Las motos tipo enduro son las más buscadas por los contrabandistas

El caso de las cuatro personas detenidas el fin de semana en esta ciudad transportando dos motos de enduro sin papeles es un ejemplo que vuelve a poner en escena el mismo delito. La clave que explica el ingreso ilegal al país de motos adquiridas en Chile es la distorsión de precios: El mismo rodado cuesta la mitad del otro lado de la cordillera y este es el principal motivo que tienta a muchos para quebrar la ley y caer en el contrabando.

Como informó ayer “Río Negro”, los implicados, oriundos de la provincia de Mendoza, se movilizaban en una camioneta Toyota Hiluz y quedaron detenidos e incomunicados a disposición del juzgado Federal de Zapala. Serán indagados en el transcurso de las próximas horas por la jueza Silvina Domínguez.

El contrabando es un tema que en el ambiente regional de las motos se comenta por lo bajo y se conoce desde hace tiempo.

Los costos son el principal detonante. Una moto enduro top,por ejemplo una KTM 450, en Argentina puede costar 300.000 pesos o más mientras que en Chile se consigue por la mitad.

Las marcas preferidas son las clásicas: Honda, Suzuky, Yamaha, Kawasaky y KTM. De acuerdo con la cilindrada, que puede ir desde 250 a 450 centímetros cúbicoss, son los precios que van disminuyendo proporcionalmente. De todas formas, la diferencia entre el valor en un país y el otro se ubica siempre en torno al 50 por ciento.

Los que ingresan ilegalmente una moto al país saben que corren graves riesgos: si son descubiertos además de la causa judicial por contrabando y la detención sufrirán una multa económica. Sin embargo la diferencia de precio para algunos es más importante, y se siguen generando casos de este tipo.

Las que se contrabandean no son motos ruteras o de calle, por eso es más difícil que seas detectadas por los controles. Generalmente se las utiliza para entrenar en algún campo privado o bien para realizar travesías en lugares recónditos donde la posibilidad de encontrar un retén es muy baja.

Por otro lado, estas motos tienen escaso valor de reventa. “Si no tenés los papeles en regla y el formulario 01 de importación el valor cae considerablemente, en cambio una moto usada que fue registrada legalmente puede valer lo mismo o más que un 0 km”, contó el propietario de una moto legal.

Una moto usada, modelo 2000, puede cotizar unos 140.000 pesos porque está inscripta legalmente. De lo contrario su valor no llegaría ni a un tercio de esa cifra.

Otro elemento clave en las transacciones de contrabando son los baqueanos. Estas personas se contratan en Chile y por una cifra de dinero reducida se encargan de guiar el cruce de la frontera por lugares no habilitados. En la zona de Villa Pehuenia y el paso Icalma existe un amplio sector de bosque cordillerano que se torna dificultoso para patrullar y es allí por donde ingresan.

Una vez en Argentina, los compradores cargan sus las motos en camionetas y siguen viaje hacia sus puntos de origen. A veces los descubren, como les pasó a los cuatro amigos mendocinos.

El antecedente

de los areneros

Uno de los casos de contrabando de vehículos más sonado de los últimos tiempos fue el de un vecino de Zapala que adquirió dos areneros e intentó ingresarlos al país a través de un sector no habilitado en las cercanías de Villa Pehuenia, en un punto conocido como Mallín Chileno. Se estima que el valor de los dos vehículos totalizaba en aquel momento 500.000 pesos.

El hombre fue detenido junto a su hijo y además de enfrentar la causa judicial debió pagar una importante multa económica. El hecho ocurrió en abril de 2015.

Los implicados, padre e hijo de 67 y 33 años respectivamente, quedaron arrestados a disposición del Juzgado Federal de Zapala.

Ambos venían manejando los vehículos y trataron de cruzar la cordillera por un paso no habilitado. Quedaron imputados por el delito de contrabando. La detención de otras cuatro personas el fin de semana pasado reavivó un debate que no tiene fin.

Las marcas preferidas son las clásicas: Honda, Suzuky, Yamaha, Kawasaky y KTM.

De acuerdo con la cilindrada, que puede ir desde 250 a 450 centímetros

cúbicos.