Crimen del «Ruso» Auer en Neuquén: lo que se sabe antes del juicio por jurados

Hay cuatro acusados con prisión preventiva, que cambiaron varias veces de abogados desde que fueron detenidos. Videos y cruces telefónicos son piezas claves para la acusación.

Este lunes y martes están previstas las audiencias de control de acusación en las que la fiscalía pedirá el juicio por jurados para los cuatro detenidos por el homicidio de Miguel «Ruso» Auer, ocurrido en Neuquén en octubre del 2022. También mostrarán sus cartas los defensores de los imputados, ya que es su oportunidad de ofrecer las pruebas que consideran que pueden beneficiarlos.

Al respecto, los cuatro imputados cambiaron de abogados -alguno más de una vez- desde que están detenidos. Miguel Franco Livello (58), quien para la fiscalía es el cerebro del asalto que derivó en un asesinato, y Jorge Marcelo Sosa (52), señalado como el hombre que disparó el arma, son defendidos por el estudio de Ricardo Mendaña.

La defensa de Gabriel Castro Herrera (62), un supuesto comprador de dólares que la banda utilizó para acceder al búnker de Auer (58) en pleno centro de Neuquén, la asumió la dupla Maximiliano Gómez-Elio García, mientras que a Jorge Alberto Falconi (52), quien portaba un inhibidor de alarma, lo asiste Carlos Tejeda.

La acusación ante el jurado popular estará a cargo como siempre del fiscal jefe de Homicidios, Juan Agustín García. Les atribuye a los cuatro el delito de homicidio triplemente calificado: por uso de armas, por el concurso premeditado de dos o más personas, y por haber sido cometido para encubrir otro delito. La pena es prisión perpetua.

El juicio todavía no tiene fecha. Pero este lunes y martes serán las decisivas audiencias de control de acusación en las que el juez Mauricio Zabala decidirá qué pruebas verán los jurados populares y cuáles quedarán afuera.

Se habla de por lo menos 60 testigos potenciales, por lo que el juicio durará al menos una semana.

«Ruso» Auer: Un crimen planificado entre conocidos


La fiscalía considera que está en condiciones de probar, en base a cruces de llamadas telefónicas y otros elementos, que los cuatro imputados se conocían previamente y que planificaron asaltar las oficinas de Auer en el edificio de 9 de Julio 45, tercer piso, el 24 de octubre del 2022.

De los cuatro, Livello era amigo de Auer desde hacía años -incluso mantenía una deuda con él- y por eso sabía que manejaba fuertes sumas de dinero en moneda nacional y extranjera.

Livello, según la teoría de la fiscalía, fue quien le presentó a Castro Herrera, un supuesto cliente interesado en comprar dólares. La primera transacción se realizó con normalidad, en la segunda ocurrió la tragedia.

Crimen del «Ruso» Auer: Registrados por las cámaras


Castro Herrera, Sosa y Falconi quedaron registrados por las cámaras de vigilancia del edificio cuando ingresaron a cometer el atraco. Sosa llevaba la pistola calibre .40, Falconi un inhibidor de alarma.

Cuando Auer abrió la puerta y descubrió de qué se trataba, intentó tomar el revólver calibre .44 Magnum que llevaba en la cintura pero Sosa lo ejecutó sin darle tiempo.

Crimen del «Ruso» Auer: Desconectar a los imputados


¿Cuál podría ser la estrategia de la defensa? Se estima que atacarán la prueba científica de la fiscalía, en particular las comunicaciones telefónicas que demuestran los vínculos entre los integrantes de la banda.

Necesitan desconectar a los imputados entre sí para romper una de las acusaciones de la fiscalía: el concurso premeditado de dos o más personas.

A lo largo del proceso y con anteriores defensores intentaron varios caminos. En su momento, Castro Herrera se presentó casi como un indigente que hace años no tiene dinero para costear un teléfono celular; Falconi habló de problemas de salud que le impedirían desplazarse con normalidad; tanto él como Sosa intentaron justificar su rápida salida de la región después del crimen, primero rumbo a Viedma, después al Gran Buenos Aires, por último a Mendoza donde los atraparon.

También cuestionaron la calificación del homicidio para encubrir un robo, ya que después de dispararle a Auer, huyeron sin sustraerle nada.

Es significativo que Livello, apuntado como cerebro del grupo, y Sosa, señalado como autor material del homicidio, compartan el mismo abogado. Quiere decir que no existen los llamados «intereses contrapuestos» entre ellos, una señal más de que la estrategia de la defensa sería desacoplar a los imputados.


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