Finalmente lograron bajar al hombre que se había subido a la torre de luz en la rotonda de ingreso a Roca

Personal de bomberos y de salud intentó contenerlo. Luego de más tres horas y gracias a la intervención de un mediador policial, decidió bajarse sin oponer resistencia.

Personal de bomberos voluntarios de General Roca, policía de Río Negro y un grupo de personal de salud intenta contener a un hombre que se trepó a una torre de luz en la rotonda de ingreso a la ciudad. Luego de superar las tres horas, el hombre decidió bajarse sin oponer resistencia ante la intervención de un mediador de la policía rionegrina.

Cerca de las cinco de la tarde un revuelo sorprendió la entrada de la ciudad, más precisamente en la intersección de la Ruta 22 y Avenida Roca, donde un hombre con un cuchillo en una mano y una biblia en la otra se trepó a uno de los postes de luz. Además, tiene una bandera con la estrella de David que le rodea el cuerpo.

Luego de varios minutos se hizo presente en lugar personal de bomberos, policía y también del hospital Francisco López Lima para colaborar con la tensa situación. Primero rodearon el lugar para evitar que se acerquen vecinos de la zona y luego intentaron hablar con el joven de 26 años.

A pesar de los intentos por controlar la situación por parte de los profesionales, el hombre insiste en que no quiere bajar, ni tampoco que nadie suba. Tampoco permite que le acerquen comida o agua y pide que «lo escuchen predicar la palabra de Dios».

Hasta el lugar llegaron familiares que intentaban dialogar con el fin de convencerlo y que se baje de la torre de iluminación. Dos hermanos y primos trataron de llegar a un entendimiento para que descienda pero los intentos resultaron inútiles por el momento. El hombre además manifestaba que debía realizarse una operación y no contaba con los medios para llevarla a cabo.

Un número importante de personas se acercan hasta el lugar atraídos por la situación y muchos vehículos circulan por el sector de la rotonda.

Finalmente, alrededor de las 20 y luego de permanecer más de tres horas subido a la torre, decidió bajarse sin mediar inconvenientes e imponer condiciones. En la decisión trabajó un mediador policial que llegó hasta lugar para convencer al joven y arbitrar los medios para que deponga su actitud.


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