Otoño Uriarte: declaró el ministro Daniel Jara, una testigo lanzó acusaciones y se sumó otra fecha de audiencia
La tensión por el "faltazo" de los exjefes de la policía quedó saldado este lunes. Daniel Jara, actual ministro de Seguridad se presentó a testificar en Cipolletti. Aún así, el cronograma sumó una nueva instancia.
El juicio por el asesinato de Otoño Uriarte, ocurrido en 2006 en Fernández Oro, sigue acumulando obstáculos en su décima jornada de audiencias. Este lunes, la audiencia comenzó con el testimonio de una bioquímica que intervino en el análisis de evidencia sobre los restos óseos de la joven. El exjefe de la Policía y actual ministro de Seguridad de Río Negro, Daniel Jara, se presentó en la audiencia de este lunes. Qué dijo.
El caso de Otoño Uriarte, la adolescente desaparecida y luego encontrada sin vida en Fernández Oro, sigue siendo uno de los hechos más escalofriantes en la historia reciente de Río Negro. Daniel Jara, exjefe de la Policía de Río Negro y actual ministro de Seguridad, brindó un extenso testimonio sobre la investigación que dirigió durante tres años.
Daniel Jara testifica por el caso Otoño Uriarte: «La evidencia siempre apuntó a los acusados como responsables del crimen»
El décimo día del juicio trajo otra noticia relevante: la confirmación de que Daniel Jara, exjefe de policía en 2006 y actual ministro de Seguridad de Río Negro, está declarando en persona. Inicialmente, Jara había solicitado prestar testimonio por escrito, lo que podría haber dilatado aún más el proceso judicial.
Finalmente, cambió de postura y se presentó en la sala 6 del Poder Judicial de Cipolletti para responder las preguntas de las partes. La fiscal María Teresa Giuffrida destacó que la importancia de su declaración estaba fundada en el rol en la comisión que investigó el crimen de Otoño Uriarte hace casi dos décadas.
Con solemnidad, Jara juró «por Dios, su familia y el respeto a la memoria de Otoño» antes de comenzar su relato. Aseguró que su participación en la causa comenzó a mediados de 2007, meses después del hallazgo del cuerpo de la joven en un canal de riego.
Para entonces, las primeras etapas de la investigación ya se habían cerrado, y destacó que su rol fue integrar una comisión especial designada por la fiscalía para revisar y profundizar en las pistas disponibles.
«Trabajamos en dupla con el comisario Claudio Retamal. Recorrimos Fernández Oro día y noche en busca de cualquier indicio que pudiera aportar claridad», expresó Jara.
El relato del funcionario incluyó detalles sobre el hallazgo de posibles pruebas. En una de las recorridas con Retamal, detectaron un nylon negro en las inmediaciones del canal donde fue hallado el cuerpo de Otoño.
«Era un elemento que podía ser clave, pero decidimos no tocarlo y avisar al fiscal para que se procediera con personal de Criminalística», relató Jara.
El nylon fue preservado hasta el día siguiente, cuando finalmente se realizó su levantamiento bajo estrictos protocolos. Según Jara, el objeto podría haber sido parte del escenario donde se descartó el cuerpo, aunque esa conexión nunca fue completamente esclarecida.
Uno de los puntos más controvertidos de la investigación inicial fue el estado del cuerpo de Otoño al momento de ser hallado. Según Jara, los informes forenses indicaron que había permanecido en agua limpia y con poco oxígeno, lo que llevó a la hipótesis de que el lugar del hallazgo no era el lugar original donde se depositó el cadáver.
Este dato fue central para las pesquisas lideradas por Jara y Retamal, quienes rastrearon posibles puntos donde el cuerpo pudo haber sido colocado antes de ser arrastrado por el canal.
«Siempre teníamos la duda de cómo llegó el cuerpo hasta allá. Si había sido arrojado o llevado. Por eso buscamos el lugar específico donde estimamos que pudo haber sido depositado«, afirmó.
La investigación dirigida por Jara y su equipo abarcó tres años de trabajo. «Todo nuestro proceder fue documentado y remitido al juzgado y a la Fiscalía. No dejamos nada librado al azar«, aseguró.
La conclusión de la pesquisa reafirmó la hipótesis inicial: «No surgieron personas fuera de los que hoy están imputados. Los elementos recolectados siempre los apuntaron como responsables del crimen».
El relato de «La Turca» Márquez, tía de Maximiliano Lagos y testigo de las defensas: qué acusaciones tuvo contra Prokopiw
En el juicio por el femicidio de Otoño Uriarte, Silvia Anahí Márquez, comerciante y tía de Maximiliano Lagos, uno de los acusados, declaró como testigo de la defensa. Su relato osciló entre la negación de los señalamientos en su contra y los detalles de su vida personal y comercial, con afirmaciones que resonaron en la sala.
«Soy la tía, soy la madre, soy la Turca», expresó Márquez en su testimonio, separando tajantemente su identidad personal de su apodo, que se asocia a su actividad como trabajadora sexual desde 2009.
Márquez relató que entre 2006 y 2009 se dedicaba al comercio de productos importados en el centro de Neuquén, con locales ubicados en las calles Mitre y Perito Moreno. Rechazó de manera categórica las acusaciones que, según dijo, fueron impulsadas por la abogada Gabriela Prokopiw, quien la había vinculado con el secuestro de Uriarte.
«La doctora Prokopiw fue la que me nombró en todos lados», declaró Márquez y completó: «Llegaron a publicar ‘en tus manos está la sangre de Otoño’ y es una gran mentira». Aseguró que nunca tuvo relación alguna con el caso y que la vinculación surgió únicamente por ser tía de Lagos.
Según Márquez, Prokopiw habría señalado que ella entregó a Uriarte a la Policía. “Eso no es cierto de ninguna manera. Yo jamás tuve nada que ver con este caso”, afirmó.
El vínculo con Lagos y Otoño Uriarte
Durante su testimonio, Márquez explicó que Lagos trabajaba ocasionalmente con ella en sus comercios y que mantenía una relación cordial con Otoño Uriarte. «Por los dichos de mi hermana, sé que tenían una linda amistad», sostuvo.
Incluso recordó un comentario que escuchó en su familia: “Él dijo que quería hacerle un regalo al bebé de Maxi (Lagos)”. Sin embargo, aseguró desconocer cualquier vínculo entre su sobrino y el caso.
Cuando se le preguntó si Lagos habló sobre el caso durante su detención, Márquez dijo que ella misma lo presionó para que le dijera la verdad: “Le pedí: ‘Si sabes algo, Maxi, decímelo. Tengo hijas, tenés hermanas, tenés mamá’. Me dijo: ‘Tía, te juro que no tengo nada que ver’”.
La doble vida de Silvia Márquez
En una parte particularmente intensa de su declaración, Márquez describió cómo su identidad como comerciante y como trabajadora sexual se entrecruzaron tras ser vinculada públicamente al caso. “De la puerta para adentro soy la Turca. Para afuera, soy la señora Silvia Márquez”, manifestó, visiblemente afectada.
Relató que, tras las publicaciones en medios de comunicación, evitaba lugares públicos por temor a ser señalada: «Tenía miedo de ir al médico porque cuando escuchaban mi nombre, la gente me asociaba con las acusaciones».
Por su parte, Prokopiw se desligó rápidamente. Le consultó a la testigo si le «constaba» que ella había brindado esas notas periodísticas y la jueza puso un freno a la discusión que se había vuelto personal.
Otra fecha se suma al juicio y cambió el día de finalización del proceso: los motivos
Se sumó una nueva fecha para el juicio. Ante la falta de culminación respecto al cumplimiento del orden de debate durante el juicio, agregaron otra audiencia: se fijó para el 26 de diciembre.
Además, hubo una discusión respecto a la presentación o no del exsuboficial Claudio Retamal. Las partes no llegaron a la convención probatoria que permita establecer el lugar donde se la vio caminar a Otoño Uriarte.
La fiscalía insistió en que este punto, que se profundizó tras la declaración del ministro Jara, será lo único que intentarán probar con el testimonio de Retamal. En caso de no querer comparecer, el tribunal resolvió que sea trasladado por la fuerza pública.
De igual manera, no se llegó a un acuerdo y se pasó a un cuarto intermedio. Podría existir la posibilidad de otra instancia antes del 23 de diciembre. Aunque, respecto de esa audiencia, hay pocas certezas.
Cómo avanza el juicio por el crimen de Otoño Uriarte
El viernes pasado, en la sala 6 del Poder Judicial de Cipolletti, se esperaba el testimonio de dos figuras centrales en la causa: el exsuboficial Claudio Retamal.
Ante esta situación, la jueza María Florencia Caruso Martin ordenó el traslado forzoso de Retamal luego de que el exmiembro de la policía de Río Negro no se presentara voluntariamente. Lo buscaron en Roca para garantizar la continuidad del juicio, pero no tuvieron éxito.
Se esperaba que hoy, una comisión policial lo trasladen desde Roca a Cipolletti para que testifique en la causa. Finalmente, no pasó y quedó pendiente tras la decisión del tribunal de pasar a un cuarto intermedio.
Otoño Uriarte: los acusados y las acusaciones
El caso apunta a Néstor Ricardo Cau, José Hiram Jafri, Germán Ángel Antilaf y Maximiliano Manuel Lagos como los responsables del secuestro, abuso y asesinato de Otoño Uriarte. Según la acusación, los imputados habrían ocultado el cuerpo de la joven antes de arrojarlo a un canal de riego en Fernández Oro.
La fiscal Giuffrida y la querellante Gabriela Prokopiw intentan probar que existió un plan premeditado detrás del crimen, donde cada acusado jugó un rol específico. Sin embargo, los retrasos en las audiencias y las disputas procesales dificultan el avance hacia una resolución definitiva.
Qué dijo la genetista que trabajó con las evidencias del crimen de Otoño Uriarte
En el décimo día del juicio por el caso Otoño Uriarte, el testimonio de María Belén Rodríguez Cardozo, genetista forense y excoordinadora del Banco Nacional de Datos Genéticos, ofreció detalles cruciales sobre las pruebas de ADN realizadas en las evidencias. Entre ellas, destacó el análisis del nylon negro con manchas varias, cuya complejidad desató en la sala.
Rodríguez Cardozo explicó el proceso científico detrás del estudio de las muestras y los obstáculos técnicos que enfrentaron. «El multialelismo hallado en la muestra impide una conclusión categórica sobre los contribuyentes al material genético», señaló, subrayando las dificultades derivadas de la degradación de las evidencias recolectadas.
El nylon negro fue una de las principales piezas analizadas en el laboratorio. Según la especialista, se sometió a estudios genéticos para determinar posibles aportantes, incluyendo a Otoño Uriarte. Sin embargo, los resultados fueron inconclusos debido a la degradación de la muestra.
“El perfil genético obtenido muestra un multialelismo significativo, lo que invalida cualquier cálculo estadístico o matemático que permita determinar la cantidad de contribuyentes o identificarlos individualmente”, detalló Rodríguez Cardozo.
La genetista fue contundente al afirmar que, si bien no se puede excluir la posibilidad de que el ADN de Otoño esté presente en la muestra, tampoco puede confirmarse categóricamente. “Es una conclusión parcial que refleja los límites técnicos del análisis de ADN en condiciones degradadas”, dijo.
Peritajes de pelos de Otoño Uriarte y otras evidencias
Otro punto abordado durante el testimonio fue el análisis de pelos hallados en prendas de la víctima, como una bombacha y una calza negra. De las 20 muestras analizadas, se encontró coincidencia genética con Otoño Uriarte en la mayoría, excepto en un caso que presentó un perfil mezcla, lo cual también complicó su interpretación.
“La valoración estadística no se realiza en perfiles mezcla no concluyentes, siguiendo las recomendaciones internacionales de la Sociedad de Genética Forense”, explicó la perito, destacando que el banco se rige por estándares estrictos en este tipo de casos.
El contexto del nylon en el caso Otoño
El nylon negro se encontró cerca del lugar donde fue hallado el cuerpo de Otoño Uriarte, una joven de 16 años cuya desaparición y asesinato en 2006 conmocionaron a Cipolletti y al país. Su inclusión como evidencia central en el juicio buscaba aclarar la participación de terceros en el crimen.
A pesar de las limitaciones en los análisis genéticos, el nylon sigue siendo un elemento controvertido que las partes discuten intensamente en el tribunal. Durante el interrogatorio, la defensa insistió en que la perito confirmara si podía descartar la presencia de ADN de la víctima, a lo que ella respondió que no es posible llegar a una conclusión definitiva debido a la calidad de la muestra.
¿Qué dijeron las conclusiones?
Las conclusiones periciales remarcaron que el material genético presente en el nylon es producto de un proceso de degradación que dificulta el análisis. «El nylon tiene un multialelismo significativo, similar al ladder utilizado como reactivo de referencia, lo que invalida su uso para determinar contribuyentes específicos», afirmó Rodríguez Cardozo.
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