Encuentran restos óseos en cercanías del centro clandestino de tortura «La Escuelita» de Neuquén
El Juzgado Federal de Neuquén consignó las inmediaciones del predio cedido a la provincia para la instalación de un sitio de memoria.
La señalización de la Nación como Sitio de Memoria y la cartelería de Derechos Humanos de la provincia marcan el lugar donde fue derribado el centro clandestino que funcionó en 1976 y 1977 en los fondos del Batallón del Ejército (foto Matías Subat)
Los fondos del batallón militar en Neuquén quedaron bajo custodia nuevamente, esta vez en democracia y por la justicia, para la puesta en marcha de un operativo pericial programado para la semana próxima en Neuquén, a fin de determinar el origen de restos óseos hallados en las inmediaciones de lo que fue el centro clandestino de detención y tortura «La Escuelita», que funcionó en el lugar durante el terrorismo de Estado.
El predio era del Ejército y fue cedido durante la adminstración anterior a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Por un convenio entre la provincia y el Estado Nacional, cuatro hectáreas fueron delimitadas para el desarrollo en el lugar de un sitio y paseo de la Memoria.
El martes, cuando se realizaban tareas de desmalezamiento y remoción de escombros, hubo hallazgos de restos óseos. Se llamó urgente al juzgado Federal, que determinó medidas de preservación, tras una inspección en el lugar, según trascendió.
No está confirmado que los restos hallados sean de personas. Sin embargo, hubo indicios que determinaron la consulta al equipo argentino de antropólogos especializado en la identificación de personas desaparecidas, debido a que fueron encontrados en inmediaciones del lugar donde funcionó el centro de torturas en 1976.
Más de 100 víctimas de la persecución de la dictadura -entre sobrevivientes y desaparecidos- padecieron tormentos en ese lugar, de acuerdo a lo que se constató en los diferentes juicios que se llevaron a cabo en siete tramos desde 2008 hasta al año pasado. Varios jóvenes y profesionales de la zona de los que aún se desconoce su destino, fueron escuchados o registrados en ése lugar por última vez.
El centro clandestino estaba ubicado al fondo de la calle lateral del Batallón, que hoy lleva el nombre de la calle Chaco y a la que se accedía por una tranquera. Tras la cesión del Ejército a la AABE, la municipalidad abrió la calle Lanín (que comunica hoy el barrio La Sirena con Valentina sur) en forma transversal a la Chaco y el lugar que fue el centro de torturas utilizado por la dictadura militar en Neuquén, quedó a escasos 50 metros de Lanín y Chaco.
A la espera de la pericia antropológica
La consigna está en el lugar desde la mañana. Es la segunda determinada por el juzgado en un lugar que fue dominio del Ejército durante la dictadura. En Río Senguer al 1900, una guardia de Gendarmería también lleva a cabo una consigna ante una denuncia de que habrían restos óseos o un enterramiento irregular en ese sector, en el que abundan las máquinas de los desarrolladores en tareas de emparejamiento.
No hubo excavación ni remoción de escombros en Río Senguer al 1900. Tampoco hallazgos de restos óseos, sólo una denuncia de la presunta existencia. A la espera de la pericia antropológica, se preservó el lugar a la espera de la llegada de equipos sísmicos y profesionales, se indicó.
En las inmediaciones de Chaco y Lanín, donde funcionó el lugar de torturas entre junio de 1976 y 1979, se encontraron restos. La información que trascendió fue que se hallaron durante las tareas de desmalezamiento y de remoción de escombros que realiza la provincia en el lugar para el inicio del proyecto general de Paseo de Memoria, pero no se estaban llevando a cabo rastrillajes ni excavaciones en el predio.
De las cuatro hectáreas que tiene el lugar, el sector donde funcionó el centro clandestino, está declarado como intangible, por lo que está previsto que donde estaba la vieja casona blanca que fue derribada en la década del 90 junto con el desmantelamiento del centro de torturas, se preserve por especialistas como un sitio antropológico, cuando se desarrolle el predio de la memoria.
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