Máximo Thomsen: el perfil psicológico del rugbier que rompió en llanto y declaró en el juicio

Los psicólogos ven en el principal acusado de matar a Fernando Báez Sosa “rasgos compatibles con la psicopatía”. Mirá qué otras observaciones realizaron sobre el joven que declaró esta tarde ante el Tribunal de Dolores.

Son múltiples los testigos que lo vieron golpear con «saña» a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique, y hasta uno de ellos dijo que lo hacía “con intención de matar”. Todos, y cada uno, apuntaron contra la figura de Máximo Thomse, convirtiéndolo en una de los más cuestionados a lo largo del juicio contra los ocho rugbiers.

Las acusaciones en su contra prontamente lo hicieron quebrarse y confesar lo ocurrido en la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. De esta manera, Thomsen rompió el denominado «pacto de silencio» que mantenían los implicados como parte de su estrategia judicial.

Pero, cómo se puede analizar su accionar desde un perfil psicológico. Algunos expertos se animaron a brindar su opinión en base a lo observado públicamente hasta el momento.

Los psicólogos reconocer que existen en él “rasgos compatibles con la psicopatía”, que tiene como características “imponerse sobre otro”, “no sentir culpa” y “sobresalir del resto” a cualquier costo, entre otras particularidades.

“El psicópata tiene ciertas características de comportamiento que hace posible este tipo de delitos. Ya que, personas que se pelean a la salida de un boliche hubo y habrá, pero no detener tu conducta cuando la persona está tirada en el piso ensangrentada es un indicador muy fuerte del desprecio por la vida humana”, explica la licenciada en psicología Irene Sirianni, quien trabaja como perito de parte en el Poder Judicial Nacional.

“El perfil psicopático está en esta necesidad especial de sobresalir del resto, por imponerse al otro por las buenas o por las malas. El psicópata tiene esta necesidad especial de hacer cosas especiales, como líder de un grupo que hace cosas distintas”, detalló Sirianni.

“Echarle la culpa a otro de una acción que claramente hice yo, es psicopático. Es poner la culpabilidad afuera. La sensación de superioridad e impunidad con la que operó, está basada también en no percibir al otro como un par, como un ser humano, sino como un objeto para cumplir un fin, que en este caso fue dejar demostrada su eficacia como líder y la imposición a otro de sus propias leyes”, finalizó.

Por su parte, el perito psicólogo y clínico forense Alejandro Farji entiende que “el cuadro que surge de los imputados es la psicopatía, cuadro que no aparenta como trastorno mental, pero que es uno de los más graves”.

Y aclaró: “Tan grave que no tiene cura por sus características, a saber: no hay conciencia de enfermedad, es decir, no padecen síntomas, se convierten en rasgos de carácter y son egosintónicos; no hay sentimiento de culpa, por ende no hay necesidad de castigo; es un trastorno narcisista grave, donde lo que prima es la descarga de los impulsos agresivos, no la reflexión”.


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