Los controles de alcoholemia no dan abasto

Los controles de alcoholemia no dan abasto

El municipio evalúa extender y reforzar los controles de alcoholemia, luego de comprobar que los índices de resultados positivos no bajan y de la conmoción que causó el accidente del último sábado, en el que perdieron la vida dos jóvenes que viajaban en moto por la avenida Bustillo.

El subsecretario de Tránsito y Transporte, Gustavo Fressone, dijo que la idea es ampliar los horarios de la presencia callejera. “Estamos analizando incrementar los controles y poner dos turnos en los fines de semana, entre la medianoche y las 9 de la mañana”, señaló el funcionario.

Aclaró sin embargo que el personal de tránsito siempre porta los alcoholímetros (el municipio cuenta con tres aparatos) y que en los operativos de días de semana a veces detectan casos sospechosos y realizan la verificación. De ese modo pudieron comprobar semanas atrás que un automovilista circulaba un miércoles a las 8,30 por el Alto de la ciudad con 2,58 g/l de alcohol en sangre, cinco veces más que el límite permitido.

El último sábado a la noche (y madrugada del domingo) estuvo prohibida por completo la venta de bebidas alcohólicas, en cumplimiento de la jornada anual que fue impuesta por ordenanza después de la tragedia del 6 de septiembre de 2007, en la que murieron cuatro adolescentes.

Pero el día anterior una moto chocó con un Fiat Uno en el kilómetro 4,3 de avenida Bustillo y sus dos ocupantes perdieron la vida. El conductor del Fiat había ingerido abundante alcohol, la medición le dio 1,36 g/l y hasta ayer permanecía detenido.

La zona de los kilómetros cada vez rivaliza más con el centro de la ciudad en propuestas gastronómicas y locales nocturnos. Existen no menos de 15 cervecerías en todo el oeste del casco urbano, alrededor de 20 restaurantes y (al menos en temporada) se suma la actividad nocturna en el cerro Catedral.

Fressone dijo que el municipio cambia todo el tiempo los lugares de control y muchas veces montan operativos en el oeste, “en el kilómetro 4 y en el 8”, además de la zona del Club Andino, Onelli y Anasagasti, la calle Segundo Sombra o la Costanera, entre otros puntos.

Explicó que una de las limitaciones tienen que ver con el necesario apoyo policial (para evitar incidentes con los infractores). Refirió que “el otro día, con el accidente grave que hubo, toda la policía caminera se fueron para allá y dejaron a los controles sin apoyo”.

Otra problema, según Fressone, es la conducta esquiva de muchos automovilistas que “pegan la vuelta” cuando ven un control o “se avisan por Whatsapp”.

La multa por alcoholemia positiva es de 6.000 pesos, para los que registran valores bajos y no son reincidentes. Con los agravantes, puede llegar a los 23.000 pesos, a lo que hay que sumar 930 pesos del acarreo del auto y el retiro de la licencia.

En los últimos tres meses el promedio de positivos es de 20 por fin de semana. Entre el sábado y domingo últimos fueron 11 positivos. Fressone dijo que “lo preocupante es que no baja la cantidad de personas alcoholizadas respecto del total controlado, y que ronda el 30%”.

Señaló que poner más personal y puestos de control en la calle es importante pero “es ir atrás del problema” y la única solución será que “la comunidad tome consciencia”, porque “alcohol y autos no pueden ir juntos”, es una combinación que “se cobra vidas”.

El dato