Estrenaron un aserradero móvil y quieren construir viviendas de madera en Bariloche

La escuela de oficios de la fundación San José Obrero incorporó nueva maquinaria para su aserradero que le permitirá elaborar tirantería de madera en serie, con la idea de aplicar el material a la construcción de viviendas sociales. Se trata de un nuevo proyecto orientado a formar jóvenes y promover el empleo en los barrios más desfavorecidos de la ciudad.

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El aserradero móvil que estrenaron ayer fue cedido en comodato por la empresa provincial Emforsa y del acto de presentación participó la gobernadora Arabela Carreras, quien se calzó para las cámaras los protectores oculares y auditivos y desplazó la gran sierra sobre su riel, guiada por un operario, para generar un listón de pino.

Fernando Fernández Herrero, gestor inicial de la fundación que todavía no cumplió cinco años y que ya recibe a medio millar de alumnos, dijo que el aserradero les permite procesar mucha de la madera que reciben de donaciones y que ya no necesitarán comprar las tablas y tirantes.

El plan es “empezar a hacer casas”, con prototipos que ya desarrollaron, y que podrían estar orientadas a distintos públicos, es decir a “una clase media que la pueda pagar”, a personas de ingresos esporádicos que accederían con planes de financiamiento y otras viviendas se otorgarían “con subsidio del Estado” a quienees no cuentan con ninguna capacidad económica.

Fernández Herrero dijo que la idea que inspira cada uno de los emprendimientos de San José Obrero es el futuro no es oscuro sino que “está bueno”, y es necesario construirlo “de manera colectiva”.

La Fundación dicta hoy alrededor de 25 talleres y tiene más de 500 alumnos inscriptos, en su edificio del barrio Malvinas. Las propuestas van de la cerámica, el tejido y el macramé, a la danza, la mecánica de autos y de motos, viveros e hidroponia, herrería y peluquería. Carreras destacó el valor de la nueva iniciativa, que permitirá aprovechar “todo el residuo forestal” producido en la zona, para generar energía o también para los “módulos habitacionales industrializados” (como los llama la fundación), entre otros proyectos

Dijo que el trabajo de San José Obrero y el de otras organizaciones como Al Margen es indispensable porque tienen “una inserción tremenda en el Alto de Bariloche”, con propuestas de formación en oficios y salida laboral directa, “ahora con la posibilidad de combinar todo esto con la construcción de viviendas”.

Admitió que la necesidad de “soluciones habitacionales para muchas familias que lo necesitan” es una prioridad a atender y por eso valoró “el proceso virtuoso” en el que se inscribe el aserradero móvil.

Destacó que la fundación trabaja con apoyo del Estado para “brindar calidad de vida a muchos chicos que no tienen otras oportunidades en la vida” y que de otro modo terminan “en conflicto con la ley”.

Inserción barrial

Carreras dijo que ese modelo podría replicarse en otras localidades, pero destacó que en el caso de San José creció y se desarrolló con rapidez “por la inserción particular que tiene en el barrio”.

Señaló que haberla convertido en escuela de gestión social le permite a la provincia “incidir en la formación de jóvenes en contenidos educativos más abstractos, con sueldo garantizado para los docentes”, aunque el motor del proyecto en buena medida sigue siendo el trabajo voluntario.

Sobre el aserradero móvil cedido por la provincia, subrayó que permitirá producir viviendas “de manera más profesional, con un formato estandarizado, más en línea de producción, que es lo que se necesita”. Luego de recorrer por más de una hora todas las dependencias, la gobernadora dijo que “lo que ha crecido San José es fantástico” y subrayó que la presencia que tiene ese tipo de organizaciones puede ser complementada “pero nunca sustituida por el Estado”.

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