Murió la abuela que esperaba una cama y un respirador en el hospital de Allen

La mujer de 83 años falleció anoche. Su familia pedía al centro de salud que le dieran una chance para vivir.

La abuela de 83 años, que esperaba un lugar y un aparato ARM en el hospital de Allen, falleció anoche. Su familia inició todas las gestiones posibles para que en ese lugar le den una chance para vivir.

Su deceso fue confirmado en el parte extraordinario que elaboró  el Ministerio de Salud de Río Negro.

Ayer la cartera sanitaria de esa provincia había anunciado que ese centro de salud ampliará el espacio de terapia intensiva y sumará cuatro unidades en el corto plazo y dos más para las próximas semanas. Sin embargo ese tiempo no alcanzó para atender la urgencia.    

Fernanda Saracco es pediatra del Hospital Castro Rendón de Neuquén y nieta de la paciente con covid-19 que estaba internada en Allen.

Durante el fin de semana su abuela comenzó a requerir más oxígeno. Una médica clínica del hospital  le pidió que la ayudara a conseguir un respirador y una cama porque ya no había lugar disponible para su atención. Saracco había denunciado que no la habían intubado  y que estaban dejando “que se muera básicamente”.

En comunicación con otra médica clínica, Saracco afirmó que le dio a entender que no iba a hacer mucho para que a su abuela le encontraran un lugar. “Ella consideraba que los respiradores son para otras personas y que no consideraba que mi abuela pueda tener la posibilidad de un respirador”, explicó.

La profesional de la salud había adelantado de que en caso de que muriese su abuela, quería que esta situación se diera a conocer. “No me entra en la cabeza -más allá de que es mi abuela- cómo dejar a una persona con oxígeno, que se ahogue y que se muera”, concluyó.


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