El barrio la pelea a diario en los comedores sociales, en Neuquén

Gladyz Aballay, desde Barrios de Pie, asegura que frente a la crisis, muchas instituciones ampliaron sus roles.

Hoy, la situación en los barrios de la capital es muy compleja. Existe un alto porcentaje de familias que viven del trabajo informal. Esto hizo que la salida de la pandemia y la recuperación económica sea muy lenta.

En medio de este proceso se está viviendo con mucha preocupación el incremento constante del precio de los alimentos. Esto último es hoy el problema principal que golpea los bolsillos de los sectores más humildes en los barrios populares de nuestra ciudad.

A partir de esto se puede observar, en una recorrida por las calles troncales del oeste, una multiplicación de vendedores y vendedoras ambulantes (principalmente en el rubro comestibles) que pueblan las esquinas más transitadas .También, en este mismo sentido se puede observar un restablecimiento del funcionamiento de los trueques, con algunos casos de gran crecimiento, como es el trueque de calle Godoy, frente al hospital Heller. Siguiendo con la recorrida, otro dato que nos habla del permanente “rebusque” de las familias para garantizar ingresos al hogar es la gran cantidad de cartelitos en los portones de las casas ofreciendo servicios vinculados a algún oficio (albañil, electricista, modista, reparaciones, fletes).

Por último, para completar esta recorrida tenemos una presencia que también fue en crecimiento y se multiplicó que es la de las organizaciones sociales.

En los últimos años las organizaciones han incrementado y expandido su presencia y su nivel de asentamiento en los barrios de la ciudad y empiezan a compartir la tarea de la contención y asistencia con otras instituciones que tradicionalmente llevaban adelante esta labor ,tales como las iglesias, las escuelas, las escuelitas de futbol.

En este último punto es notable observar como todos estos actores sociales del barrio han tenido que adaptar en los últimos tiempos, su funcionamiento y orientarlo a la asistencia alimentaria (aun cuando su finalidad y actividad original no era esa). Aquí también se puede ver una multiplicación de cartelitos que artesanalmente anuncian el funcionamiento de un comedor o merendero comunitario. Esta orientación hacia la asistencia alimentaria nos habla de dónde está puesta la principal preocupación y necesidad de los vecinos y vecinas de cada barrio.

En resumen, podríamos decir que la precaria situación económica que se vive en general ha hecho que las carencias vinculadas a los servicios, la infraestructura, el transporte, la seguridad, la educación (que las hay y son muy notorias) hayan quedado de alguna manera en un segundo plano. Hoy la misión (a veces, imposible) de llegar a fin de mes y garantizar al grupo familiar las cuatro comidas básicas diarias es la que insume la mayor parte del tiempo de las familias.

Esta situación llega hasta tal punto que casi la totalidad de los integrantes del grupo familiar se ven en la necesidad de llevar adelante una tarea que implique alguna remuneración, por exigua que sea.
Esto es lo que, en una recorrida rápida, se puede observar como más notorio hoy en los barrios de la capital de la provincia de Neuquén.

El deseo siempre será, al arribo del cumpleaños 118 de nuestra querida ciudad de Neuquén, que esté habitada por vecinos y vecinas que la puedan disfrutar plenamente en todo lo que tiene para ofrecer.

Por Gladyz Aballay. Referente de Barrios de Pie


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