La maravilla de los colores que traen las aljabas

Las hay blancas, rosas, rojas, moradas, amarillas, púrpura. Esta hermosa planta, que prefiere la media sombra, regala sus pimpollos durante un mes y medio. Ricardo Vázquez de “El vivero”, de Roca cuenta sus secretos.

En esta ocasión le vamos a dedicar este espacio a las extraordinarias aljabas, las plantas que embellecen y decoran los espacios de media sombra.
Como planta de temporada de primavera y verano en el jardín, la aljaba sorprende con su atractiva floración. Con los cuidados pertinentes es una de las plantas arbustivas que se pueden disfrutar durante años.
La forma de sus flores se asemejan a llamativas bailarinas de ballet pendientes de finos y delicados tallos. La naturaleza no la dotó de perfume, sin embargo el encanto visual de sus flores nutren el alma de cualquier mirada.
Su nombre científico es fuchsia magellanica, en honor al botánico alemán, Leonhart Fuchs (1501-1566) y pertenecen a la familia de las onagráceas.
En muchos lugares del mundo es conocida comúnmente como “pendientes de la reina” o simplemente “bailarinas”. En zonas como en Chile y nuestra cordillera hay variedades cuyos arbustos llegan hasta los 2 m, y no son las mismas que se dan en la región del Alto Valle debido al clima.


Las flores colgantes de pedúnculos largos mirando hacia abajo cuentan con un amplio abanico de colores. Las hay blancas, rosas, rojas, moradas, amarillas y púrpuras. Sus pétalos se abren en primavera y pueden durar todo el verano, pintando diferente su cáliz y corola.
Según la variedad puede ser colgante, arbustivo o como pequeño arbolito de pie, pero en estos casos deberán utilizarse la ayuda de tutores debido a la fragilidad de sus ramas.
Sus hojas opuestas y dentadas, cada una de ellas con ramas delgadas y largas midiendo de 3 a 10 cm de largo. Como planta de jardín, la aljaba prefiere una exposición de media sombra y un clima de semi cálido a templado. El exceso de calor perjudica notablemente, por eso la importancia de mantenerla hidratada.


Es una planta que alegra cualquier sector del jardín. La aljaba es un pequeño arbusto que generalmente se contienen en macetas y su crecimiento es menor debido a que es una planta que tiende a caer por el propio peso de sus flores”, explica a Río Negro, Ricardo Vázquez de “El vivero”, de Roca, ubicado en clle Rochdale 1610.
Esta planta llega a los viveros en maceta bols o en maceta 12 para pasar a maceta bols colgante después. “En esta zona el sol es muy complicado para estas especies y lo recomendable es pasar de maceta a medida que va creciendo pero sin darle demasiada amplitud en sus raíces. Por eso es importante no excederse con los tamaños de las macetas”, advierte Vázquez quién aconseja colocar un plato en la base de la maceta para que perdure más tiempo la humedad y evitar que sufran de las altas temperaturas climáticas.
La aljaba necesita de la corriente de aire. Si bien es una planta que requiere de ciertos cuidados tanto del frío invierno o del fuerte calor del verano, se disfruta mucho y vale la pena tenerla.


Ocupan un espacio aereo por su belleza de tender a colgar y aunque puede estar en el suelo con todos los cuidados que necesita en nuestra zona -es un arbusto que no supera el metro veinte -con pimpollos que perduran por mes y medio. La fertilización evitará hojas amarillas y también pérdidas de las mismas. El sustrato debe ser rico en nutrientes y algo suelto. El riego debe ser frecuente.
Es una planta que se reproduce mucho por esquejes en los meses de junio, julio como la mayoria de las plantas, y para eso es muy importante utilizar un enraizante antes de plantar.
“Las raíces siempre hay que mantenerlas contenidas dentro de un espacio no muy grande para que la planta desarrolle hacia arriba, porque si excede en espacio en sus raíces, las plantas gastan la energía en ocupar espacio y no desarrollan su tallo frenando su crecimiento”, comenta el experto.
“Hay una aljaba que se encuentra en la cordillera y soporta más el frío pero es diferente a las aljabas de nuestra zona. que sufren del calor del verano y no soportan el sol directo. Los vientos de nuestra zona también influyen en su desarrollo necesitando del riego dos veces al día. Es una planta que se puede tener por años, siempre que se cuide en invierno con resguardo, y en verano con el riego porque se deshidratan fácilmente”, concluye Ricardo Vázquez.


Un vivero joven… pero con historia

El Vivero ubicado en calle Rochdale 1610, en Roca, nace de un proyecto familiar de Ricardo Vázquez junto a su hermana Ana y sus sobrinos, Mariana y Francisco, ambos adolescentes que colaboran parte del tiempo.
“La idea de que se conecten con las plantas y al mismo tiempo alejar un poco la tecnología y el encierro de la cuarentena”, relata ahora Ricardo.
Si bien Vázquez comenzó haciendo delivery con la venta de plantas, hace un año y medio abrió las puertas al público.
Con este año totalmente atípico, la venta no mermó gracias al delivery. “Al comienzo fue muy difícil y complicado. Esta pandemia generó muchas cosas dispares, pero la compra de plantas no aflojó, aunque hay muchos viveros que permanecen cerrados temporalmente”, cuenta Ricardo y añade: “el servicio del delivery no dejó de funcionar”.
Ricardo Vázquez es además fotógrafo naturalista y dedica gran tiempo de su vida al mundo de las plantas junto a su hermosa familia integrada por Diana, su esposa, su hija Camila de 5 -que tiene su propio mini vivero, donde ella misma cuida sus cultivos – y el más pequeño de 5 meses.


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