Luis Flores, el Chileno: “El humor es una necesidad, como el agua, como el aire”

El reconocido humorista visitó la Región Sur para participar de los festejos por el 139 aniversario de Ramos Mexía. Allí, además de hacer reír a un numeroso publico, tuvo un momento reflexivo en el que compartió parte de su vida.

Nacido en Santiago de Chile, hace casi cincuenta años, Luis Flores llegó a Argentina en 1980 luego que su familia tuviera que exiliarse. El gobierno militar perseguía a su padre, ligado a la actividad política. “Tenemos ocho familiares desaparecidos y como corríamos peligro de vida vinimos a vivir acá, en busca de otra oportunidad”, admite.

Su familia se radicó en Córdoba donde cursó estudios primarios y secundarios, y continuó con la comicidad, arte que empezó a desarrollar a los 7 años.

“Mi papá era dueño de un circo y de un parque de diversiones y hacía humor de payado. Yo hice mucho tiempo el humor de payaso y después me dedique a hacer comicidad para grandes” afirma. Con el paso de los años llegó a Buenos Aires, lugar en el que reside desde hace muchos años.

En Argentina se ganó el apodo de “El Chileno” y fue adquiriendo fama y espacio en los programas televisivos más importantes, como los conducidos por Marcelo Tinelli, Susana Giménez, y también en Peligro Sin Codificar y Comedy Central, entre otros.

Río Negro: Que es el humor para Ud.?

“Es una necesidad como el agua, como el aire…, como la vida misma. La gente necesita reírse. Sin humor no tenemos vida propia. Es como que vivimos pendientes de los problemas, de las enfermedades, de las desgracias. La gente tiene que entender que hay un Dios que lo maneja todo y que el humor es necesario”.

El reconocido cómico se presentó en el gimnasio municipal de Ramos Mexía. Foto: José Mellado.

R.N.: En qué se basa a la hora de elaborar su rutina?

“Argentina es un país que vive en una situación de inestabilidad social, política, religiosa y mental. Entonces, poder darle al clavo y mostrar con humor lo que nos pasa, para mí es una tarea de todos los días. Reconozco que este país tuvo humoristas muy buenos como Alberto Olmedo, Pepe Biondi, Luis Sandrini, Pepito Marrone, etc… Si en Argentina no aprender a hacer humor, es como que no lo entendés”.

R.N.: Pero no es el mismo humor el que hacían los cómicos que menciona.

“El humor se va renovando. Hoy el rock and roll sigue siendo respetado, pero antes era la música de los rebeldes. Y hoy es el trap, el rap o el RKT. Y sin dudas se critica a un L-Gante, un Perro Primo, pero sin dudas es la gente que más llega a nuestra sociedad. Porque la gente escucha lo que ellos tienen para decir de lo que pasa. Y eso es lo que hago yo. Lo mismo pero con el humor”.

R.N.: Y cómo definiría el humor que Ud. hace?

“Yo hago un humor sin filtros. Lo que pasa es que cuando miro el público advierto hasta donde puedo llegar. El humor es como una canción. Al humor se lo relata y si uno lo hace bien la gente lo acepta porque no va con mala intención. Lo que pasa es que estamos viviendo en una sociedad sensible. Sensible para algunas cosas y para otras no”.

R.N.: Por ejemplo?.

“Yo le llamo la sociedad de cristal. Porque se rompe cuando quiere. El humor ha sido muy censurado en distintos lugares de la Argentina, pero sin dudas escuchamos una música actual, el trap, el RKT habla de drogas, armas, prostitución y nadie dice nada. Pero si yo hago un chiste subido de tono, soy el atrevido. Yo no me caso con nadie. Trato en lo posible hacer un humor respetando la libertad de expresión”.

R.N.: Pero no toda la gente lo toma de la misma manera.

“El que no lo entiende, es su problema. Yo no tengo mala intención. Si alguien cree que es un humor hiriente es porque lamentablemente lo toma muy en serio. Y al humor no lo podes tomar en serio. La misma palabra te lo dice. Es humor. Si es humor no lo podes poner una calificación del alto, medio o bajo. Hay que estudiar el humor. No cualquiera sube a un escenario y hace reír a 500 personas. Es difícil y más en esta sociedad que la esta pasando mal con dos años de COVID, donde nos visitó la muerte de cerca. Hoy la gente tiene la necesidad de reírse, por eso lo hago de esta forma”

En «El Bajo» se mezcló entre los lugareños y dedicó un buen tiempo para atender a la prensa. Foto: José Mellado.

R.N.: Cómo te trata la Argentina?.

“Muy bien. Cuando llegué al país era una situación muy diferente. Era la época de los 80, recientemente había terminado la guerra de Malvinas, se iban los militares… y nosotros veníamos llegando. Era una sociedad discriminadora, muy fascista. Hoy por hoy, en Buenos Aires, y gran parte de la Argentina, soy uno de los cómicos más queridos. Estuve en los festivales más importantes de este país y en los canales de televisión más importantes y en programas de Tinelli, Susana Giménez. Me fui a Estados Unidos representando a Argentina”.

R.N.: Se siente más argentino que chileno?

“Mi país es chile, pero mi casa es Argentina. Y a va a ser siempre. Mis hermanas, mis padres son chilenos, pero el 90% de mi familia es argentina. Mis esposa, mis hijos, mis nietos son argentinos. Voy siempre a Chile, estoy un mes, visitando a la familia, pero me vuelvo porque extraño. Tenía un contrato por dos años en Estados Unidos y me volví a la Argentina porque extrañaba”.

R.N.: Cómo surge la posibilidad de venir a Ramos Mexía?

“Fue una situación rara. Yo estaba haciendo varios festivales en la Patagonia. Y Nelson -Quinteros, el intendente de Ramos Mexía- había visto algunos de mis videos y me llamó porque quería traerme a la fiesta. Le dije: mire que hago un humor popular, un humor sin filtros. No hay problema me dijo, yo quiero tenerte acá y acepte la propuesta”

R.N.: Qué encontró en Ramos Mexía?

“Lo que más me encanta de estos lugares de la Patagonia, es la humildad y el respeto de la gente. Y sobre todo la tranquilidad que tienen para vivir. La inocencia se perdió, pero con la diferencia que acá se puede vivir con tranquilidad. Se puede vivir con la puerta abierta. Eso no pasa en todo lados. Yo vivo en Buenos Aires, estuve en Miami, en Nueva York y a la gente le parecen los paraísos del mundo, pero son lugares muy violentos”.

R.N.: Qué opinión tiene de nuestro país?

“Argentina tiene todo. Es un país que alimenta a 400 millones de habitantes en el mundo. Y si existe la necesidad es porque está mal administrado. Nada más. No importa el color político que sea. Y lamentablemente, transformaron la democracia en libertinaje. Muchas personas creen que la Democracia es la libertad plena y no es así. Para tener libertad hay que respetar las leyes, hay que saber donde uno está parado. Saber que si uno respeta en su casa a su madre y a su padre, a la Justicia ha que respetada. Sino, no vamos para ningún lado. No tenemos rumbo. “La Argentina es un país maravilloso. Viven peruanos, bolivianos, chilenos, paraguayos, venezolanos, colombianos, etc. No le envidia nada a nadie. Es un país muy virtuoso, tuvieron a Gardel, a Maradona, a Messi, lo tienen al papa Francisco. Es un país que ha sido bendecido, y que si no lo pudieron derrotar antes, nunca lo van a poder doblegar”.

Luis Flores: «La Argentina es un país maravilloso. Necesita administración y honestidad».

R.N.: Qué cree que nos falta?.

“Administración, honestidad, pero a nivel político. La honestidad es el primer gran paso. Si queremos tener un país maravillosamente grande tenemos que entender que a las leyes se las respeta, a la Educación también, hay que hacer un país enserio…, nada más”.


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