Planes sociales: Viedma y su postal del vaciamiento del Estado

El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación pasó por diferentes oficinas en la capital rionegrina, hasta que finalmente quedó sin sede.

Viedma es la muestra del vaciamiento. Su Centro de Referencia de Desarrollo Social es errante, pues no tiene local físico desde hace seis meses, cuando ese ministerio nacional no renovó el edificio que alquilaba.

El personal intenta suplir esa carencia y parte del equipo se moviliza, rotando en sedes de distintas organizaciones.

Oficialmente, la página de Desarrollo Social consigna media docena de direcciones en la Capital rionegrina, que consiste en organismos provinciales o ONG con programas nacionales. Allí, figura que el Centro de Referencia se ubica en Laprida 371, que es el último lugar alquilado por Nación para esa dependencia.

Después de seis años, en diciembre el ministerio no renovó su contrato y, desde entonces, el CDR no tiene sede en Viedma.

La conducción política se había perdido mucho antes. Nadie quiso asumir esa responsabilidad. El último fue Gerardo Martínez, un estrecho colaborador del senador Martín Doñate, que renunció al cargo hace algo más de un año cuando, evidentemente, advirtió que las políticas sociales de Nación no pasaban ni pasarían por las esferas ministeriales.

Frente a la orfandad, la conducción recayó en Miriam Estrabeau, una empleada de la cartera nacional en Viedma.

En la pandemia se advirtió una única articulación del ministerio con las organizaciones sociales y, también, con cierta participación a los municipios. Luego, el CDR no tuvo ni tiene participación en los programas, a pesar de que “son espacios de atención -según se anuncia- para” asesorar y gestionar los programas del ministerio.

“En algún momento, existió alguna directiva o propósito de un relevamiento del cumplimiento de las tareas de los programas, pero luego no se pudo cumplir o, en definitiva, lo terminaron haciendo las propias organizaciones”, explican.

Desde la Provincia, la ministra de Desarrollo Humano, Natalia Reynoso, solo reconoce participación en la ejecución de un componente del programa Potenciar Trabajo y puntualiza que se corresponde con la entrega de herramientas. Reafirmó que “la asistencia con fondos no está activa” y nunca hubo aportes.

Con el vaciamiento ministerial, la referencia de Nación en Viedma se consolidó en la dirigente barrial Lorena Alan, que actúa por la Secretaría de Economía Social, a cargo de Emilio Pérsico, líder del Movimiento Evita y de la Unión de Trabajadores de la Economía Social (UTEP).

La mayor parte de las ayudas se canalizan por esa organización, como también, participa el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), cuya referencia nacional es Juan Grabois. 

En Viedma, los incluidos en el programa Progresar rondarían el medio millar de beneficiarios, según se estiman.


“Nunca pudimos coordinar con la Provincia”


Lorena Alan, “técnica territorial de la Secretaría de Economía Social y responsable provincial de la UTEP del Movimiento Evita”, estima que esa organización asiste “a unas 400 personas” en Viedma, con “tres comedores, tres merenderos” y “un espacio comunitario”, particularmente en los barrios Unión, Esperanza y Lavalle.

Alude también a la “contención con actividades deportivas y culturales”, y ejecución de “proyectos alimenticios, con huertas, viveros, como también, en la limpieza de las plazas ya que el municipio no lo hace”.

“Nunca pudimos coordinar con la Provincia”, responde frente al trabajo con áreas gubernamentales.

Aclara que alguna labor conjunta si se logró con el municipio de Viedma, especialmente para el tratamiento de la ordenanza de Emergencia Alimentaria.

Recuerda un único encuentro con el gobierno provincial, durante la gestión de Nicolás Land como titular del Ministerio de Desarrollo Humano y manifestó de la idea de la organización que la Provincia complete el aporte nacional con “tarjetas de alimentos”. Agregó que “luego nunca pudimos juntarnos” con el exministro Juan José Deco, enumera también “la mala experiencia” cuando concurrió a la Delegación y le prometieron alguna entrega “si le sobraban algunos módulos”, cuenta.

Por su parte, la Provincia plantea otro panorama. La propia gobernadora Arabela Carreras aludió al total desconocimiento de los programas sociales de Nación en Río Negro, con “sus listados” y sus “tareas”.

Planteó esa situación al referirse a las “expresiones de los movimientos sociales, que son personas con tareas que no conocemos, ni conocemos los listados de las personas, pero protestan en nuestro territorio y son cuestiones nacionales”.

La ministra de Desarrollo Humano, Natalia Reynoso dijo que la Provincia solo tiene participación en proyectos en la entrega de herramientas del Programa Progresar Trabajo, pero “no tiene vigente” la posibilidad de asistencia con recursos nacionales, aludiendo a la participación del Estado en el aporte de fondos a los beneficiarios.


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