La Provincia no le pagará a Edersa la tarifa social si no cancela su deuda

Mientras mantenga deudas por la compra de energía, el Estado rionegrino no compensará a Edersa el costo de la tarifa social, según dispuso el ente regulador. Es el mismo criterio que tenía el Estado nacional cuando el beneficio dependía de él; ahora quedó ratificado por la Provincia. Son unos 15.000.000 de pesos por mes para bajar la presión del precio mayorista de la electricidad a unos 45.000 hogares.

El gobierno de Mauricio Macri decidió el año pasado eliminar subsidios a varios servicios, la electricidad y el transporte entre ellos, como receta para cumplir con la pauta de reducción del déficit que acordó con el Fondo Monetario Internacional.

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Uno de esos beneficios era la tarifa social, que se aplica sobre el valor mayorista de la electricidad. Desde enero de 2017 hasta junio pasado hasta ahora, el valor del megavatio hora (MWh) aumentó un 227%: de 1.025 pesos a 3.353.

Pero no se traslada íntegramente ese valor a las facturas finales. En junio de este año los usuarios pagaron en promedio 2.106 pesos el MWh; la diferencia hasta llegar a 3.353 se cubrió con subsidios.

Pero además como el peso del aumento del precio mayorista de la electricidad es muy grande para los que menos ganan, el gobierno nacional había resuelto cubrir el 100% de ese costo hasta 300 kWh por bimestre y el 50% en los 300 siguientes para los hogares de jubilados, pensionados y monotributistas que no ganen más de dos sueldos mínimos, para los empleados y empleadas domésticas, para excombatientes, discapacitados y electrodependientes. La Provincia acordó con Nación la asunción de ese beneficio a su costo. Y el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) acaba de disponer que si Edersa mantiene deudas por la compra de energía, no podrá recibir fondos la tarifa social.

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La deuda de Edersa es una de las tantas que mantienen las distribuidoras del país con la administradora del sistema eléctrico nacional, Cammesa.

Edersa venía asumiendo el costo de la tarifa social porque Nación tampoco le transfería el financiamiento para el beneficio.

Es incierto el grado de cumplimiento actual de Edersa con la facturación de la energía (hasta hace unos meses eran unos 3.000 millones de pesos). La empresa aduce (y se demostró con una auditoría independiente) que su propia tarifa está atrasada desde hace varios semestres y que lo que debe por la energía es casi idéntico a lo que tendría haber recaudado si el gobierno hubiera reconocido los costos de operación y mantenimiento del servicio de electricidad.

No es una actividad privada sino un servicio público concesionado; el Estado no puede seguir mirando a un costado.