Guzmán envió el presupuesto 2022: menos emisión y ampliación del gasto social
Estaba previsto que el proyecto se presentara ayer, pero luego se puso en duda qué ocurriría por las presentaciones de renuncias en el gabinete. Antes el ministro recibió un llamado de la vicepresidenta Cristina Fernández.
En medio del tembladeral político en el seno del Gobierno, el ministro de Economía, Martín Guzmán, envió al Congreso el proyecto de presupuesto para el 2022. Fue una decisión que tomó luego de un llamado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para aclararle que no había pedido su renuncia. Según medios nacionales, estima una inflación del 33%. Además la emisión, para financiar el déficit, pasará de 3,6% de este año al 1,8% del PBI, que el Tesoro le pedirá que imprima al Banco Central.
En una jornada de máxima tensión, con rumores cruzados de todo tipo, también se había mantenido en duda el envío al Parlamento del Presupuesto para el año próximo. Finalmente, a la medianoche se envió el proyecto a la Cámara de Diputados, que preside Sergio Massa, y que se prepara para el regreso a la presencialidad plena.
La presentación se resolvió anoche, luego del llamado de la titular del Senado para decirle a Guzmán que no pidió su renuncia al cargo, tal como indicaban las versiones que circularon durante toda la jornada.
En ese contexto, ayer se dio por descartado el anuncio del paquete de medidas que iba a presentar el presidente Alberto Fernández para apoyar a los sectores de menores recursos, como reacción al resultado electoral del domingo.
Durante el mediodía, en un acto para presentar la ley de promoción hidrocarburos, el jefe de Estado había confirmado el envío del proyecto de presupuesto, que siempre se presenta a mitad de septiembre, pero la profundización de la crisis había puesto en duda la remisión.
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«Presentamos el presupuesto dando por cierto que el año que viene no tenemos que cumplir compromisos externos, pero en realidad eso exige seguir adelante una negociación con el Fondo, conseguirla y lograrla», afirmó en ese acto el jefe de Estado.
Además, puntualizó que «si ese acuerdo no existiera», no se debería «hacer frente al pago de USD 19.000 millones» al FMI, lo cual condicionaría la iniciativa elaborada en el Palacio de Hacienda.
«La realidad nos exige seguir adelante con el FMI. Si ese acuerdo no existiera, las condiciones serían otras, sería distinto en las posibilidades que tiene el Estado en promover el desarrollo que queremos promover», sostuvo.
Un presupuesto que no piensa en pagos al FMI
En las últimas semanas, el Gobierno anticipó que los principales lineamientos del presupuesto 2022 estarán orientados a la reactivación económica, a partir de lo cual se ordenan definiciones de gastos e ingresos a partir de un escenario de crecimiento del producto bruto interno previsto, el nivel de inflación y la evolución del tipo de cambio, entre las principales variables.
Uno de los puntos más importantes, que anunció ayer el presidente, es que no incluye pagos al exterior porque se da por sentado el acuerdo con el FMI.
Se supo que el proyecto de presupuesto incluye un fuerte crecimiento de las obras públicas, para mantener la tendencia de este año. También el aumento de tarifas de los servicios públicos, aunque no se explicitaron los valores.
La inflación se proyecta en un 33%. Este año se calculó en un 29% pero las proyecciones sostienen que a fin de año alcanzará el 45%.
El crecimiento que se espera del Producto Bruto Interno (PBI) para el 2022 es del 4% y el déficit fiscal primario del 3,3%, un valor menor al de este año.
El dólar, a finales de 2022, se calcula en $131,10.
El equipo de Guzmán asegura que, por los cambios en los sistemas de incentivo a la producción de gas (Plan Gas Ar) podrán bajar el gasto en subsidio energético del 1,5% gracias a 0,3 puntos porcentuales, si es que consiguen aplicar la segmentación de tarifas.
Sin embargo, crecerán las partidas en gasto social que, según se indicó, se ampliarán del 1,17% del PBI de 2021 al 1,21% del PBI de 2022.
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