Video | Juicio a policías por muerte en una comisaría de Cipolletti: 11 testigos declaran tras los alegatos
El juicio por jurados contra cuatro policías por la muerte de Jorge Gatica comenzó este lunes. El hecho ocurrió en 2023 dentro de la comisaría 45.
Cipolletti es el escenario de uno de los juicios más esperados. Cuatro policías llegaron acusados de un crimen brutal: la tortura seguida de muerte de Jorge Gatica, un hombre de 36 años que ingresó esposado a la comisaría 45 y salió sin vida apenas dos horas después. La causa conmovió a la ciudad, desató marchas, denuncias por violencia institucional y ahora llega a una instancia importante: el juicio por jurados.
Este lunes comenzó el juicio por jurados que buscará establecer quiénes son los responsables de su muerte. Cuatro policías llegaron acusados como coautores del delito de tortura seguida de muerte: Walter Carrizo, Jorge Sosa, Vilmar Quintrel y Andrea Henríquez. La fiscalía sostiene que Gatica fue brutalmente golpeado mientras estaba detenido, que sufrió una hemorragia interna por costillas fracturadas que perforaron su hígado, y que nadie hizo nada para evitarlo.
Durante nueve días, doce ciudadanos comunes deberán decidir si hubo delito, quién lo cometió y cuál será la respuesta judicial ante una muerte que aún sacude a la comunidad. Los acusados enfrentan cargos gravísimos y, de ser hallados culpables, podrían recibir penas superiores a los 12 años de prisión.
«Sufrió y ellos lo sabían»: alegó un querellante y despertó polémica con su pedido de pena
Los alegatos tuvieron su momento más tenso durante la intervención Rubén Antiguala, representante del padre de la víctima. Apelando a las emociones del jurado, el abogado reconstruyó la última noche de Jorge con un relato crudo: «Sufrió, y ellos lo sabían», dijo.
Según Antiguala, los policías implicados —Carrizo, Sosa, Enriquez y Quintrll— fueron los responsables directos de su muerte. En su alegato, describió una maniobra ilegal cometida por uno de ellos y sostuvo que hubo golpes que terminaron con una costilla rota y una hemorragia interna: «Así fue como murió Jorge, desangrado».
El querellante insistió en que la víctima pidió ayuda y no fue asistida. «Ya se venía quejando», dijo, y relató cómo los efectivos se miraron sabiendo que algo pasaba.
La tensión escaló cuando Antiguala pidió abiertamente al jurado «la condena a cadena perpetua para los cuatro acusados». Este planteo generó una rápida objeción de la defensa y una intervención del juez, quien aclaró que no es tarea del jurado definir penas.
«El jurado determina responsabilidad, no pena. Eso viene después», explicó el magistrado. Por esa razón, se ordenó un breve cuarto intermedio y se pidió que los jurados se retiraran de la sala mientras se resolvía la situación.
«Lo golpearon y torturaron hasta matarlo»: los alegatos de otra de las querellas
Quienes siguieron a Pezzetta, fueron los abogados querellantes Iván Chelia y Leonel Herrera Montovio. El primero trazó ante el jurado un relato estremecedor: el de Jorge David Gatica, un hombre de 36 años que, detenido en la comisaría 45, fue brutalmente torturado hasta morir. Lo dijeron sin dudas: Gatica recibió más de 100 golpes. Y acusaron directamente a cuatro policías por haber cometido el crimen.
Lo hicieron en representación de Carmen Sanhueza, madre de la víctima, y de Nadia Pacheco, su pareja. También acompañaban en la sala Diana, hermana de Jorge. Todos en silencio, sosteniendo la imagen de Jorge en una fotografía que presidió el alegato como símbolo de lo que ya no está.
Según la acusación, los efectivos Andrea del Carmen Henríquez, Vilmar Alcídes Quintrel, Jorge Luciano Sosa y Walter Denis Carrizo participaron de manera activa en la golpiza. Aprovechándose de que Gatica estaba esposado y sin posibilidad de defenderse, lo golpearon con puños, patadas y objetos contundentes.
Los abogados describieron con detalle las lesiones: 29 en los brazos, 27 en el tronco y cuello, 35 en las piernas, 7 en la espalda, 11 en el rostro. Y subrayaron la secuencia que derivó en su muerte: Sosa le dio rodillazos en el tórax y abdomen. Le fracturaron varias costillas. El daño en el hígado provocó una hemorragia interna fatal. Todo ocurrió entre las 22:40 del 9 de enero y las 00:05 del 10 de enero de 2023.
Henríquez, la sargento de mayor jerarquía, fue señalada como quien comandó el operativo de tortura. “Observó, avaló y no detuvo la violencia”, indicó Chelia. No sólo no intervino, sino que mintió en su informe al oficial Gastón Moraga, minimizando lo que estaba sucediendo.
Carrizo, en tanto, fue acusado de haberse ubicado de forma estratégica en la guardia, impidiendo que otras personas ingresaran a «la cuadra», el espacio informal dentro de la comisaría donde se produjo la tortura.
Herrera Montovio también alegó. Recordó que ya hubo una condena previa. El oficial Moraga, jefe de servicio esa noche, aceptó su responsabilidad en un juicio abreviado. «Va a venir a declarar y contará lo que vio«, anticiparon.
«Gatica de 36 años, tenía dos hijos. No les diremos más por respeto. Pero queremos que ustedes, como jurado, entiendan la dimensión de lo ocurrido. Fue una muerte lenta, producto del dolor, la brutalidad y el silencio cómplice de quienes debían cuidarlo«, describió.
También se refirió al marco legal que rige la figura de tortura seguida de muerte. «Es una ley del año 84, pensada tras la dictadura. Esta norma nace del ‘Nunca Más’, para que esto no vuelva a pasar en democracia«, dijo.
«Poder, ley, vida, salud y tortura»: el alegato del fiscal
El juicio arrancó con las palabras del fiscal del caso, Martín Pezzetta, quien comenzó su alegato de apertura con cinco conceptos que pidió al jurado tener presentes durante todo el debate: poder, ley, salud, vida y tortura.

En su alegato, Pezzetta se detuvo en explicar cómo funciona el sistema que autoriza a quitar la libertad de una persona, pero que nunca autoriza a lastimarla, ni a matarla. «Este juicio va a girar en torno a eso: a qué se hizo con ese poder. Y si se usó fuera de la ley», advirtió.
El 9 de enero de 2023, Gatica fue detenido por efectivos de la Policía de Río Negro. Lo acusaban de realizar un robo menor. Antes de ingresarlo a la comisaría 45, fue llevado al hospital Pedro Moguillansky. La médica que lo atendió indicó que no presentaba lesiones graves.
Una vez en la comisaría, comenzó el calvario. Según la acusación fiscal, fue sometido a golpes, patadas y ataques reiterados en varias partes del cuerpo. Alrededor de las 00:30 del día siguiente, volvió al hospital, pero ya estaba muerto. Su cuerpo evidenciaba más de cien lesiones, muchas de ellas compatibles con tortura.
Gatica sufrió traumatismos en la cabeza, en el tórax, en las extremidades, en los genitales. Sus costillas estaban fracturadas, lo que provocó una hemorragia interna letal. La Fiscalía aseguró que la agonía no fue instantánea, sino progresiva, una tortura prolongada.
Pezzetta explicó que se presentarán testimonios de médicos que lo vieron ingresar caminando, sin lesiones, y luego sin vida. También declararán policías que no están imputados, pero que estuvieron presentes antes o después del hecho. Varios de ellos habrían escuchado a los acusados intentar justificar lo ocurrido, o guardar silencio.
El fiscal pidió al jurado «prestar atención a cómo llegó Jorge a la comisaría y cómo salió. Porque los únicos que estaban con él durante esas horas son quienes están hoy acusados«.
Adelantó que, durante el juicio, se recreará el interior de la comisaría. Dónde estaba cada uno de los acusados, qué roles cumplían. Los testigos ayudarán a reconstruir minuto a minuto lo que ocurrió entre las 22:40 del 9 de enero y la 1:00 del día siguiente.
«Queremos llevarlos a ese lugar, a esa celda, a ese momento. Porque Gatica estaba bajo custodia. Y bajo custodia, la salud y la vida deben estar garantizadas», remarcó Pezzetta.
El punto central del juicio -según el fiscal- será establecer quiénes fueron responsables de causar las lesiones, quiénes sabían lo que estaba ocurriendo y no lo evitaron, y si se actuó con dolo: es decir, con intención de torturar.
«No tenemos pena de muerte en Argentina. Ningún funcionario tiene el derecho de quitarle la vida a un detenido. Y la ley no autoriza la tortura», concluyó el fiscal.
Qué dijeron los defensores
«No todo es lo mismo»: según la defensa de Carrizo y Henríquez
Durante la jornada de alegatos, el abogado defensor Federico Diorio pidió a los integrantes del jurado que no juzguen a todos los imputados por igual. Representa a Andrea Henríquez y Walter Carrizo, y aseguró que ambos actuaron de manera distinta al resto.
“Acá se han referido como los cuatro que están sentados ahí, pero no todo es lo mismo”, repitió Diorio ante los jurados. En su relato, destacó el accionar de Henríquez, quien —según testigos— fue la única en intervenir para frenar la brutal agresión hacia Gatica dentro de la comisaría 45. Agregó que fue ella quien denunció lo ocurrido ante sus superiores.
Sobre Carrizo, dijo que fue quien se quedó con Gatica hasta el momento de su traslado al hospital. “Walter se encargó de cuidar a Jorge”, aseguró el abogado.
La estrategia de la defensa se centrará en mostrar, a través de los testimonios, que tanto Carrizo como Henríquez actuaron en resguardo de la víctima. “La ley penal sanciona por lo que hace cada uno, no por lo que hace el que está al lado”, explicó Diorio.
Con ese argumento, cerró su intervención con un pedido directo al jurado: que ambos sean absueltos de toda responsabilidad penal en la muerte de Jorge Gatica.
«No tuvo tiempo ni pruebas que lo vinculen con la agresión»: dijo la defensa de Quintrel
La abogada defensora María Denise Mari, en representación de Vilmar Quintrel, sostuvo que su defendido no estuvo presente el tiempo suficiente en el sector donde se produjo la agresión. Remarcó que el acusado era chofer y que no tenía jerarquía ni poder de decisión.
Mari insistió en que su asistido tenía funciones externas a la comisaría y que su paso por el área conocida como “La Cuadra” fue breve. “No tuvo tiempo suficiente para haber producido semejante cantidad de lesiones”, expresó. Según su alegato, Quintrel solo aparece en las cámaras cuando traslada a Gatica al hospital, sin realizar ningún movimiento brusco ni ejercer violencia.
La defensora destacó que no existen pericias de ADN ni imágenes de cámaras que lo vinculen con la víctima. «No hay ningún elemento secuestrado que pruebe que Quintrel golpeó a Gatica con un objeto. Tampoco hay cámaras dentro de la comisaría», planteó, sugiriendo que esa ausencia probatoria lo perjudica.
Mari también pidió al jurado prestar atención al parte diario de la comisaría, donde no figura ninguna observación sobre incidentes. Recordó que otro oficial, Moraga, fue desvinculado de la causa mediante un juicio abreviado y que su rol jerárquico era mayor al de Quintrel. «Queremos saber dónde lo ubican ustedes a él en ese momento. Porque acá se habla de muchas cosas, pero faltan pruebas», cerró.
«No permitan que la duda condene a un inocente», alegó el defensor de Sosa
“Jorge, por favor, te pido que te pares”, dijo el abogado Damián Moreyra al jurado y al tribunal. Con ese gesto dio comienzo a una reconstrucción paralela del caso que investiga la muerte de Jorge Gatica. Moreyra pidió mirar al acusado no solo como imputado, sino como persona: un cabo joven, padre de dos niños, llamado Jorge Sosa.
Según el defensor, Sosa era el más inexperto de la guardia la noche del 9 de enero de 2023. “Le decían despectivamente el ‘piche’ Sosa. Obedecía órdenes”, afirmó. El abogado sostuvo que cuando Gatica regresó del hospital —tras ser atendido dos veces por una médica—, quien quedó a su cuidado fue otro cabo: el cabo primero Carrizo. “Sosa fue relevado de esa función”, insistió Moreyra.
La teoría del defensor fue que, cuando se confirmó la muerte de Gatica, “se tejió un plan para culpar al más débil”. Ese plan —según afirmó— fue impulsado por dos oficiales superiores: Moraga y Antenao. “Le dijeron que no iba a pasar nada, que se hiciera cargo”, explicó el abogado, y aseguró que hubo coacción.
Moreyra también planteó inconsistencias: la falta de radiografías, las contradicciones entre partes diarios y autopsias, y la ausencia de testigos que vinculen directamente a Sosa con los golpes. “No permitan que la duda condene a un inocente”, pidió al jurado.
El juicio continuó con los 11 testigos programados.
La marcha por justicia: concentración desde temprano
Mientras el juicio se ponía en marcha en la sala 6 del Poder Judicial, familiares, amigos y organizaciones de derechos humanos se reunirán en la calle. Desde las 8 de la mañana de este lunes 12 de mayo, en la esquina de España y Urquiza, convocaron a una concentración en memoria de Gatica y en reclamo de justicia.

Cipolletti es el escenario de uno de los juicios más esperados. Cuatro policías llegaron acusados de un crimen brutal: la tortura seguida de muerte de Jorge Gatica, un hombre de 36 años que ingresó esposado a la comisaría 45 y salió sin vida apenas dos horas después. La causa conmovió a la ciudad, desató marchas, denuncias por violencia institucional y ahora llega a una instancia importante: el juicio por jurados.
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