El procurador Crespo también designó un fiscal sin concurso en Bariloche
Trasladó provisoriamente a Sosa Lukman a El Bolsón y en su lugar puso a Gerardo Miranda, que no había pasado el filtro del Consejo de la Magistratura.
La designación de fiscales sin el debido concurso tiene su capítulo cordillerano. El procurador Jorge Crespo decidió cubrir provisoriamente una segunda fiscalía en El Bolsón con un funcionario de Bariloche, Marcos Sosa Lukman, cuyo puesto fue ocupado por un abogado que se había presentado al concurso por ese espacio y no había sido seleccionado.
Se trata de designaciones realizadas de manera provisoria y sin la anuencia del Consejo de la Magistratura, que es el organismo constitucional de nombramiento y remoción de funcionarios judiciales.
La resolución de Crespo es de diciembre del año pasado. Argumenta en ella que la jurisdicción de la fiscalía de El Bolsón es demasiado amplia como para cubrirla con un solo fiscal, que es Francisco Arrien. Y así justifica el traslado provisorio de Sosa Lukman, que en Bariloche tiene su puesto concursado.
Efectivamente, Arrien debía atender en soledad los hechos que ocurrieran en El Bolsón, El Foyel, El Manso, Ñorquinco y Río Chico.
Dice Crespo en la resolución que «la situación resulta crítica» y que «está condicionado el accionar del Ministerio Público Fiscal, poniendo en riesgo de ese modo la prestación del servicio de justicia a las víctimas, garantizado por la Constitución».
Como el traslado de Sosa Lukman dejaba una vacante en Bariloche, Crespo decidió cubrirla a dedo. «Puestos a elegir un funcionario en las mejores condiciones de subrogar excepcionalmente el cargo de fiscal, y que afecte en la menor manera posible la estructura actual, entiendo conveniente hacer recaer la designación en Gerardo Miranda, adjunto con funciones en la Unidad Fiscal Temática 2, quien a ha demostrado idoneidad suficiente y solvencia para ejercer la función», sostuvo el procurador.
La designación de fiscales sin el debido concurso tiene su capítulo cordillerano. El procurador Jorge Crespo decidió cubrir provisoriamente una segunda fiscalía en El Bolsón con un funcionario de Bariloche, Marcos Sosa Lukman, cuyo puesto fue ocupado por un abogado que se había presentado al concurso por ese espacio y no había sido seleccionado.
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