Tres jueces ya se excusaron de intervenir en la denuncia de Gennari contra Busamia

Tal como anticipó Río Negro, alegaron cuestiones de amistad personal con los protagonistas. Uno se declaró incompetente y dijo que el conflicto lo tiene que resolver el propio Tribunal. Cómo sigue el trámite.

Tres de los seis jueces y juezas laborales de Neuquén ya se excusaron de intervenir en la denuncia de la vocal Soledad Gennari contra su colega del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia. Se especula que el resto podría adoptar igual temperamento, por razones de amistad o por la dependencia institucional y funcional con la y el protagonista.

El primero que recibió la denuncia que Gennari presentó ante el fiscal general José Gerez fue Hugo Daniel Ferreyra, titular del juzgado laboral 2. Uno de sus argumentos fue que «ambas personas involucradas son colegas, jueces integrantes del máximo tribunal de la provincia, por lo que existe una vinculación claramente funcional e institucional».

Añadió: «Respecto del Dr. Germán Busamia en particular, me une una relación más cercana en cuanto, no solamente desde mi ingreso al Poder Judicial con relación al trato frecuente en audiencias, sino que además se trata del referente del fuero con quien en conjunto hemos trabajado mancomunadamente desde hace varios años para la adopción de medidas concretas de la implementación de mejoras que involucraron (e involucran) sostenidas reuniones y organización en post de la consecución de dichos fines». Busamia integra la sala Laboral del TSJ.

Como tercer motivo, el juez Ferreyra indicó que «a más de ello, en caso de comprobarse los términos de la denuncia que efectuara la Dra. Gennari, la otra persona involucrada en el primero de los hechos alegados que motivaría la denuncia por violencia institucional, se trata de la Dra. Cristina Monserrat Hendrickse, persona de la que soy amigo desde la adolescencia, uniéndome un vínculo de familiaridad que incluye el ser padrino» de una de sus hijas.

Luego recibió el expediente Luis Trani, titular del juzgado laboral 3. El magistrado dejó a salvo en su excusación «la sensibilidad que las cuestiones de violencia de género conllevan y la contención que a la misma se le ha otorgado en el marco de la ley 2786″, así como «las circunstancias excepcionalísimas e inéditas en el ámbito del Poder Judicial que reúne este caso».

A continuación expresó: «en mi caso, no sólo me impiden intervenir las cuestiones institucionales bien destacadas por el Dr. Ferreyra, más allá del lamento que me provoca la gravedad institucional que el episodio constituye, sino la amistad manifiesta y conocida que me une al Dr. Germán Busamia y su familia desde hace muchos años».

El tercero en intervenir, José Manuel Ruiz del juzgado laboral 4, aplicó otro criterio para rechazar el legajo: dijo que no tiene competencia.

«Se trata de un conflicto institucional entre dos Vocales del Tribunal Superior de Justicia –a quienes debo el mayor respeto-. En segundo lugar es claro que se trata de un conflicto suscitado en el seno del Máximo Órgano Judicial, y que debe ser resuelto por el mismo o por conjueces conforme lo entiendan los Señores Vocales», argumentó.

«No puede un inferior jerárquico en la estructura del Poder Judicial resolver un conflicto suscitado entre dos superiores jerárquicos. Aclaro, aunque creo que no es necesario, que se trata de jerarquía de escalafón y no jerarquía de independencia, ya que un Juez de Primera Instancia es tan independiente como un Vocal del Tribunal Superior», señaló Ruiz.

Se declaró incompetente y dispuso enviar el expediente a la secretaría de Superintendencia del Tribunal Superior de Justicia.

Hasta ahora todos los laborales que se expresaron son tres jueces varones. Las otras tres son mujeres.

Río Negro adelantó que desde un principio se especulaba en medios judiciales con una excusación masiva en ese fuero, por razones de amistad con alguna de las partes en conflicto.

La denuncia de la vocal Gennari fue derivada al fuero laboral por el fiscal general Gerez ya que consideró que no existía un delito penal. De todos modos, impuso medidas cautelares: Busamia no puede tener contacto con su colega, ni referirse a ella en términos agresivos, y la vocal está autorizada a participar por zoom de las reuniones del Tribunal Superior.

Todo comenzó con un cruce de palabras que tuvieron en la reunión de acuerdo del miércoles 11, luego del cual Gennari debió recibir atención médica y estuvo internada con un pico de presión.

Por ahora el vocal Busamia ha decidido no formular declaraciones.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios