Bariloche: la agente de viajes no irá a la cárcel y acusan al juez de cambiar el acuerdo

Magdalena López Giovanelli, la agente de viajes acusada de 58 estafas, fue condenada a 3 años de prisión condicional y deberá cumplir con 1.500 horas de trabajo comunitario. Además, fue inhabilitada para ejercer la actividad durante 4 años.

El juez Héctor Leguizamón Pondal condenó a Magdalena López Giovanelli, la agente de viajes acusada de 58 estafas, a la pena de 3 años de prisión en forma condicional, con la condición de “someterse mensualmente” al Instituto de Presos y Liberados y cumplir con 1500 horas de trabajo comunitario.

“El acuerdo celebrado era de 3 años de prisión efectiva. Cambió el modo de cumplimiento por condicional. Se ha roto el acuerdo. ¿Por qué? No se. Habría que preguntarle al juez”, cuestionó el abogado querellante Raúl Ochoa a Río Negro, refiriéndose al juicio abreviado acordado entre la Fiscalía, la defensa y los cinco abogados querellantes que patrocinaron a 14 familias damnificadas.

El juez Héctor Leguizamón Pondal lee la sentencia. Foto: Alfredo Leiva

En la lectura de la sentencia, Leguizamón Pondal consideró que se trata de la primera condena de la mujer y destacó “su aporte para facilitar la investigación y abreviación del juicio” al reconocer su responsabilidad en los hechos.

“En nuestra Corte hay un tendencia a que las penas cortas no sean de carácter efectivo, con privación de libertad”, manifestó Leguizamón Pondal y agregó: “Además, está el inconveniente de meter preso a alguien teniendo un hijo de 7 años”.

López Giovanelli no podrá ejercer su actividad como agente de viajes ni el comercio durante 4 años. “Si usted no lo cumpliera irá presa. Si se la llega a ver ejerciendo, la pena será de cumplimiento efectivo en la cárcel. ¿Lo ha entendido?”, le preguntó mirando a la mujer que asintió con la cabeza.

Los damnificados cuestionaron a las fiscales. Foto: Alfredo Leiva

López Giovanelli se valía de dos estructuras comerciales para operar, como las agencias de viajes Butterfly y Net Sur, ambas con oficinas céntricas en Bariloche.

Al conocer la sentencia, algunos de los presentes que resultaron estafados estallaron en gritos e insultos: “¡Ladrona!”, “¡Esto es una burla!”, “La única beneficiada es ella!”, reaccionaron.

Antes de que Leguizamón Pondal abandonara la sala de audiencias, Ochoa tomó el micrófono y dijo: “La querella le hacer saber que se ha extralimitado en sus funciones y vamos a impugnar”.

«Falta que le paguen por las horas de trabajo comunitario», dijo una de las damnificadas al término de la lectura de la sentencia. Foto: Alfredo Leiva

La crítica generó la reacción del magistrado que le respondió: “Esta es una actividad ciudadana. Una vez que el juez se ha pronunciado, manifestarse así es un acto de intolerancia. Se puede impugnar o no”. Y lo trató de «demagogo».

La audiencia terminó con varios portazos. “Falta que le paguen a esta mujer por hacer el trabajo comunitario”, objetó indignada Graciela Rodriguez, una de las personas estafadas.


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