Otoño Uriarte | Daniel Jara, el ministro que no iba a testificar, habló: así defendió su rol en la policía
Daniel Jara, exjefe de la policía y actual ministro de Seguridad, rompió el silencio en el juicio de Otoño Uriarte: acusaciones, polémicas y procedimientos. El detalle.
El décimo día del juicio por el crimen de Otoño Uriarte trajo una escena clave: Daniel Jara, exjefe de la policía y actual ministro de Seguridad de Río Negro, se presentó a declarar en persona. Inicialmente, había solicitado hacerlo por escrito, lo que generó tensiones por la posibilidad de dilatar aún más un proceso que ya lleva casi dos décadas buscando respuestas. Todo lo que respondió, en esta nota.
Jara había pedido declarar por escrito. Finalmente, cambió de postura y acudió a la sala 6 del Poder Judicial de Cipolletti para responder las preguntas de las partes. Su testimonio, considerado fundamental, permitió reconstruir aspectos cruciales de una investigación marcada por la polémica y las incógnitas desde que Otoño Uriarte desapareció en Fernández Oro en octubre de 2006.
«Ratifico todo lo que está en ese informe. Mi firma y la de Retamal están ahí», aseguró el excomisario, aludiendo a un documento de más de 120 páginas que elaboró junto a su equipo y que se convirtió en una pieza central en el debate de la causa.
En su relato, destacó las complejidades del caso, incluyendo la localización del cuerpo y el análisis de elementos que conectaron a los imputados con el crimen. «Siempre teníamos la duda de cómo llegó el cuerpo hasta allá. Si es que había sido arrojado o llevado. Por eso buscamos el lugar específico donde estimamos que pudo haber sido depositado«, afirmó.
Otoño Uriarte, un «nylon con nudos» y el trabajo de los perros: dos datos que trajo el ministro Daniel Jara al juicio
Entre los principales hallazgos de la investigación, Jara enfatizó el rol de un nylon encontrado cerca del lugar donde apareció el cuerpo. Este elemento presentaba nudos, que se sometieron a diversas pericias, incluyendo análisis de ADN y odorología.
«Sobre ese nylon se hicieron pericias. Tenía la particularidad de tener nudos y, en un principio, no teníamos identidad de los olores. Pero el trabajo con los perros fue clave«, explicó Jara. Los perros rastrearon los olores hasta dos domicilios: el de Jafri y Cau, donde residían personas vinculadas al entorno de Otoño.
El recorrido final de Otoño: qué dijo Daniel Jara, el ministro de Seguridad y exjefe de Policía de Río Negro
Jara también detalló el recorrido que habría realizado la adolescente el día de su desaparición. Según los informes policiales, Otoño fue vista por última vez en la intersección de las calles Kennedy y Cipolletti, cerca de su domicilio. Dirección que fue confrontada en el contrainterrogatorio que realizó el abogado Carlos Vila, quien defiende a Germán «El Gato» Antilaf.
«El último lugar donde fue vista fue a 100 metros en línea recta hacia su casa. Había testimonios de personas que la ubicaron allí, y ese dato fue corroborado por las pericias», agregó el exjefe policial.
Según declaró, los informes de la investigación incluyeron múltiples hipótesis y datos aportados por vecinos de Fernández Oro. «Caminamos, charlamos con la gente. Todo dato que ellos consideraban importante, nosotros lo trabajábamos», explicó.
El contrainterrogatorio de la defensa buscó esclarecer el sustento de esas hipótesis. Al ser consultado si estas se basaban en pruebas sólidas, Jara respondió: «Nosotros valorábamos los indicios en función de los elementos recolectados, pero las pericias eran validadas por el fiscal y el juzgado».
La importancia de la bicicleta de Otoño: qué dijo del hallazgo de su celular
El celular de Otoño también jugó un rol importante en la investigación. «Fue encontrado por personas que trabajaban en una chacra cercana. Se sometió a pericias, pero no nos aportó elementos de valor», dijo Jara.
En cuanto a la bicicleta de la joven, mencionó que solía dejarla en casas de amigos. «Ese día, según está acreditado, la bicicleta fue encontrada en la casa de Cau, uno de los imputados», reveló.
El vínculo de Jara con los imputados y el trabajo en la causa
La investigación estableció conexiones entre los imputados y el entorno de Otoño. «Los imputados siempre estuvieron en la zona de circulación de Otoño. Los elementos recolectados, como el nylon y la toma de olores, apuntaban directamente a ellos«, aseveró Jara.
Además, mencionó incidentes con algunos acusados. «En una oportunidad, ingresaron de forma intimidante a nuestra base. Fue un acto intimidante que quedó registrado en una denuncia judicial«, recordó.
La investigación dirigida por Jara y su equipo abarcó tres años de trabajo. «Todo nuestro proceder fue documentado y remitido al juzgado y a la Fiscalía. No dejamos nada librado al azar», aseguró.
La conclusión de la pesquisa reafirmó la hipótesis inicial: «No surgieron personas fuera de los que hoy están imputados. Los elementos recolectados siempre los apuntaron como responsables del crimen«.
El impacto del caso y los interrogantes que persisten
A pesar de los avances en la investigación, el caso Otoño Uriarte continúa siendo un tema de debate en la provincia. Las declaraciones de Jara arrojan luz sobre los métodos utilizados para esclarecer los hechos, pero también reflejan las dificultades y tensiones que rodearon el proceso.
«Otoño tenía muchas amistades y se movía con libertad por el pueblo. Ese día, alguien se aprovechó de su confianza», concluyó Jara, dejando entrever la dimensión humana detrás de un caso que conmocionó a toda la comunidad.
La advertencia de la defensa de Lagos antes de que se Jara testifique en el juicio por Otoño Uriarte
Antes de que Jara ingresara a la sala, Gustavo Lucero, abogado defensor de Maximiliano Lagos, uno de los imputados, planteó una advertencia. Solicitó que se le informara al testigo que debía abstenerse de valorar las declaraciones de los acusados, ya que estas se realizaron bajo obligación de decir verdad cuando eran considerados testigos.
La jueza María Caruso Martín respaldó el planteo, asegurando que se harían las aclaraciones necesarias para evitar que el juicio se viera contaminado por valoraciones indebidas.
Cuál fue el rol del ministro Daniel Jara en la investigación del crimen de Otoño Uriarte
Daniel Jara, exjefe de la Policía de Río Negro y actual ministro de Seguridad, brindó un extenso testimonio sobre la investigación que dirigió durante tres años.
Con solemnidad, Jara juró «por Dios, su familia y el respeto a la memoria de Otoño» antes de comenzar su relato. Aseguró que su participación en la causa comenzó a mediados de 2007, meses después del hallazgo del cuerpo de la joven en un canal de riego. Para entonces, las primeras etapas de la investigación ya se habían cerrado, y su rol fue integrar una comisión especial designada por la fiscalía para revisar y profundizar en las pistas disponibles.
«Trabajamos en dupla con el comisario Claudio Retamal. Recorrimos Fernández Oro día y noche en busca de cualquier indicio que pudiera aportar claridad», expresó Jara.
Recordó que inicialmente revisaron las declaraciones existentes y que se dedicaron a recorrer los lugares claves señalados por la investigación.
Así fue hallazgo del cuerpo de Otoño Uriarte: una pieza medular en la causa
El relato de Jara incluyó detalles sobre el hallazgo de posibles pruebas. En una de las recorridas con Retamal, detectaron un nylon negro en las inmediaciones del canal donde fue hallado el cuerpo de Otoño. «Era un elemento que podía ser clave, pero decidimos no tocarlo y avisar al fiscal para que se procediera con personal de Criminalística», relató Jara.
El nylon fue preservado hasta el día siguiente, cuando finalmente se realizó su levantamiento bajo estrictos protocolos. Según Jara, el objeto podría haber sido parte del escenario donde se descartó el cuerpo, aunque esa conexión nunca fue completamente esclarecida.
Uno de los puntos más controvertidos de la investigación inicial fue el estado del cuerpo de Otoño al momento de ser hallado. Según Jara, los informes forenses indicaron que había permanecido en agua limpia y con poco oxígeno, lo que llevó a la hipótesis de que el lugar del hallazgo no era el lugar original donde se depositó el cadáver.
Este dato fue central para las pesquisas lideradas por Jara y Retamal, quienes rastrearon posibles puntos donde el cuerpo pudo haber sido colocado antes de ser arrastrado por el canal. Sin embargo, las dudas sobre la logística del crimen persisten hasta hoy.
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