Pensó que era un robo, intervino y mató a un joven en Bariloche: lo imputaron por el homicidio
La dramática trama que hay detrás del asesinato de un joven, que ocurrió en una despensa de esta ciudad. El acusado se había mudado un día antes al barrio.
Salió de su trabajo la noche del domingo pasado y Gastón Marcelo Latiff estaba esperándola en su moto. Puntual. La pareja se dedicaba desde las 21 hasta las 23 a repartir para la plataforma Pedidos Ya. Pero el joven había acordado reunirse con unos muchachos. Quería supuestamente comprar droga. Se juntaron en un sitio de Bariloche, pero la operación salió mal.
Los cuatro jóvenes le vendieron tiza en polvo, revelaron fuentes judiciales. Latiff se dio cuenta y exigió la devolución de su dinero. Los cuatro huyeron en un auto y además le arrebataron el celular. Por eso, salió a buscarlos. Rato después, ubicó el vehículo estacionado frente a la despensa “Quimey Ruca”, en el barrio San Francisco IV de esta ciudad. Latiff detuvo la moto, bajó con su novia, y fue por ellos.
Casi a la misma hora, Nicolás Ismael Choque Vargas (21) y su novia estaban en el barrio San Francisco IV. Por primera vez después de tres años de relación habían resuelto vivir juntos. Los padres de la chica les habían cedido la vivienda para que comiencen un proyecto diferente. El viento soplaba a su favor.
La pareja decidió ir a comprar artículos de limpieza. Fueron a la despensa “Quimey Ruca”, que les quedaba cerca. Allí, la vida de los protagonistas cambió dramáticamente.
Lo que pasó en el interior del negocio barrial
Latiff entró al negoció a exigirles a los cuatro jóvenes que le devuelvan los 20 mil pesos que les había pagado y su celular. La discusión verbal dio paso a los golpes. Choque Vargas, que había entrado a comprar, cuando vio la pelea resolvió intervenir.
Según la hipótesis de la defensa oficial, el joven, de nacionalidad boliviana, pensó presuntamente que se trataba de un robo y resolvió auxiliar a la supuesta víctima.
Sacó un cuchillo de gran porte que portaba y lesionó a Latiff. Le provocó siete heridas, pero un puntazo en el cuello perforó una arteria y la víctima sufrió una hemorragia fatal.
Fue el momento que los cuatro jóvenes, que peleaban con Latiff, aprovecharon para huir. Hasta el momento, los investigadores aún no los identificaron.
La novia del herido intentó sacarlo del negocio. Según la defensa, Choque Vargas pidió, desesperado, que llamen al 911 y a una ambulancia, mientras le realizaba maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) a Latiff.
Los dueños del comercio estaban consternados con la dramática escena. También, la novia de Choque Vargas. La víctima murió en la puerta de la despensa. Cuando los efectivos policiales llegaron, detuvieron a Choque Vargas, que entregó el cuchillo.

La acusación fiscal y de la querella
Este miércoles, la fiscal Silvia Paolini y la fiscal jefa Betiana Cendón formularon cargos contra Choque Vargas como autor del homicidio de Latiff. La audiencia la dirigió el juez de garantías Juan Pablo Laurence y se hizo en el edificio de Tribunales de la calle John O´Connor al 20 de Bariloche.
Paolini relató que el hecho que le atribuyen al imputado ocurrió el 10 de febrero de 2025, entre las 22.30 y 22.50, en el interior de la despensa “Quimey Ruca”, ubicada entre La Habana y Namuncurá.
Dijo que el acusado “valiéndose de un cuchillo de 28 centímetros de largo, le quitó la vida a Gastón Marcelo Latiff”, que tenía 30 años.
Contó sobre la pelea en el negocio y que “en un momento se sumó Choque Vargas que estaba comprando, quien por motivos que se desconocen le asestó a Latiff 7 puñaladas”.
Indicó que la lesión cortante en la región media del cuello, penetrante, fue la causa de la muerte. Calificó el hecho provisoriamente como un homicidio simple y acusó a Choque Vargas de autor de ese crimen.

Las evidencias recolectadas por la fiscalía
Paolini sostuvo los cargos con el acta de procedimiento del personal policial, que llegó a la despensa por un llamado al 911. Indicó que el imputado estaba con el cuchillo en la mano y se procedió al secuestro del arma blanca y a su detención.
Con el informe del gabinete de Criminalística que hizo un relevamiento de donde ocurrió el hecho, las declaraciones de testigos directos que relataron que los cuatro jóvenes compraban chorizos y pan; cuando estaban por pagar, ingresó Latiff y su pareja.
Paolini relató que Latiff entró a los gritos y se dirigió hacia los cuatro clientes. “Devolvé lo que me quitaste y empiezan a pelear entre todos. En ese momento interviene Choque Vargas que esgrime un cuchillo que tenía en su poder”, describió la fiscal.
La fiscal relató que el problema se originó a partir del engaño con la droga que había comprado la víctima y el hurto de su celular.
Dijo que hicieron un relevamiento de cámaras de seguridad “y se ve un recorrido de la moto. Pero no se ve el recorrido del auto”. Pidió cuatro meses para investigar el caso.
La abogada por la querella, porque la madre de la víctima se constituyó en querellante, siguió la audiencia por zoom y adhirió a la imputación fiscal.

"Yo no quería matar a nadie"
El defensor oficial Nelson Vigueras, acompañado de la defensora adjunta Mónica Goye, no cuestionó los cargos contra el acusado ni el plazo solicitado para la investigación. Adelantó que tienen otra hipótesis sobre lo que sucedió. Dijo que en el corto plazo los hechos se aclararán.
“En primera instancia yo no quería matar a nadie”, afirmó, angustiado, Choque Vargas ante el juez. “Yo estudié, trabajé, me esforcé demasiado por ser una persona que ha colaborado con la sociedad. No vivo en la sociedad de la delincuencia”, sostuvo.
“No soy delincuente. Me esforcé demasiado por ser mejor. Estudié y ahora tengo mi familia y mi trabajo, trabajo como electricista. Pero No me dedico a la vida de la delincuencia. No soy lo que se aparenta”, aseveró.
El juez admitió los cargos contra el acusado y habilitó la investigación del caso por cuatro meses. También, aceptó el pedido de prisión preventiva por ese mismo plazo formulado por la fiscalía, que advirtió que existía riesgo de fuga, porque el imputado no tiene arraigo en la ciudad, y de entorpecimiento de la investigación.
La defensa no se opuso, pero pidió que no lo manden al penal de Bariloche, sino que cumpla esa medida en una comisaría.
Goye explicó que Nicolás había conocido por redes sociales a su novia. Él vivía hace años en Chile. Había llegado al país vecino procedente de su Bolivia natal. En Chile estudió la tecnicatura en robótica y en electricidad y además tenía una beca universitaria.
Pero como su novia vivía en Bariloche, viajaba con frecuencia hacia la Argentina. Dijo que hace siete meses había decidido quedarse en esta ciudad y hasta había conseguido trabajo.
Goye explicó que portaba un cuchillo porque había sido víctima de un hecho delictivo grave en Chile y vivía con miedo de que le volviera a ocurrir. Mencionó que hasta le había comprado gas pimienta a la novia.
La defensora adjunta contó que la pareja se habían mudado el sábado a la casa facilitada por los padres de la novia para que puedan vivir juntos. Al día siguiente, todo cambió. Ahora, el joven está tras las rejas.
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