquiler y la comida durante unos meses en la ciudad de Buenos Aires, donde vive y estudia.
Para bajar los gastos comparte el departamento con un amigo. “Pagamos 6.500 pesos cada uno de alquiler, con servicios y expensas”, indicó. Estimó que tiene un gasto de alrededor de 5.000 pesos mensuales en comida. Dijo que se mudaron de departamento porque les iban a aumentar el alquiler.
Estudia la carrera de Administración en la UBA. “Es una Universidad pública y nos dan todos los materiales de Internet”, explicó.
Gastón sostuvo que es más caro vivir en Bariloche. Mencionó a modo de ejemplo la comida y el transporte público.
Aseguró que en Buenos Aires trabajó de volantero un tiempo. También de cocinero de sushi. Era una empleo que demandaba 6 horas diarias. Ahora, en Bariloche trabaja de mozo. También su amigo trabaja para costear sus gastos. “Nos la rebuscamos”, explicó. “Los dos estamos en la misma”.
Dijo que sus padres a veces pueden ayudarlo. Señaló que en Buenos Aires si no se puede tener un trabajo permanente, se consigue un empleo eventual para cubrir francos en hoteles, restoranes o en eventos.
Gastón dijo que el primer año en Buenos Aires le costó bastante y retomó tiempo atrás la carrera. Pero valoró el camino hecho. “Aprendí a ahorrar mucho, a estirar el bolsillo”, comentó.
Algunas opciones para abaratar costos y ahorrar
Compartir los gastos del alquiler es una de las mejores alternativas para generar el ahorro necesario para cubrir otros gastos que demanda un estudiante que cursa una carrera universitaria en otra ciudad.
Por lo general, esa herramienta la utilizan los padres de estudiantes que son amigos. Muchas veces la convivencia pone a prueba la fortaleza de esa amistad. Allí, no sólo importa el bolsillo.
También las compras de alimentos e insumos de segundas marcas, sobre todo. en Buenos Aires, donde la oferta disponible es mayor que en Bariloche.
Y, por supuesto, la opción de trabajar para solventar los costos de una carrera, aunque requiere redoblar los esfuerzos.
Gestionar becas es otra herramienta, pero no es sencillo acceder a ese tipo de ayuda.
En varias universidades existen algunos beneficios como las becas de apuntes. Se puede descargar material desde Internet, usar la bicicleta como medio de transporte, porque pueden subirle a los trenes para evitar conexiones con subtes.
La mirada desde Neuquén:
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