Piden declarar culpable a imputado de intento de femicidio en Bariloche

Martín Enrique Pardo estaba intranquilo en los minutos previos del inicio de la audiencia de este miércoles. Agitaba su pie derecho sin pausa como para calmar la ansiedad. Se puso incómodo cuando dos fotógrafos comenzaron a sacarle fotos. Urgido, le preguntó a la defensora adjunta Mónica Goye si lo podían fotografiar. La funcionaria judicial le respondió que sí. Respiró hondo y miró, resignado, a sus familiares, que estaban en la sala de pequeñas dimensiones.

Cuando entraron los jueces y comenzó la audiencia, pidió hablar. “Mi intención nunca fue matar a B., es la mamá de mi nena. Nunca se me cruzó por la cabeza nada más. Gracias”, aseguró Pardo ante la jueza Romina Martini y los jueces Marcos Burgos y Sergio Pichetto.

Tras un cuarto intermedio de 20 minutos, llegó el momento de los alegatos. El fiscal Martín Govetto pidió al tribunal declarar a Pardo responsable del delito de intento de femicidio doblemente agravado por el vínculo y porque se cometió en un contexto de violencia de género.

En cambio, el defensor oficial Nelson Vigueras solicitó la absolución porque alegó que la fiscalía no logró probar la acusación.

Para Govetto no hay dudas. Se trata de un caso de violencia de género en el que la víctima además era una chica de 17 años cuando sufrió el ataque de Pardo. Por eso, pidió al tirbunal que analicen el caso con perspectiva de género y priorizando el interés superior del niño.

Vigueras expuso otra teoría del caso. Planteó con vehemencia que Pardo se defendió de un ataque de un grupo de personas y que nunca tuvo intención de matar a su pareja.

Los jueces escucharon este miércoles por la tarde los alegatos de Govetto, que sostuvo la acusación en todos sus términos contra Pardo, y de Vigueras, que solicitó la absolución del joven, que se encuentra detenido con prisión preventiva desde hace varios meses.

Govetto dijo que durante el juicio oral y público quedó acreditada la acusación y la autoría de Pardo. Sostuvo que no se cuestionó que la madrugada del 22 de febrero pasado Pardo agredió a su pareja con la que tienen un hijo en común, en la vivienda que habitaban en el barrio Arrayanes. En el mismo terreno había dos casas de familiares de la víctima.

Manifestó que tampoco se discutió que Pardo se puso violento esa madrugada porque la víctima “no quería seguir con la relación”. Aseguró que se demostró que el acusado le había advertido esa madrugada a su pareja que “si no era de él, no era de nadie”; por eso, la golpea y la arrastra de los pelos”.

Govetto habló de una relación asimétrica de poder y de la “cosificación” de Pardo respecto a su pareja. “No me refiero solo a agresiones físicas, sino a que la manipulaba, le ordenaba cómo tenía que vestirse”.

El fiscal planteó que el imputado intentó matarla al arrojarla por un barranco de pronunciada pendiente. No logró su objetivo porque unas retamas contuvieron a la chica.

Alegó que Pardo quiso agredirla con un fierro y que familiares que viven en el mismo lote salieron a defenderla en la calle. Govetto recordó a los jueces que cuando estaba indefensa, el acusado le pegó un piedrazo en la cabeza. “¿Pudo causarle la muerte?, Sí”, contestó.

Sostuvo que de acuerdo a los testigos, Pardo amenazó de muerte varias veces a su pareja esa madrugada.

Dijo que si bien “las lesiones fueron leves”, según los peritos, “hubo intención dolosa”. Y citó jurisprudencia. Observó que el acusado tuvo oportunidades para retirarse y desistir de la agresión. Pero no lo hizo. “No tengo ninguna duda de que lo que quiso fue matarla”, resumió Govetto. “No lo pudo lograr por causas ajenas a su voluntad”, agregó. A Pardo el fiscal además lo acusó por los delitos de lesiones y amenazas.

Vigueras alegó que la acusación fiscal no se probó en el juicio. “Toda esa pieza acusatoria se ha caído”, afirmó.

Y fundamentó su teoría con declaraciones de testigos y pruebas. Dijo que la acusación planteaba que la víctima se había negado a mantener relaciones sexuales con su pareja esa madrugada. Sin embargo, recordó que la víctima declaró en el juicio que las relaciones fueron consentidas.

Recordó que el dolo “no se presume, se tiene que probar”. Sostuvo que estaban frente a un caso de violencia intrafamiliar. Aclaró que repudiaba todo tipo de violencia.

Aseguró que el problema se originó por la rotura del celular de la víctima. Citó la declaración de la psiquiatra forense del Poder Judicial, Verónica Martínez, que explicó ante el tribunal que “el sentir de Pardo (esa madrugada) fue defenderse ante lo que sintió como una agresión”. Vigueras enfatizó que la especialista no mencionó intención de matar por parte del acusado.

Recordó que Pardo había consumo clonazepam y rivotril, junto con alcohol. Recordó que eran 5 contra 1. “Los hechos no fueron como los describió el Ministerio Público Fiscal”, aseveró.

Dijo que los piedrazos fueron cruzados y se los pegaron entre todos. Y planteó que la víctima cayó al barranco por un forcejo. Insistió que la joven sufrió lesiones leves “no corrió riesgo la vida”.

Planteó al tribunal que no se certeza como para imponer una condena y pidió la absolución. El tribunal dará su veredicto el 16 de diciembre a las 14. Antes de que el personal penitenciario retirara esposado a Pardo de la sala de audiencias, el joven se abrazó con su madre y sus familiares y les pidió que pasaran por el penal de Bariloche a tomar mate.