Gennuso insiste con el proyecto de gravar los combustibles para hacer asfalto

El proyecto original fue impulsado en diciembre pasado pero no tiene avances en el Concejo Municipal de Bariloche. El intendente volvió a ponerlo en agenda y dijo que de otra manera no podría hacer el pavimento que se necesita.

El intendente Gustavo Gennuso reconoció que el mantenimiento de las calles es un problema serio para el municipio e insistió con su propuesta de desarrollar un plan de pavimento barrial financiado con una tasa sobre el consumo de combustibles.

El proyecto fue presentado originalmente en diciembre pasado como parte del programa de reconversión del transporte urbano, todavía pendiente de ejecución. Pero ayer Gennuso fue más allá y planteó su idea de gravar la nafta, el gasoil y el biodiésel apunta a atender la demanda general por el mejoramiento de las calles.

Un monto mínimo por litro no puede ser tan gravoso”, dijo Gennuso en su programa de radio. Luego conjeturó que “hoy llenar un tanque cuesta entre 4.200 y 4.500 pesos” y el municipio propondría un sobrecosto de 100 pesos sobre esa suma. “No me parece que sea tan complicado -dijo el intendente-. Serviría para constituir un fondo y le damos solución para siempre a un problema”.

La pretensión inicial era la de imponer una tasa de 75 centavos por litro, pero atado a los cambios que autorice la secretaría de Energía en los precios de surtidor, que ya tuvo desde entonces varios aumentos.

La iniciativa original apuntaba a pavimentar en forma prioritaria los recorridos del transporte urbano que hoy permanecen de tierra, están en muy mal estado y encarecen la prestación. En un principio la idea fue la de tender cintas asfálticas de tres metros de ancho en el centro de la calle (aptas para un vehículo por vez), que se podrían ampliar a futuro.

El proyecto está en el Concejo desde hace algo más de seis meses y no registró mayor avance. La única noticia sobre el tema, a mediados de marzo, fue una “visita” de emisarios de la petrolera estatal YPF para manifestar su desacuerdo con el nuevo tributo y advertir que sería inconstitucional. En el Frente de Todos se hicieron eco y adelantaron que no avalarían que “se meta otra vez la mano en el bolsillo de la gente”.

Gennuso dijo que la cantidad de autos en la ciudad se multiplicó en los últimos años y es necesario que sus propietarios contribuyan a generar la infraestructura necesaria. “Una pasadita de máquina en las calles ayuda a pasar el invierno, pero hoy hay muchísimos autos circulando y ponen una presión infinita sobre las calles -argumentó el intendente-. Hay que hacer pavimento a partir de un fondo propio, porque de otra manera no lo vamos a hacer nunca”.

Repitió que “un peso por litro de nafta sería una tasa muy baja” y dijo que “en cinco años cambiaría por completo” la situación en las barrios donde hoy casi no existe el pavimento. “Es una punta importantísima de la solución”, subrayó.

El subsecretario de Planeamiento y Sustentabilidad del municipio, Juan del Valle, dijo que el proyecto “puede tener cosas para ajustar y es una decisión que corresponde a los concejales”. Consideró que es viable en lo jurídico. Dijo que el rechazo de las petroleras es un elemento más a tener en cuenta, pero “hoy hay tasas similares que están vigentes en municipios como Tigre”, y sin estar del todo seguro mencionó también a Olavarría.


Los detalles del proyecto


Según el texto enviado por Gennuso al Concejo, la llamada “tasa de infraestructura y seguridad vial” sería “la contraprestación que la municipalidad exige por la prestación de los servicios que demande la construcción de obras nuevas y/o mejoramiento del trazado que integra la red vial municipal”.

La “base imponible” serían los consumos de cualquier combustible líquido, gravados en montos fijos por litro, y las estaciones de servicio deberían actuar como agentes de retención.

En los fundamentos, el proyecto subraya la necesidad de que Bariloche cuente con “fondos propios” de infraestructura, para desarrollar proyectos de manera autónoma. “La dependencia de fondos provenientes del Estado provincial o nacional provoca que en muchas ocasiones la ampliación de infraestructura vial esté supeditada a intereses y objetivos de quienes aportan la financiación de las obras (…) con el resultado de que no se adaptan del todo a las necesidades locales o priorizan la demanda turística, por encima de la resolución de problemáticas de los vecinos”.

Del Valle dijo que el fondo, tal como está diseñado, sería de unos 700 millones de pesos y de alcance “plurianual”. Refirió que hubo un debate en el propio gobierno sobre el tipo de gravamen y prevaleció la idea de generar una tasa permanente antes que una “contribución” temporal.

Al igual que la tasa al turista, la intención de Gennuso es que el dinero se maneje en un fondo descentralizado, a través de una “comisión especial”, con participación del Ejecutivo, el Concejo y el Tribunal de Contralor.


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